Patito feo
Lanzadas las fanfarrias al vuelo ante el mediocre crecimiento económico de tres por ciento registrado el año pasado, la letra chiquita, empero, debió consignar un dato estremecedor: la caída de 6.4 por ciento en el sector agropecuario, de Silvicultura y pesca, alguna vez puntal del desarrollo
Y aunque en el desglose el primero de los tres capítulos es quien sale menor librado, con un avance de 1.3 por ciento, el porcentaje está muy lejos del dos por ciento esperado, frente al promedio de 3.5 por ciento mantenido en el sexenio, y a años luz de 7.3 por ciento de 1990.
Digamos que frente al dinamismo en los servicios y el gatopardismo en la producción industrial, el campo se ha convertido en el patito feo de la economía nacional, atacado a triple flanco por una dramática caída de productividad y competitividad; un crecimiento desbordado de importaciones y una creciente disminución de apoyos presupuestales oficiales.
Para este año, por ejemplo, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales sufrió una reducción en su presupuesto para apoyar programas del campo de dos mil 277 millones de pesos; la Reforma Agraria en 411 millones, y la de Hacienda en 346 millones. Y aunque los recursos globales destinados a la Secretaría de Agricultura se incrementaron 5.5 por ciento, para alcanzar 51 mil 68 millones de pesos, la dependencia redujo su disponibilidad de apoyos hacia la Alianza para el Campo, el único programa existente para apoyar la inversión en la materia, en mil 937 millones de pesos.
Metidos al detalle, decreció el monto destinado a desarrollo rural en 891 millones de pesos, y los orientados a programas de fomento agrícola en 794 millones.
Más aún, el Fondo de Apoyo a la Competitividad de las Ramas Productivas redujo su presupuesto en 503 millones de pesos.
Y si le seguimos, el Programa de Infraestructura Hidroagrícola, sectorizado a la Comisión Nacional del Agua, redujo su disponibilidad en dos mil 476 millones de pesos, cifra que representó casi 50 por ciento del total aprobado para 2005.
A quién le importa si hasta el año pasado la disponibilidad de agua en las presas instaladas en las Cuencas Centrales Norte alcanzaba apenas 55.2 por ciento de su capacidad de almacenamiento, en tanto las del Golfo Norte llegaban a 56.1 por ciento; las del río Bravo a 64.6 por ciento, y las del Noroeste a 67.4 por ciento. Ante una mayor urgencia de muletas, pues, menores apoyos presupuestales.
Por lo pronto, hete aquí que hasta septiembre del año pasado habían llegado al sector agropecuario inversiones externas por sólo 2.5 millones de dólares, es decir menos de 0.1 por ciento del total que hasta entonces había registrado el país. Por lo pronto, además, el pronóstico más optimista de crecimiento del sector para este 2006 habla de dos por ciento, es decir la mitad del registrado en 2004.
Y aunque se espera que la producción de cárnicos alcance un crecimiento de tres por ciento, fundamentalmente en el terreno avícola, no se espera rebasar los diez mil millones de litros de leche de 2005.
Más allá, si bien la producción de huevo crecerá más de cuatro por ciento, no se avizora mayor dinamismo en la producción de maíz, frijol, caña de azúcar, plátano, sorgo, café, cereza, limón, mango, papa, chile verde, soya, tabaco, trigo y sorgo forrajero, cuya caída en las cosechas del año pasado se atribuyó a los estragos de los huracanes Stan y Wilma.
Y si bien a partir de la vigencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte las exportaciones agropecuarias han venido creciendo a una tasa promedio cercana a diez por ciento, el mayor dinamismo se concentra en los productos agroindustriales, por más que 55 por ciento del total se ubica sólo en diez de ellos, y el 37 en dos: cerveza y tequila.
El resto, en porcentajes decrecientes, se aglutina en carnes procesadas; productos de panadería; vegetales congelados; vegetales en vinagre; derivados de café; fresas congeladas, y cigarros y puros.
En el caso de las ventas agropecuarias a los mercados externos, 18 productos participan con 88 por ciento del total, de los cuales nueve acaparan 70 por ciento. Estamos hablando de tomate, pimiento morrón, calabacita, bovinos en pie, cebolla, aguacate, café en grano y limón sin semilla.
El primero concentra 19.3 por ciento de la factura total.
Del otro lado de la moneda, aunque 2005 fue un año atípico al disminuir siete por ciento el valor de las importaciones de cereales y más de diez por ciento el de las oleaginosas, el déficit en la balanza comercial agropecuaria se ubicó en dos mil 500 millones de dólares. Seguimos, pues, comprando más de lo que vendemos. El énfasis en las compras del exterior se ubicó en carne y despojos comestibles; leche y productos lácteos, y preparaciones alimenticias diversas.
¿Se acuerda usted cuando la demagogia hablaba de que en el campo está el futuro de México?
Balance general
La paradoja del caso, frente a la disminución de dos mil 476 millones de pesos en el presupuesto para el Programa de Infraestructura Hidroagrícola de que hablábamos, es que el gobierno foxista gastará mil 500 millones en la organización del Foro Mundial del Agua a celebrarse el mes próximo en el Centro de Convenciones Banamex.
Y conste que hablamos sólo del costo de viáticos, hospedaje y en algunos casos honorarios de los ponentes de 59 países que acudirán al evento? es decir no se incluye la seguridad reclamada, en un escenario en que se espera el arribo de al menos tres mil altermundistas furiosos por los programas de privatización del vital líquido.
Total, dicen los organizadores, qué tanto es tantito frente al orgullo de ser el primer país latinoamericano en organizar un evento de esta naturaleza? por más que sería apenas el cuarto realizado.
¿Sabía usted que ninguna nación quiere organizar una ronda más de la Organización Mundial de Comercio, tras el costo multimillonario de la última realizada en Hong Kong?
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A propósito, hete aquí que la imposibilidad de capitalizar al Fideicomiso de Infraestructura (Finfra) radicado en el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) ha retrasado los proyectos para lanzar a todo galope los programas de participación privada en materia de producción, distribución y administración de agua potable, bajo el esquema de las PPS, es decir entidades públicas, privadas y sociales.
El obstáculo, desde otro ángulo, obligó a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes a recortar de
22 a 16 el número de concesiones a otorgarse este año para construir y operar carreteras privadas de cuota. Como usted sabe, de acuerdo con el curioso marco que maneja la dependencia, pese a que el gobierno no tiene mayor vela en el entierro frente a las ganancias generadas al operar las carreteras, está obligado a realizar una aportación inicial para el financiamiento de las obras. Ahora que el ganador de la pelea será aquella empresa que le pida menos.
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Con afán de fortalecer su presencia en Estados Unidos, Cementos Mexicanos invertirá 220 millones de dólares en la construcción de un nuevo horno en su cementera Balcones, ubicada en New Braunfles, Texas. La obra estará funcionando en 2008.
El financiamiento de la inversión se realizará con recursos propios, dado el elevado flujo de efectivo de la firma encabezada por Lorenzo Zambrano, cuyo monto alcanza dos mil 400 millones de dólares.
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