¿Y las cuentas?
Convocados por un despacho especializado para analizar la viabilidad de integrar una Sociedad Financiera de Objeto Limitado que apuntale sus proyectos de tecnificación de la zafra, un grupo de dirigentes cañeros presumía, en diciembre pasado, finísimos relojes de pulso en sus muñecas.
Convocados por un despacho especializado para analizar la viabilidad de integrar una Sociedad Financiera de Objeto Limitado que apuntale sus proyectos de tecnificación de la zafra, un grupo de dirigentes cañeros presumía, en diciembre pasado, finísimos relojes de pulso en sus muñecas.
-Nos los regalaron los del gobierno, decían espontáneamente, al tiempo que describían con exceso de detalles la fiesta, bañada con champaña, con que se despidió el año viejo.
?Los del gobierno? son los funcionarios responsables de administrar los ingenios expropiados el 3 de septiembre de 2001, vía el Fideicomiso de Empresas Expropiadas del Sector Azucarero (FEESA), al que en el inaudito de la temporada se le dio etiqueta de privado.
?Los del gobierno? son los héroes que tras el golpe de fuerza del gobierno foxista reconvertirían las supuestas ruinas recibidas en unidades de producción tecnificadas, modernizadas y listas para incrementar al infinito su catálogo de productos... para venderlas en 18 meses a otros particulares. ?Los del gobierno? son los genios empresariales que generarían las utilidades necesarias para sacar del agujero financiero a los 27 ingenios expropiados, a cuyo galope se pagarían las cuentas pendientes de pago... empezando por los cargos a favor del propio régimen, entre ellos los derivados de la privatización de las unidades productivas durante el régimen salinista.
?Los del gobierno?, 52 meses después, no le pagaron un centavo de cuotas pendientes al Instituto Mexicano del Seguro Social.
Revertida la expropiación tras la victoria jurídica del Grupo Azucarero Mexicano (GAM) y la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que le abre el camino de regreso al Grupo Machado y al Grupo Santos, llegó, pues, la hora de hacer cuentas... por más que al gobierno le queden aún 12 de los 27 ingenios.
Estamos hablando de los nueve que tenía el Grupo Azucarero Escorpión, quien tras la huida del país de su presidente, Enrique Molina Sobrino, acusado de delitos fiscales, no pudo realizar una defensa jurídica exitosa que obligara al gobierno a demostrar la utilidad pública de la medida.
Estamos hablando de los dos que le regresó el propio GAM a título de ?dación en pago? por adeudos pendientes, y de uno de los dos que el gobierno expropió en falso, dado que los había incautado previamente la Secretaría de Hacienda.
De entrada, el Jurídico de la Presidencia de la República está obligado a explicar de qué artes se valió el gobierno para justificar la inclusión de empresas expropiadas en fideicomisos privados constituidos en Nacional Financiera, es decir el FEESA y el FICO (Fideicomiso Comercializador)... a los que se inyectó recursos públicos. El capital-semilla aportado por la Secretaría de Agricultura fue de 3 mil 500 millones de pesos.
Naturalmente, en el absurdo de fondos privados operados con recursos públicos, hasta hoy ni la Secretaría de la Función Pública ni la Auditoría Superior de la Federación, vamos, ni el órgano de control interno de Agricultura, han podido realizar una auditoría de fondo.
A quién le importa si en agosto de 2003 las secretarías de Hacienda y de la Función Pública expidieron un lineamiento conjunto que en el papel permitiría la acción supervisora de la Auditoría Superior de la Federación.
A quién le importa, más allá, si en marzo del año pasado el Senado de la República aprobó una reforma a diversos ordenamientos, cuyo objeto práctico era permitir la intervención del órgano de vigilancia de la Cámara de Diputados en fideicomisos públicos o privados, argumentando que éstos dejan de ser tales cuando se les inyecta un solo peso de recursos públicos. Ahora que, desde otro ángulo, la rendición de cuentas debería empezar por explicar a la opinión pública por qué no se transparentaron los activos expropiados, a fin de validar las cuentas a la hora de la extinción de los fideicomisos... o de regresarle los ingenios a los particulares.
¿Qué pasó, por ejemplo, con las 50 mil toneladas de azúcar que tenía en sus inventarios el ingenio de Zacatepec, cuyo valor arañaba los 20 millones de dólares?
Del otro lado de la mesa, ¿cuánto valen la maquinaria y equipos que se compraron para mantener funcionando las unidades productivas?
¿Qué traigan más champaña?
Balance general
La noticia es que quien compró la mitad de las acciones de Televisa colocadas en venta el fin de semana pasado por la vicepresidenta de la firma, María Asunción Aramburuzabala, fue el magnate Bill Gates, sembrado por la revista Forbes como el hombre más rico del planeta.
El presidente de Microsoft adquirió exactamente 30 millones de Certificados de Participación Ordinaria (CPO) del paquete total colocado por la mujer que a su vez se ubica como la más rica del país.
Marisún le avisó previamente a la empresa su decisión de vender la mitad de su tenencia accionaria, aprovechando el alto precio alcanzado por la acción tras haberse sentado durante cinco años con los papeles, en un escenario en que de pronto parecía que perdería hasta 200 millones de dólares.
¿Se acuerda usted cuando el precio de los CPO de Televisa se ubicaba en 37 dólares, al fragor del bache en que había caído la firma de Emilio Azcárraga Jean tras la recomposición accionaria del emporio?
Como usted sabe, la esposa del embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza, vendió en 48 dólares cada unidad, lo que le habría redituado 240 millones de dólares... más los 75 millones recibidos en diciembre por otro piquito. El premio, dicen, por creer en la televisora.
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A la callada, los hermanos Lance de la Parra salieron hace unos días de la cárcel de Monterrey, donde habían sido recluidos en diciembre pasado, acusados por el grupo financiero Banorte de intento de fraude.
Como recordará usted, los herederos de Manuel Lance de la Torre, alguna vez dueño de la empresa harinera Tres Estrellas, plantearon hace un lustro una querella contra la instancia financiera encabezada por Roberto González Barrera, en reclamo de 8.6% del capital de ésta.
La exposición de motivos hablaba de que el desaparecido empresario había acumulado un porcentaje idéntico de la casa de bolsa Afin, con cuyo concurso se constituyó el grupo financiero. El hecho es que los hermanos encabezados por Manuel Lance de la Parra lograron ganar dos instancias judiciales... que derribó finalmente Banorte con un amparo con etiqueta de definitivo. El litigio se ganó al demostrarse que los papeles habían sido vendidos hace años, incluso antes que Banorte comprara Afin, vía la copia del contrato respectivo y de los cheques expedidos.
El caso es que ahora la acusación se revierte contra los demandantes, a los que se acusa incluso de sobornar a un ex director jurídico del grupo financiero para favorecer su intento. El episodio, pues, no está concluido en su totalidad.
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En la coyuntura del boom en el envío de remesas de trabajadores migrantes mexicanos en Estados Unidos, el Grupo Elektra logró renovar por seis años más su contrato con Western Union... y sus 50 mil puntos de venta en el vecino país.
La alianza, como recordará usted, se pactó hace 10 años, lapso en el cual los envíos han alcanzado más de 9 mil millones de dólares.
albertobach@yahoo.com.mx
barrancoalberto@prodigy.net.mx
