Mal y de malas
El sector exportador del país no sólo enfrenta la agresiva competencia china en su principal destino, sino una mengua dramática en su potencial, al punto de centrarse prácticamente la ruta en un puñado de empresas multinacionales? y el elevado costo internacional del petróleo
Se diría que los héroes de la recuperación económica de 1996, cuando el país rompió todas sus marcas en ventas de manufacturas y productos extractivos y agropecuarios a Estados Unidos, están fatigados.
En los cuatro primeros años del sexenio desaparecieron, o simplemente dejaron de exportar 74 empresas medianas, de las escasas mil 95 que sacaban la cabeza en 2001, con la novedad de que el monto global de facturas al exterior se redujo de tres mil 500 a tres mil 224 millones de dólares, es decir de 5.1 por ciento a 4.85 por ciento de las exportaciones totales del país. Sus ventas en lo individual cayeron, en promedio, de 3.2 a 3.17 millones de dólares.
Ahora que el panorama para las pequeñas firmas que se atreven a incursionar en el exterior es aún más dramático. De 20 mil 579 sobreviven sólo 19 mil 504, reduciéndose sus ventas de cuatro mil 93 a tres mil 667 millones de dólares, es decir de seis por ciento a 4.85 por ciento del total, con un promedio per cápita que cayó de 199 mil a 188 mil dólares.
En contraste, las compañías exportadoras gigantes, en su mayor parte con etiqueta de multinacionales, pasaron en el lapso de mil 237 a mil 397, alcanzando hasta 2004 una facturación global de siete mil 883 millones de dólares, es decir un promedio de 49.3 millones de billetes verdes por cada una.
Lo cierto es que aun cuando la cifra, excluida naturalmente la exportación de maquila, podría parecer espectacular, hete aquí que apenas representa la tercera parte de los 21 mil 300 millones de dólares recibidos en 2004 por venta de petróleo, al margen de los dos mil 400 por derivados de éste.
Ahora que 60 por ciento del potencial exportador del país se concentra sólo en cuatro entidades: el Distrito Federal, Chihuahua, Baja California y Tamaulipas; en tanto Nuevo León, Jalisco, Coahuila, Sonora, el estado de México, Puebla, San Luis Potosí y Querétaro facturan 34 por ciento, y el resto el seis por ciento que falta.
Más al detalle, en la zona norte del país se concentraron diez mil 709 firmas exportadoras, que acaparan 47.1 por ciento de las ventas al exterior; en la centro, 17 mil 344 con 43.3 por ciento; en la occidente, cuatro mil 407; en la sur-sureste, mil 428, y en la sur apenas 800.
Y párele de contar.
Desde otro ángulo, aunque nuestras exportaciones se incrementaron 265 por ciento en el periodo 1993-2004, al madurar el Programa de Modernización de la Industria y el Comercio Exterior instrumentado en 1988, lo cierto es que la ofensiva dependió abrumadoramente de la importación temporal de insumos vía programas de maquila y Pitex.
De hecho, en 2004, 51.3 por ciento de las ventas del país al exterior estuvo constituido por insumos extranjeros importados temporalmente para efectos de ensamble o transformación.
Dicho del otro lado de la moneda, excluyendo al petróleo la exportación definitiva de México alcanzó sólo 13.3 por ciento de las ventas totales. Lo grave del caso es que si en 1993, 67.7 por ciento de la exportación estaba condicionada a insumos extranjeros, en 2004 la dependencia creció a 74.2 por ciento.
¿Se acuerda usted de las promesas de la Secretaría de Economía de reconstruir las cadenas productivas, con énfasis en las dedicadas a la exportación, en afán de incorporar un mayor número de empresas al proceso?
La paradoja del asunto es que entre 1997 y el año 2000 se registró un crecimiento vertiginoso de empresas orientadas al sector de la exportación, alcanzando en el pico mayor, es decir en el año 2000, un total de 22 mil 911? para caer en 2003 a 19 mil 375, y repuntar en 2004 a 21 mil 924.
¿Se fatigó la vocación tras la hazaña de pasar de 18 mil millones de dólares de exportaciones en 1980, de las cuales 69 por ciento las representaba el petróleo, a los 200 mil millones a que se llegó en 2005, de los cuales sólo algo más de la décima parte facturó Pemex?
El talón de Aquiles, al margen de la grave pérdida de competitividad del país, es la ausencia de políticas realistas que permitan incorporar mayor valor a la cadena productiva, además, naturalmente, de desterrar la improvisación y simulación en los esquemas de promoción de las exportaciones.
Mal y de malas?
Balance general
El punto final del caso Nextel, al margen de concederse o rechazarse la solicitud de amparo planteada por Iusacell, a quien se sumarán en los próximos días Telcel, Movistar y Unefon, lo pondrá la Comisión Federal de Competencia (CFC).
Colocada hace un año una denuncia de la firma de capital canadiense ante la negativa de la competencia de interconectar a los teléfonos celulares de su clientela para facilitar el envío de mensajes cortos, la dependencia encabezada por Eduardo Pérez Motta decidió contener su resolución hasta que la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Cofetel) se pronunciara sobre el asunto. Esto, como usted sabe, ocurrió la semana pasada, ordenando la instancia encabezada a su vez por Jorge Arredondo la interconexión inmediata.
Digamos que la CFC simple y llanamente validará la decisión desde su propia perspectiva. La resolución llegará a fines del mes que corre.
Como usted sabe, la inconformidad de las telefónicas móviles apunta a que Nextel adquirió una concesión sólo para operar en materia de radiotelefonía.
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Lo inaudito del asunto en el escándalo desatado por la inconformidad del consorcio español integrado por las firmas Acciona y FCC Construcciones frente al resultado de la licitación para construir y operar el libramiento privado de cuota Arco Norte de la metrópoli, es que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes no haya solicitado parte alguna en la concesión, pese que se hará cargo de poco menos de la tercera parte de la construcción.
Estamos hablando del tramo inicial de 70 kilómetros de la autopista, que en su totalidad constará de 224.
El avance de las obras fue presentado hace unos días a los reporteros de la fuente, con la novedad de que el funcionario responsable de la caravana, es decir el delegado de la dependencia en Puebla, no pudo responder ninguna pregunta relacionada con la inconformidad de los españoles. La técnica del avestruz, pues.
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Aunque se sigue presentando al empresario Sergio Bolaños, procesado por segunda ocasión con cargos de delitos fiscales, como presidente de la empresa constructora Bufete Industrial, en realidad de ésta sólo queda el puro cascarón, es decir la ruina en que se ha convertido el edificio inteligente que alguna vez fue su sede central.
Sometida a concurso mercantil, la firma que presumía de pionera en la construcción de plantas industriales ?llave en mano? debió rematar desde los cuadros de las paredes hasta los vidrios de las ventanas
para liquidar? parcialmente a sus trabajadores.
El resto se les pagará a la venta del edificio.
Bolaños, a quien se ubicó como prestanombres, en los negocios del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, adquirió la firma hace siete años, pagando un precio simbólico de mil pesos? más el compromiso de asumir sus deudas.
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