De no atorarse alguno de los engranes de la maquinaria burocrática, esta semana, finalmente, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes expedirá las reglas del Acuerdo de Convergencia que permitirá a las empresas de televisión por cable acceder al ?triple play?: video, transmisión de datos y telefonía La exposición de motivos apuntará hacia el argumento más noble: la posibilidad de reducir 40 por ciento los costos al público de los dos últimos servicios.
Casi el paraíso.
El asunto, empero, provocará un enfrentamiento frontal de la dependencia con la más poderosa empresa privada del país, Teléfonos de México, al marginársele de la posibilidad de reciprocidad, es decir ofrecer a su vez servicios de tv por cable.
Peor aún, hete aquí que de acuerdo a una resolución de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, avalada por la Comisión Federal de Competencia, a partir del año próximo existe la obligación de portabilidad, es decir los usuarios mantienen su número sea cual sea la empresa que les preste servicio de telefonía. De hecho, la firma de Carlos Slim Domit habla de un complot en su contra? por parte de la dependencia pública que más ha favorecido su causa durante el actual sexenio.
Lo cierto es que la SCT se apegará fielmente a la opinión de la Comisión Federal de Competencia sobre el asunto, en cuyas telas de sus dos recomendaciones coloca a la compañía hegemónica que acapara el 94 por ciento del mercado de telefonía en el país en la cola, es decir primero abres tus redes y luego le entras al negocio.
En la experiencia internacional, mientras en el Reino Unido de la Gran Bretaña a la empresa dominante, British Telecom, se le prohibió utilizar su red para televisión de paga con la apertura en un lapso de 10 años, a la Telefónica española se le cerró el paso durante dos años. Ahora que desde el plano legal, para que Teléfonos de México accediera al triple play debería modificarse el Título de Concesión con que opera, dado que en una de las cláusulas de la comisión 1.9 se le prohíbe expresamente ofrecer servicios de televisión restringida.
En contraste, aprobada en 1995 la Ley Federal de Telecomunicaciones se creó la figura de la red pública de telecomunicaciones, a cuya vera se permite ofrecer cualquier servicio adicional al de la televisión que pudiera caber en el espectro radioeléctrico.
Más aún, la posibilidad para las empresas de televisión por cable se clarificó legalmente en 1999? por más que debieron pasar cuatro años para que la SCT expidiera la resolución correspondiente? que ratificó en un Acuerdo de Convergencia la Comisión Federal de Telecomunicaciones.
De hecho, desde el 2004 las cableras establecidas en Tijuana ofrecen servicios alternos de telefonía sin mayor problema.
Ahora que la argumentación de la Comisión Federal de Competencia minimiza el impacto que pudiera tener el triple play para Telmex, dada su asimetría mayúscula con las empresas cableras, cuyos suscriptores alcanzan apenas 464 mil en la ciudad de México y zona metropolitana; 135 mil en Guadalajara; 112 mil en Monterrey; 65 mil en Puebla, y 56 mil en Toluca.
En total, estaríamos hablando de llegar a 1.7 millones de hogares? frente a los 16.3 que alcanza Telmex en telefonía fija.
Sin embargo, la firma de Carlos Slim Domit considera injusto que las cableras se suban sin mayor costo a una red en la que invirtió miles de millones? de dólares.
Más aún, considera que la convergencia beneficiaría a sólo tres grupos hegemónicos que concentran el 75 por ciento del mercado, en un escenario en que se imponen uno y otro amparos para cerrar el paso a nuevos concesionarios.
Adicionalmente, se aduce que los cableros no han invertido un centavo en mejorar sus redes, por más que desde hace tres años tienen la posibilidad jurídica de actuar como curriers de carrier, ni se les está exigiendo programa alguno de inversión o de cobertura.
Por lo demás, alega que el servicio de televisión restringida se ofrece a costos altísimos para los usuarios, convirtiéndose en los más caros del planeta.
Lo cierto, sin embargo, es que para los cableros los 23 dólares mensuales que se cobran en promedio para tener acceso a 70 canales contrasta con los 31.50 que exige la empresa Cox en Estados Unidos? por 56 canales, o 48 de la firma Conca por 53 canales, en paralelo a los 28 de Costa Rica, por 75 canales.
Ahora que paradójicamente Telmex se topó con una inesperada palmada en la espalda de sus rivales, al exigir Alestra que se impongan a los cableros una serie de condicionantes para permitirles el triple play; Pegaso, a su vez, pide aguantar dos años la apertura, y Axtel cuatro, ?para exigir una eficiente interconexión e interoperabilidad?.
El jaloneo, como se ve, será de antología.
Por lo pronto el gigante está en espera de lanzar el manotazo.
Balance general
La noticia es que el fondo Discovery Américas que maneja el ex secretario de Hacienda, Pedro Aspe Armella, cerró ayer su tercera gran inversión en el país. Estamos hablando de una participación minoritaria en la empresa de servicios de asistencia Iké, cuyas ramificaciones, a la callada, se extienden a Brasil, Colombia, Argentina y Venezuela.
Fundada por Mauricio Zabala y José Canasi, éste último alguna vez alto ejecutivo de Banamex, la firma de capital 100 por ciento mexicano acumula una cartera de 12 millones de clientes, ofreciendo mil 600 servicios diarios a éstos.
La intención de la alianza es convertir a la compañía en líder de América Latina en su ramo, que alcanza el renglón vial, jurídico, médico, de seguros, funerario y el hogar, es decir lo mismo se resuelve un problema mecánico en la carretera que la posibilidad de reservaciones en un viaje nacional o internacional, la urgencia de un plomero en casa o una emergencia de salud.
Anteriormente el fondo de capital estadounidense había invertido en la creación de dos empresas: Umbral Capital, que dirige el ex banquero Jaime Corredor Esnaola, y Volaris, la empresa de aviación de bajo costo en la que participan como socios la línea aérea centroamericana TACA, Carlos Slim Helú y Emilio Azcárraga Jean.
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Sin tiempo aún de festejar el haber librado, finalmente, después de 12 años, la acusación de exportar con dumping o precio inferior al de su mercado de origen, Cementos Mexicanos podría enfrentar otro proceso similar en Estados Unidos.
Si en el primer caso la acusación partió de cuatro empresas radicadas en Florida, ahora la embestida viene de Texas.
El jaque lo promueve la empresa Metro Mix Paso Inc, con sede en El Paso.
La querella se planteó en una corte estatal, alcanzando también al Grupo Cementos de Chihuahua de Federico Terrazas. La exposición de motivos señala a la letra que las compañías mexicanas se confabularon para sacarla del mercado.
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La Secretaría del Medio Ambiente le entregó a la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero que encabeza Alonso Ancira Elizondo un reconocimiento por el desempeño de sus afiliados en materia ambiental.
El aplauso apunta hacia el manejo de las escorias que se generan en los procesos de producción de hierro, acero y ferroaleaciones, al reciclarlas para preservar canteras.
Entre las empresas a las que se coloca la estrellita en la frente están Altos Hornos de México, Aceros DM, Aceros San Luis, Termium Hylsa, la Siderúrgica Lázaro Cárdenas-Las Truchas, Sidertal y Minera Autlán.
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