Pendiente aún el punto final de su largo litigio con los propietarios de los Almacenes Blanco, la cadena de tiendas Gigante pretende revivir viejas glorias que reivindiquen la razón social que le dio objetivo, vía una sacudida estructural.
De entrada, en afán de no rezagarse frente a la nueva estrategia de competidores como Wal Mart, Comercial Mexicana, Soriana o Coppel, la empresa mercantil está en vías de colocar en la mesa una solicitud para operar un banco en su red? en sociedad con alguna sociedad crediticia del exterior.
Más allá, en un audaz golpe de timón, tras despedir a los empleados de mayor antigüedad, la firma está vendiendo sus reservas territoriales para operar en estricto bajo contratos de arrendamiento.
Y aunque desde un ángulo la expansión se mantiene intacta, desde otro se cerraron las unidades de negocios ubicadas como poco rentables.
A la construcción, pues, durante el segundo trimestre del año de cuatro unidades Superprecio, una bodega Gigante, dos unidades Office Depot y cuatro Radio Shack, se replicó con el cierre de cinco establecimientos: dos Super Gigante, dos Superprecio y un Office Depot.
Por lo pronto, la cadena alcanza ya un millón 100 mil metros cuadrados de piso de venta integrado por 581 unidades, es decir 271 tiendas de autoservicio en los formatos Gigante, Bodega Gigante, Super G y Super Precio; 120 Office Depot; 132 tiendas Radio Shack, y 58 cafeterías y restaurantes Tocks.
La nómina, pese a la purga, alcanza 32 mil plazas directas en todo el país.
La apuesta para este año es de 900 millones de pesos, destinados a la apertura de 10 nuevas tiendas y a la remodelación de 16 existentes.
Ahora que a contrapelo de las críticas hacia su principal accionista, Ángel Lozada, a quien se acusa de orientar el grueso de sus apuestas hacia sus negocios hoteleros, con énfasis en la cadena Presidente Intercontinental adquirida a la privatización de la empresa pública Nacional Hotelera, la cadena mercantil acaba de profesionalizar su Consejo de Administración en concordancia con el Código de Mejores Prácticas de Gobierno Corporativo y la nueva Ley del Mercado de Valores.
Colocada como una de las emisoras de la Bolsa Mexicana de Valores, la última incursión importante de Gigante en el mercado fue una colocación internacional de papeles de deuda bajo la garantía de sus activos inmobiliarios.
En su intento de resurrección la cadena ha instrumentado una campaña denominada "Trabajamos para ser tu tienda favorita", en la que se incluyen desde la adopción de nuevas tecnologías y procesos como la colocación de etiquetas electrónicas en la mercancía y la expedición de facturas en línea, hasta la reestructuración de sus pasivos y el fortalecimiento de sus finanzas.
La sacudida incluye el reposicionamiento de sus tareas de marketing; la introducción de nuevos programas de capacitación para sus empleados, y la introducción de nuevos centros de distribución y tecnologías aplicables.
En paralelo, se ha creado el proyecto "Transformación" que busca llevar al 100 por ciento los lineamientos de gobierno corporativo; reducir el gasto de sus oficinas corporativas; mantener una campaña permanente de cierre de tiendas improductivas, y probar los modelos de formatos definidos.
Por lo pronto, la remodelación de tiendas alcanza ya 18 unidades.
Y por lo pronto, en su intento de regresar al podium Gigante lanzó en junio pasado una campaña de promociones especiales con mercancía a tres por dos o dos por uno, cuya oferta se evaluará en los resultados del tercer trimestre de año.
¿Otra vez Gigante?
Balance general
En lo que apunta al segundo acto en los intentos de cortarle las alas a las empresas cementeras mexicanas en Estados Unidos, tras haberse cancelado el pago de un impuesto compensatorio que las castigó durante más de una década, la empresa texana Metro Mix of El Paso Inc. está colocando en la mesa una nueva acusación por supuestas prácticas desleales en su modalidad de dumping o precio inferior al del mercado de origen.
La demanda colocada en una corte estatal apunta hacia Cementos Mexicanos y Cementos de Chihuahua.
Textualmente se acusa a las firmas encabezadas por Lorenzo Zambrano y Federico Terrazas de haberse confabulado para sacar del mercado a la demandante en el mercado de El Paso.
Las audiencias se inician la próxima semana.
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Volcadas las fanfarrias hacia el cumplimiento de las compañías aseguradoras en el pago de las pólizas de los afectados por el huracán Wilma que devastó hace un año las costas del Caribe mexicano, pareciera que nadie se acuerda ya de los daños provocados por Stan , cuyo efecto arrasó con la parte sur de Chiapas, con énfasis en Tapachula.
De acuerdo al recuento de las aseguradoras, estamos hablando de mil 246 siniestros, frente a los 19 mil 564 provocados por Wilma, con la novedad que los pagos se han dado en cuentagotas.
El monto total de los daños de calcula en 160 millones de dólares.
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Donde está a peso la rebatiña por la titularidad de cara al nuevo gobierno es en Petróleos Mexicanos. Los tiradores en línea son por lo menos cinco, a la cabeza de los cuales se ubica el actual director general de la Comisión Federal de Electricidad, Alfredo Elías Ayub, a quien apoya el Colegio de Ingenieros.
Más allá, se ubica el ex senador Carlos Medina Plascencia, quien como el Ave Fénix resucitó de entre sus cenizas para regresar a la política tras anunciar su retiro definitivo.
El tercero en la lista es el actual secretario de Energía, Fernando Canales Clariond. El cuarto, de no regresar a esta dependencia, es el representante del fondo de inversión Carlyle en México, Luis Téllez.
Ahora que se habla de la posibilidad de repetición del actual director general, Luis Ramírez Corzo, aprovechando la buena relación que mantiene con el sindicato petrolero.
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De enfrentarse el grupo Modelo a una eventual oferta de la participación que mantiene en su capital la firma estadounidense Anheuser Busch al ser adquirida ésta por el fondo de inversión Edward Lampert's, tendría que hacer malabares financieros para ejercer su derecho de preferencia.
De entrada, se calcula que solicitaría un préstamo bancario a tasa no necesariamente laxa para cubrir el faltante de sus existencias en caja de los cuatro mil 200 millones de dólares en que se tasaría sólo la participación de 23.15 por ciento de su socio en la controladora de la firma, el grupo Diblo.
Como le decíamos el terremoto está a la vista.
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En lo que parece tesón por seguir la huella de Petróleos Mexicanos en materia de sobreendeudamiento, la Comisión Federal de Electricidad colocó ayer en la Bolsa Mexicana de Valores una emisión de Certificados Bursátiles por dos mil millones de pesos.
En copia fiel del original, la garantía del gobierno federal provocó que se volcaran las posturas de los inversionistas, llegando a una demanda de papeles por seis mil 626 millones de pesos.
La meta es alcanzar líneas de financiamiento por siete mil millones de pesos, intermediadas por los bancos Bancomer, HSBC e Ixe.
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