Cerrado a medias el expediente de Oaxaca con una cuota de sangre, el gobierno foxista enfrenta otro capítulo al que la negligencia dejó correr hasta convertirlo en foco rojo: el conflicto al interior del Sindicato Minero, en cuyo escenario también hay muertos.
La secuela del dejar-pasar/dejar-hacer para soslayar los problemas, convertida en signo distintivo del régimen, provocó, como usted sabe, una catarata de huelgas en firmas siderúrgicas y extractivas, cuyos daños son aún incalculables.
El asunto llegó ayer al callejón al dictarse un auto de formal prisión al chofer del dirigente ?moral? de la instancia de representación laboral, Napoleón Gómez Urrutia, a quien se acusa de desviar los recursos destinados a prorratearse entre los trabajadores de Mexicana de Cobre y Minera de Cananea, hacia diversas cuentas familiares de su patrón.
Al propio empleado se le descubrió una con un saldo de un millón 600 mil pesos. En total se extrajeron 44 millones de dólares de una cuenta del BBVA/Bancomer, de los 54 millones 84 mil dólares depositados a la extinción irregular del fideicomiso 1096452-6 abierto en el Scotiabank/Inverlat.
La operación-hormiga de extracción la intermedió Consultora Internacional Casa de Cambio.
Lo inaudito del asunto que coloca de espaldas a la pared a Napoleón Gómez Urrutia, es que el traspaso de los recursos otorgados por el grupo Industrial Minera México como pago de las acciones que se le habían cedido a los trabajadores de diversas empresas extractivas a una cuenta a nombre del sindicato, se realizó bajo la sanción de la Secretaría del Trabajo. La firma del entonces titular de la dependencia, Carlos María Abascal Carranza, aparece en el renglón de testigo de honor de la carta de intención firmada el 22 de octubre de 2004, que le abrió la puerta a una futura extinción del fideicomiso, a contrapelo de su carácter de irrevocable.
El texto incluía el desistimiento de las denuncias y querellas que se hubiesen presentado por parte del grupo Industrial Minera México al fragor de una larga huelga que estalló para presionarlo a cumplir la entrega de las acciones de la discordia.
Más aún, la empresa se obligaba a pagar íntegros los salarios caídos.
Colocadas, pues, las fichas a gusto del sindicato, al ubicarse como representante de los fiduciarios a Gómez Urrutia, lo demás fue pan comido, por más que la cláusula sexta del convenio modificatorio del contrato del fideicomiso, firmado dos días después, obligaba a éste a hacerse cargo de la entrega de los recursos a los trabajadores que tuvieran derecho.
De hecho, en su defensa frente a una reclamación planteada ante la Comisión Nacional de Protección y Defensa de Usuarios de Servicios Financieros por el presidente del Consejo General de Vigilancia y Justicia del sindicato, Elías Morales Hernández, el apoderado legal de Scotiabank-Inverlat, Ángel Edgar Cantú Hernández, señaló que el Comité Técnico del fideicomiso fue quien ordenó la extinción de éste, dejándole al sindicato la obligación de realizar la repartición de los recursos entre trabajadores y agremiados de acuerdo con el contrato original. A mí que me esculquen, pues.
Ahora que el convenio avalado por el secretario del Trabajo, quien le había concedido la toma de nota a Napoleón Gómez Urrutia, lo manipuló a su conveniencia éste de cara a los trabajadores. Dicho con todas las letras, se falsificó el original.
De entrada, se señala que el documento fue avalado por el doctor Carlos Abascal, desapareciendo la firma de Juan Linares Montufar como presidente del Consejo General de Vigilancia y Justicia.
Lo más grave, además, es que se eliminó del papel en todas las cláusulas en que se mencionaba, la cantidad objeto de la discordia, es decir los 55 millones de dólares.
Más aún, se alteró totalmente el inciso ?b? de la cláusula tercera, para señalar que el Comité Técnico del fideicomiso se integraría exclusivamente por miembros designados por el sindicato. La manga ancha, pues, abrió la puerta frente a lo que se perfila como un escandaloso fraude.
En calidad de mientras, las acciones legales contra el grupo afín a Gómez Urrutia están provocando el amago a nuevos paros.
Balance general
Más de lo mismo: por lo pronto, la Secretaría de Hacienda está a punto de llevar al MP, vía la Procuraduría Fiscal, una querella por evasión contra Napoleón Gómez Urrutia, quien durante 15 años no presentó declaraciones fiscales.
Al fragor de las pesquisas, tras citarse una y otra vez infructuosamente al presunto infractor, es que se realizaron los cateos en las casas de éste en la ciudad de México y Monterrey. De estimarse fundado el expediente, se congelarían las 22 cuentas a nombre de familiares directos que mantiene el ex dirigente del sindicato minero.
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De lograr Cementos Mexicanos la anunciada compra de la cementera australiana Rinker, cuya carta de intención habla de un precio inaudito de 12 mil 800 millones de dólares, más del doble de los cinco mil 800 pagados por la cementera inglesa RMC, se colocará de golpe como la número uno del mundo en el ramo.
El precio pactado equivale a un sobrecosto de 27% sobre el valor de mercado de la compañía boreal.
La compra más espectacular hasta hoy la había realizado la firma francesa Lafarge, al pagar en 2001 cerca de nueve mil 500 millones de dólares por la británica Blue Circle.
Por lo pronto, Cemex estuvo ayer de fiesta en Nueva York, al concedérsele a su presidente, Lorenzo Zambrano, el honor de dar el campanazo de inicio de sesiones en la Bolsa más grande del mundo, en homenaje a los 100 años de su firma.
Su declaración pareció profética: ?Lo mejor para nuestra compañía está por venir?.
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Joven aún, casi bebé, la Financiera Rural que nació en sustitución del Banco Nacional de Crédito Rural en proceso de liquidación, ya arrastra pérdidas. Al primer trimestre del año presentó un saldo negativo en sus utilidades de 86 millones de pesos.
Más aún, su cartera de crédito vencida alcanza ya 329 millones de pesos. Como recordará usted, la instancia de desarrollo se creó bajo el argumento de borrón y cuenta nueva frente a las pérdidas recurrentes de su antecesor.
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Otro que pisa fuerte el acelerador en el terreno de las adquisiciones es el Grupo Maseca de Roberto González Barrera, quien sumó a su causa el fin de semana a la firma inglesa Pride Vaill Foods, ubicada como líder en la producción de tortillas de trigo, pitas y naan, un pan típico de la India. La transacción la pactó la filial de la compañía, Gruma Internacional Foods, con sede en España.
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Con una inversión de seis mil millones de dólares, la cadena Sport City abrió un nuevo establecimiento de acondicionamiento físico en la zona de Lomas Verdes, con el que suma 26 en la capital del país, Monterrey, Querétaro, Cancún, Puebla, Cuernavaca y León. El listón lo cortaron al alimón el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, y el presidente del grupo Martí, Alejandro Martí García.
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