Colocada en capilla ante la inminente apertura total de fronteras para productos ?sensibles? prevista para 2008 por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la industria azucarera nacional enfrenta el peor de los mundos: cara, escasa y de mala calidad
Fracasada la prometida reordenación del mercado y la reconfiguración de las plantas anunciadas al fragor de la polémica expropiación de 27 ingenios instrumentada por el ex secretario de Economía, Luis Ernesto Derbez, la fecha fatídica llegará justo cuando la producción será insuficiente para satisfacer el abasto interno.
De hecho, en el mejor de los casos la zafra 2006-2007 que se inició este mes permitirá apenas empatar la oferta con la demanda, es decir 5 millones 800 mil toneladas.
¿Se acuerda usted cuando México peleaba que Estados Unidos nos abriera cupos por un excedente de producción calculado conservadoramente en 850 mil toneladas?
En la paradoja, pues, cuando Estados Unidos nos podría comprar sin límite tendremos que importarle el dulce, con la novedad de que su precio es 40% más bajo que el nuestro.
Peor aún, si al fragor de la catarata nos sobrara para exportar, hete aquí que la factura sería por el equivalente a la mitad del costo nacional, dado el castigo que se nos impone por enviar el edulcorante con puntos negros, lo que obliga a un proceso de colado.
Y para qué hablar de la catarata de alta fructosa elaborada con jarabe de maíz que llegará en la exigencia de reciprocidad, derogado para entonces el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios a tasa de 20% que se aplica a los productores de bebidas carbonatadas que utilicen el insumo.
Y a lo mejor a estas alturas estaría usted pensando que ante la fuerza de las circunstancias México podría aprovechar su caña de azúcar en otros productos, la generación eléctrica por ejemplo.
El problema es que la capacidad de aprovechamiento del bagazo de caña apenas alcanza para el consumo de electricidad interno de los ingenios, dada la escasa capacidad de inversión de éstos. Y el problema, más allá, es que la materia prima es carísima. Mientras en Brasil la tonelada de caña de azúcar cuesta 15 dólares, y en EU 20, en el nuestro sale a 40.
Ahora que otra de las cartas en la mesa sería la producción de etanol para utilizarlo como combustible u oxigenante en las gasolinas. El caso es que el rendimiento por kilómetro de éste es inferior al de los combustibles fósiles 30%, lo que obligaría a venderlo más barato que éstos.
Estamos hablando, quizá, de cinco pesos por litro, lo que se volvería incosteable dado el precio a que se consigue la caña.
De hecho, las plantas productoras del combustible para exportación instaladas en el norte del país están utilizando como materia prima la caña de maíz, cuyo costo de producción por galón es de 1.04 dólares? frente a los 2.40 a que llega la derivada de caña de azúcar o los 3.48 del azúcar cruda.
Ahora que entre el dicho y el hecho podrían pasar años para que los ingenios estuvieran en opción de modificar sus esquemas de producción. Digamos que 2008 nos alcanzó con los dedos en la puerta ante la incapacidad del gobierno de reconvertir una industria de la que dependen 2 millones de mexicanos.
De hecho, a menos de 60 días del final del absurdo gobierno foxista, se acaba de sustituir al director general del Fideicomiso que administra los ingenios expropiados, justo la entidad que reordenaría el mercado.
Ahora que la burbuja provocada por la escasez del dulce en Estados Unidos al fragor de los estragos a los campos agrícolas causados por los huracanes Stan y Katrina, a cuya vera se logró exportar 850 mil toneladas, se convirtió en botín de especuladores.
Del tamaño de la acción habla el sobreprecio de 25% alcanzado por el dulce. Más aún, tan no le llegó la derrama a los industriales, que éstos le deben aún el equivalente a 20% de la factura global por la caña a los productores. Nocaut a la actividad más intensiva en mano de obra del país.
Balance general
Frescas aún las heridas provocadas por el paro ilegal de cinco meses promovido por el Sindicato de Trabajadores Mineros, cuyas pérdidas se calculaban en más de mil millones de dólares, la Siderúrgica Lázaro Cárdenas-Las Truchas (Sicartsa) confronta un amago similar. La posibilidad de repetir la dosis la analizaba una asamblea de trabajadores el fin de semana pasado, a pretexto de que en sentido contrario a las promesas de la Secretaría de Gobernación a cuya fe se terminó el paro, el gobierno sigue hostigando a su líder, Napoleón Gómez Urrutia.
El golpe llegaría justo cuando la firma está en tratos con la empresa hindú Arcelor Mittal para venderle 49% de su capital.
La firma que encabeza Lakahmi Mittal, el quinto hombre más rico del planeta, es propietaria de la empresa Steel Mittal, conocida por años como Siderúrgica del Balsas, ubicada en la misma zona de Sicartsa, es decir, el puerto michoacano de Lázaro Cárdenas.
El amago alcanza a la firma sin haber logrado aún restablecer 100% su producción, dadas
las reparaciones que debieron hacerse al alto horno conocido como Eréndira.
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Las señales indican que se agotará el sexenio sin que Petróleos Mexicanos resuelva el conflicto que enfrenta con la empresa fabricante de aceites y lubricantes Bardahl, propiedad de Sergio Díaz, cuyos productos no pueden venderse en las gasolineras merced a un contrato de exclusividad pactado con la empresa Mexicana de Lubricantes (MexLub).
De acuerdo con una resolución judicial ratificada por una sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el pacto, firmado a la privatización de la firma propiedad de Salvador Martínez Garza, es contrario a lo dispuesto en el artículo 10 de la Ley Federal de Competencia Económica.
La empresa beneficiada, de la que es propietaria minoritaria la propia paraestatal, ha logrado con mil argucias legaloides eludir no sólo ésta, sino una resolución de la propia Comisión Federal de Competencia que la obligaba a desmantelar la práctica monopólica?
Ahora que Pemex se ampara para soslayar al asunto en los litigios que enfrenta a su vez con la compañía de la discordia.
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Cementos Mexicanos invertirá 460 millones de pesos para ampliar la capacidad instalada de su planta en Puebla, cuya producción actual alcanza 3.2 millones de toneladas al año.
La idea es ampliar el horizonte a 7.6 millones.
Adicionalmente, el emporio encabezado por Lorenzo Zambrano acaba de iniciar trabajos de reconfiguración de su planta en Tepeaca, para convertirla en la más grande y moderna en su ramo de América Latina. Y si le seguimos, también está en vías de ampliación la capacidad instalada de la planta conocida como Yaqui, ubicada ésta, naturalmente, en Sonora.
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La Concamin le concedió por segunda ocasión a la empresa de capital suizo Holcim Apasco su premio denominado ?Ética y Valores de la Industria?, en reconocimiento a su administración basada en valores, en términos de derechos humanos, relaciones laborales, preservación del medio ambiente, prevención de negocios ilícitos, mejores prácticas corporativas y civismo empresarial.
La presea la recibió de manos del presidente Vicente Fox el director general de la firma, Pierre
Freidevaux.
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