Jaque a Slim
Esta mañana, al filo del vencimiento del plazo de ley, el consorcio integrado por las empresas españolas Acciona y FCC Construcción planteará un recurso de reconsideración ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) contra su descalificación para construir el libramiento ?Arco Norte? de la metrópoli.
El jugoso contrato, cuyo monto araña los 3 mil millones de pesos, se le pretende adjudicar al consorcio integrado a su vez por las firmas Promotora de Desarrollo de América Latina y Promotora Inbursa, ambas propiedad del magnate Carlos Slim Helú. De acuerdo con la versión oficial de la dependencia encabezada aún por Pedro Cerisola, los ibéricos presentaron cinco inconsistencias en su propuesta técnica, lo que los dejaba fuera de la pelea? pese a haber planteado la mejor oferta.
Mientras Acciona y FCC Construcción estimaban un costo de obra por la autopista de 223 kilómetros de longitud que cruzará los estados de México, Hidalgo, Tlaxcala, Querétaro y Puebla, de dos mil 648.1 millones de pesos, la oferta de las compañías de Slim era de dos mil 972.1 millones. La diferencia pues, es de 12 por ciento.
Y aunque a la recta final llegarían tres competidores más: la firma española Obrascón, Huarte y Lain; un consorcio integrado por el grupo ICA, la firma brasileña Itinere Infraestructura y la Controladora de Operaciones de Infraestructura, además de otro formada por la Consultora Norberto Odebucht, la francesa Autoroutes Du Sud de la France y Omega Corporation, sus montos quedaron muy lejos.
Lo cierto es que la verdadera diferencia entre las ofertas de Slim y de los españoles no se mide en estricto sobre el costo de obra, sino sobre la tarifa que se le aplicaría a los usuarios de la carretera de cuota, base para la recuperación del constructor.
Mientras las empresas del hombre más rico de América Latina se van al tope máximo, es decir, 1.04 pesos por cada kilómetro a recorrer, la propuesta de los españoles era de 70 centavos. Dicho con todos los números, quienes recorran completo el libramiento de 223 kilómetros, 172 de los cuales tendrán cuatro carriles y 51 sólo dos, pagarán el escándalo de 231 pesos? frente a los 156 que cobrarían los españoles.
El cargo adicional para el público en los 30 años a que está pactada la concesión será de 3 mil millones de pesos.
Ahora que, al margen de las inconsistencias técnicas señaladas por la SCT, cuya validez rechaza el consorcio español, el ganador del contrato-concesión sería aquel que haya solicitado la menor aportación inicial por parte del Gobierno.
Más allá, las bases de licitación preveían que en un eventual empate, es decir, cuando las dos mejores propuestas tuvieran una diferencia inferior a tres por ciento, se optaría por quien haya ofrecido menor capital de riesgo a invertir.
El problema es que en este caso no se da el supuesto. Y el problema, más allá, es que la descalificación del consorcio español implica desconocer la larga trayectoria de las empresas que lo integran.
Mientras FCC Construcción tiene 100 años de experiencia en la construcción de carreteras, 11 de los cuales ha trabajado en México, ocupando la cuarta posición mundial en concesiones de proyectos de infraestructura con financiamiento privado, Acciona tiene presencia en 30 países de cinco continentes.
La primera está catalogada como la segunda firma constructora de su país y líder en la producción de cemento, con una facturación global de seis mil 686 millones de euros y una nómina de 60 mil trabajadores.
La segunda tiene ingresos globales por cuatro mil millones de euros y una nómina de 25 mil personas. Si en julio de 2004 FCC ganó la licitación para construir, operar y explotar el túnel sumergido de Coatzacoalcos, con una inversión global de 190 millones de dólares, Acciona se adjudicó un contrato para la construcción y explotación del primer hospital de participación pública-privada en América Latina, a ubicarse en la zona del Bajío.
Por lo pronto, a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) le cayó una papa caliente en las manos, ante la urgencia de iniciar la obra cuya conclusión está prevista para 2008. El escándalo, pues, toca a la puerta.
Balance general
Como era previsible, la compañía de seguros ING-Comercial América tramitó un amparo contra la resolución de la Cuarta Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, que le obliga a pagar a la empresa fabricante de fertilizantes Fertinal 93 millones 824 mil 262 dólares.
La sentencia de segunda instancia, como se lo informamos oportunamente, se emitió en la primera quincena de diciembre pasado, tras un largo litigio de cuatro años entre las partes, al negarse la aseguradora a cubrir el monto del reclamo exigido por su cliente tras la destrucción de las instalaciones de su filial Roca Fosfórica Mexicana al embate del huracán Juliette.
Lo cierto es que mientras Fertinal reclamaba el monto máximo de la póliza, es decir, 250 millones de dólares, ING ofrecía sólo 13 millones 148 mil 212 billetes verdes, monto que depositó en un juzgado como garantía. El asunto, pues, podría llegar hasta una de las salas de la Suprema Corte de Justicia.
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Con afán de aprovechar mejor los recursos disponibles, tras el recorte de 26 mil 500 pesos a su presupuesto aprobado por el Consejo Técnico, el Seguro Social instrumenta un novedoso esquema para renovar sus equipos técnicos. Estamos hablando de alquilarlos. La obligación de la arrendadora sería actualizarlos periódicamente para evitar su obsolescencia.
El pago de la renta se fijaría en relación con el consumo, es decir, tantas radiografías, tomografías, tomas de rayos X, tantos análisis, tantas diálisis?
Digamos que el director de la instancia tripartita, Fernando Flores Pérez, se fusiló el esquema con que operaba Mexicana de Aviación en la época en que fue su director general.
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La promesa de año nuevo de las empresas extractivas es invertir mil millones de dólares, con afán de aprovechar la coyuntura del boom en el precio de los metales preciosos que se inició en 2004 y se mantuvo intacto en 2005.
El cálculo habla de un incremento de 30 por ciento en el precio del oro y de 18 por ciento en el de la plata.
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Pese a los dos litigios que mantiene contra la principal cadena de habla hispana en Estados Unidos, Univisión, Televisa sigue siendo su principal proveedora de contenidos.
De la programación de la firma 36 por ciento lo llena los programas de la empresa encabezada por Emilio Azcárraga Jean, 75 por ciento de los cuales se transmiten en horario estelar.
De hecho, 40 por ciento de sus ventas los factura a la cadena que nunca ha podido controlar.
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La apuesta del grupo Salinas encabezado por Ricardo Salinas Pliego es facturar este año cinco mil millones de dólares, es decir, mil millones más de los obtenidos en 2005, o si lo prefiere 25 por ciento adicional.
El emporio, como usted sabe, lo integran Televisión Azteca, la cadena de tiendas Elektra y las firmas de telefonía Iusacell y Unefon.
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