En una plática privada con el columnista celebrada el 24 de mayo de 2001, el entonces diputado federal panista Felipe Calderón Hinojosa se lamentaba de lo que, a su juicio, representó el gran error de su partido de cara al rescate bancario: ?Debimos apretar más a los bancos?.
El mea culpa del que fuera dirigente del partido blanquiazul cuando la bancada de éste y la priísta aprobaron el inaudito de convertir en pública una deuda comprometida a espaldas del Congreso, apuntaba a la falta de amarres para obligar a las sociedades crediticias a presionar la cobranza de las deudas avaladas por el gobierno.
De acuerdo a lo previsto en la Ley para la Protección del Ahorro Bancario confeccionada por los panistas en 1998, bajo la supervisión directa del ex presidente Ernesto Zedillo, en caso de que al vencimiento de los Pagarés Fobaproa los débitos permanecieran intactos, los bancos pagarían sólo el 25 por ciento de los platos rotos.
El resto, naturalmente, lo asume papá gobierno? con el dinero de todos los mexicanos.
Colocadas, pues, las fichas a favor de las instituciones crediticias, ninguna de ellas movería un dedo para obligar a los grandes deudores a liquidar sus préstamos? lo que de pasadita los salvó del bochorno de reconocer que éstos se pactaron a espaldas de los ordenamientos en vigor.
A quién le importa si en el río revuelto se violaron las propias reglas del rescate, al aventarse al montón lo mismo préstamos relacionados o autopréstamos que créditos en litigio; inferiores a 200 mil pesos; redescontados a la banca de desarrollo, u orientados al consumo.
El caso es que en complemento del regalito, el binomio PAN-PRI le concedió a los bancos la posibilidad de constituir reservas preventivas equivalentes a sólo el 22 por ciento de la cartera en problemas, a sabiendas de que la mayor parte era incobrable.
Naturalmente, en el camino fluyó una catarata de intereses de los pagarés Fobaproa con que se instrumentó el aval público, cuyo monto en algún momento representó el principal ingreso de algunas instituciones crediticias, pese a que se pactó una rebaja en el monto de éstos, cuyo nivel más alto se situaba en la tasa de Cetes a 90 días más siete puntos porcentuales.
Lo cierto es que en 10 años Banamex, Bancomer, HSBC (antes Bital) y Banorte recuperaron apenas el 26 por ciento del total de préstamos, lo que habla desde un ángulo de la nula profesionalidad con que se asumió la cobranza y de la pésima calidad de los préstamos.
En el camino los bancos se ampararon contra la posibilidad de auditar la cartera rescatada, bajo una fórmula ideada por un grupo compacto de consejeros independientes del Instituto para la Protección del Ahorro Bancario, que desnudaba la laxitud con que se pactó la operación Fobaproa.
Esta se identificaba con las siglas GEL, es decir gestión de cobranza, que obligaba a documentar los esfuerzos que se realizaron para poner al corriente a los morosos; existencia de los préstamos, y legalidad con que se pactaron.
La exposición de motivos de la solicitud de protección de la justicia hablaba de que la revisión era innecesaria, toda vez que se habían realizado tres auditorías previas? por más que en ninguna de ellas se había contado con los elementos de información suficientes para sustentarlas.
Más aún, se dio el caso que las conclusiones de la exploración realizada a solicitud del Congreso por el auditor canadiense Michael Mackey llegaron incompletas, al desaparecerse misteriosamente dos de sus páginas? en que se documentaban operaciones concretas.
Más aún, durante un lustro se ocultaron a la opinión pública los llamados Banks reports, en lo que se demostraba que los dos bancos más importantes del país, Banamex y Bancomer, no eran susceptibles del rescate.
Y si le seguimos, la revisión realizada por el auditor interno del Instituto para la Protección del Ahorro Bancario, Fortunato Álvarez, se quedó como un simple catálogo de irregularidades, sin que se le haya fincado responsabilidad alguna a los bancos o a las autoridades.
Y la instrumentada a su vez por la Auditoría Superior de la Federación se estrelló ante una Controversia Constitucional promovida por el presidente Vicente Fox.
De hecho, cuando la presión del Congreso obligó a realizarse la revisión, previo desistimiento de los bancos de los amparos que los protegían, las conclusiones se guardaron bajo siete llaves? por más que las intermediarias decidieron expulgar voluntariamente algunos de los préstamos, especialmente los que comprometían a ex accionistas o sus familiares en línea directa.
El capítulo, según ello, se sellaría con la entrega de los libros blancos, es decir las telas y entretelas del rescate? que todavía está esperando la sociedad.
¿Nada que ver del ex presidente del PAN en el sainete? que el país pagará en 70 años, digo si se mantiene un ritmo sostenido de crecimiento económico mínimo de tres por ciento?
Balance general
Finalmente el tortuguismo de la Secretaría del Trabajo para verificar la legalidad de la asamblea en que se ratificó a Napoleón Gómez Urrutia como secretario general del Sindicato de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana dio frutos, al expedir un juez de Sonora una orden de aprehensión en su contra, por más que la Procuraduría General de la República no pudo empujar una acción similar por parte de un juez federal.
El problema es que en el impasse, dado el evidente rechazo de las bases a Elías Morales, el líder que reconoce el gobierno, se mantendrán los paros ilegales en la Minera de Cananea y una docena más de centros fabriles del grupo Industrial Minera México y en la Siderúrgica Lázaro Cárdenas Las Truchas del grupo Villacero.
Y aunque algún despistado pudiera pensar que el gobierno utilizaría la fuerza pública para romper la resistencia a favor de Gómez Urrutia, ¿usted cree que se atrevería a unos días de los comicios electorales?
Las firmas, pues, quedarán al menos un mes más a su suerte? aunque pierdan toda la clientela interna y externa.
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Aunque en el río revuelto se intenta justificar la dramática turbulencia de los mercados de ayer con el enrarecimiento del clima electoral ante los giros de las telenovelas de Carlos Ahumada, lo cierto es que el epicentro de la volatilidad se mantiene en Washington.
Convertido en el fiel de la balanza, el presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Ben Bernanke, provocó una oleada de pánico al advertir que podría agudizarse más la inflación en el país del norte? lo que augura una alza mayor a lo esperado en las tasas de interés.
El problema es que la decisión se tomará hasta la última semana de junio, lo que necesariamente alargará la pesadilla.
Digamos que los apostadores están anticipando el golpe cuyas consecuencias se traducirán en recesión, rescatando por lo pronto las irreflexivas operaciones realizadas cuando se avizoraba el paraíso.
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En más de lo mismo de su expansión explosiva, Fomento Económico Mexicano (Femsa) plantea abrir este año 650 tiendas Oxxo adicionales en el país, aprovechando una coyuntura que le permite incrementar en promedio siete por ciento sus ventas de mismas tiendas mensualmente.
La novedad en los establecimientos será la introducción de la cerveza brasileña Kaiser, tras la adquisición de las plantas que la producen en el país del cono sur.
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