Latente la amenaza de un nuevo embate brutal de la naturaleza, a casi un año de la irrupción violenta del huracán ?Stan? en el sureste, los estragos en la vía del ferrocarril Chiapas-Mayab, una de las líneas cortas del sistema de carga férrea del país, permanecen intactos. Volcada la atención del Gobierno Federal en reconstruir las zonas hoteleras de Cancún e Isla Mujeres, afectadas a su vez por el huracán ?Wilma?, el expediente fue caminando hacia atrás hasta lanzarse al montón.
A quién le importan las promesas de atención expedita. A quién le importa la prominencia estratégica del troncal para el comercio y la actividad productiva de la zona del Soconusco. A quién le importa si a la clientela de éste le cuesta tres millones de pesos mensuales adicionales enviar la carga por vía terrestre.
Lo inaudito del asunto es que a la pasividad del gobierno federal se suma la indolencia del gobierno de Chiapas? a cuyos funcionarios se acusa de ser socios de empresas transportistas locales. De hecho, desde el inicio del gobierno de Pablo Salazar Mediguchía se han lanzado una y otra andanadas contra la empresa concesionaria de la línea corta, es decir Genesse & Wyoming, a quien se acusa de complicidad en el tráfico ilegal de centroamericanos hacia el país, en busca del sueño americano.
En el absurdo, incluso, se intentó obligar a la empresa a colocar guardias privados en los trayectos? lo que habría duplicado su nómina.
El caso es que la furia de ?Stan? provocó daños en un tramo de 283 kilómetros de vía, deslavándose ocho puentes, por más que deben reconstruirse 56 más, entre el poblado de Arriaga y Tapachula y cortándose el acceso de Tonalá a Ciudad Hidalgo y el puente internacional de Tecun Uman de Guatemala, a cuyo territorio la empresa tiene acceso a una área de 20 kilómetros.
Los peritajes hablan de la exigencia de reconstruir por completo al menos cinco kilómetros de vía.
El percance dejó varados a 537 furgones de carga, de los cuales 128 pertenecen al propio ferrocarril Chiapas-Mayab; 167 son propiedad de la Nación; 179 de particulares nacionales, y 68 de compañías extranjeras.
Y aunque hasta hoy la empresa ha logrado mover con recursos propios a 16 locomotoras y 118 furgones, hete aquí que la delegación estatal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes le impuso un cobro de 2.5 millones de pesos por las maniobras, además de obligar a confinar a los equipos a patios especializados, pese a que la carga no representa ningún riesgo para la población.
La operación se realiza por medio de grúas. El hecho es que ante la presión de la compañía y los usuarios, con énfasis en Petróleos Mexicanos y media docena de firmas cementeras, el director del Centro de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de Chiapas, Ernesto Jáuregui Asomoza, se decidió finalmente a plantear un presupuesto de 200 millones de pesos para la reconstrucción? que debería pagar Genesse & Wyoming, por más que las vías son propiedad del gobierno federal.
Tras un largo estira y afloja que se llevó varias semanas, finalmente se acordó que el gobierno federal pagaría 150 y el resto la firma concesionaria.
Aceptado el trato, empero, habría un nuevo obstáculo: la realización de los proyectos ejecutivos correspondientes, cuya tarea, a juicio del funcionario, se llevaría al menos cinco meses más?
Tras otro jaloneo, sin embargo, se aceptó que el ferrocarril Chiapas-Mayab los realizara.
Ahora que entre el dicho y el hecho la reconstrucción se realizaría en un lapso de cinco a siete meses? digo si la partida se logra liberar antes de la llegada del nuevo gobierno.
Lo patético del caso frente al tortuguismo de la autoridad, es que el ferrocarril Chiapas-Mayab representa el único vínculo de carga a bajo costo entre seis estados del país: Yucatán, Campeche, Chiapas, Tabasco, Veracruz y Oaxaca. Privatizado en 1999 por el gobierno zedillista como el último de los troncales en que se dividió el sistema ferroviario nacional, la ruta alcanza 321 kilómetros con derecho de paso hacia Coatzacoalcos y Salina Cruz, vía el Ferrocarril del Sur, pasando por los puertos estratégicos de Progreso, Minatitlán y Madero. El Chiapas-Mayab opera desde 1920.
Entre los productos que transportaba el ferrocarril fragmentado están cemento, maíz, arroz, azúcar, combustible, diesel, gas propeno y fertilizantes, en un escenario de conexiones hacia Centroamérica y el centro del país.
El abandono, pues, es inexplicable. Primero los ricos.
Balance general
Las señales indican que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes le está poniendo la mesa a Teléfonos de México para impedir, por la vía del amparo, que las empresas de televisión por cable puedan ofrecer servicios de telefonía y transmisión de datos al cobijo del Acuerdo de Convergencia expedido por la Comisión Federal de Telecomunicaciones.
Hete aquí, que discretamente, en las reglas que se preparan para acceder al llamado triple play (voz, datos y vídeo), la dependencia encabezada por Pedro Cerisola deja entrever que con solo solicitarlo por escrito la firma de Carlos Slim Helú podría exigir la modificación del Título de Concesión con que opera? en que expresamente se le prohíbe ofrecer servicios de televisión restringida. Estamos hablando de una de las cláusulas de la comisión 1.9.
Bajo esa perspectiva, la firma hegemónica no tendría obstáculo alguno para reclamar inconstitucionalidad en el acuerdo administrativo que planteará en los próximos días la dependencia, al impedírsele entrar en televisión, mientras los cableros llegan a telefonía e internet.
La petición de modificar el Título de Concesión, para preparar el escenario, la habían hecho pública previamente las compañías telefónicas que compiten con Telmex.
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A propósito, resultó patética la escena de un desesperado Pedro Cerisola convocando urgentemente a sus ayudantes a llevarle una camisa limpia al Club de Industriales donde comía el lunes pasado, tras haber derramado la copa de vino con que brindaba alegremente.
La prisa era por una cita que tenía el funcionario en la residencia presidencial de Los Pinos.
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A la callada, la Comisión Federal de Competencia le acaba de ganar un largo litigio a Teléfonos de México que lo obliga a cubrir una multa de cuatro millones 741 mil 875 pesos que se le aplicó hace cuatro años ante la negativa de interconectar a Avantel para ofrecer circuitos y líneas privadas de larga distancia.
Lo interesante del asunto, más que el monto del castigo, es el precedente que se crea para legitimar las sanciones que impone la dependencia en lucha contra las prácticas monopólicas. Amparada Telmex por un juez federal, la protección fue anulada por decisión del Sexto Tribunal Colegiado.
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A la letra, el hebdomadario del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado que encabeza el presidente de Kimberly Clark México, Claudio X. González, señala en un furibundo editorial que ?a pesar de los altos costos políticos que él mismo se ha provocado, Andrés Manuel López Obrador está convencido de ser el Mesías mexicano y de que su lucha está ampliamente justificada?.
El texto, tras calificar al candidato de la coalición por el Bien de Todos de ?Robin Hood contemporáneo en contra de los banqueros, los tecnócratas y las ?monstruosas? políticas neoliberales del presidente Fox?, señala que la oportunidad se seguirá explotando en tanto la ayuda social que reivindique a los pobres no sea atendida. La andanada salpica al magnate Carlos Slim, a quien se ubica como puntal para la restauración del centro histórico de la metrópoli, uno de los logros de López Obrador como Jefe de Gobierno. Los calificativos ruedan por docenas.
Como recordará usted, González fue asesor para Inversiones Extranjeras del ex presidente Carlos Salinas De Gortari.
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