Lo que apuntaba a un sueño feliz con paisajes multicolores, la posibilidad de garantizar el suministro de energía eléctrica en el valle de México hacia el mediano plazo, se ha convertido en la peor pesadilla para la Compañía de Luz y Fuerza del Centro
Se diría que la empresa pública se internó en un peligroso terreno minado en su pretensión de instalar 20 centrales generadoras con una capacidad de 32 megawatts.
Las bombas estallan lo mismo en la inconformidad de las empresas que participaron en la licitación, que en la incapacidad de Petróleos Mexicanos de suministrar el combustible para accionar las turbinas; la injerencia del Sindicato Mexicano de Electricistas; la falta de planeación; la renuencia de los vecinos?
El paso de la muerte.
La historia llenaría un tomo de la enciclopedia de Ripley:
Hete aquí que convocadas en septiembre del año pasado a la licitación del siglo de la empresa paraestatal, las 14 empresas nacionales y extranjeras que se gastaron en promedio 400 mil dólares en estudios técnicos, armado de propuestas, adecuaciones de sus estructuras de producción y compra de las bases del concurso, se toparon con la sorpresa de que éstas habían sido diseñadas como traje a la medida de una de ellas: General Electric? a quien naturalmente se le levantaría el brazo.
El contrato adjudicado para la primer etapa, que incluía 14 plantas para operar en julio de este año, fue de 409 millones de dólares.
En el intermedio dos de los participantes, es decir Siemens y Turbinas Solar, presentaron ante la Secretaría de la Función Pública sendos recursos de inconformidad, aduciendo que la firma favorecida ya tenía listos los equipos? lo que se corroboró a la letra al entregarse algunos de ellos con cuatro meses de antelación a lo previsto en la ruta crítica. Se diría, pues, que sólo se les hicieron pequeñas modificaciones.
El caso es que negociada con el Sindicato Mexicano de Electricistas la posibilidad de que las 20 plantas previstas fueran instaladas y operadas por los propios técnicos de la firma ganadora, tras garantizar que sólo sería proveedora de la paraestatal, hete aquí que al cambio de dirigencia de éste se desconocieron los acuerdos.
Así, General Electric se topó de frente con que los trabajadores de la empresa pública encabezada por Luis de Pablo participarían en la mano de obra para los trabajos civiles de las plantas? a contrapelo de lo previsto en el contrato.
Naturalmente, el cambio de señales obligaría a renegociar el precio pactado, lo que podría provocar un interminable litigio judicial.
El caso es que por si le faltara leña a la hoguera, la LyFC se topó con otro imprevisto: en algunos de los sitios previstos para la instalación de las plantas la mecánica de suelos no garantiza la solidez suficiente para soportar su peso.
El personal de planeación, pues, salió a comer cuando se decidió instalar los equipos en zonas como Atizapán, Atenco, Cuautitlán, Ecatepec, Iztapalapa, Magdalena Contreras, Aragón, Coapa, Vallejo, Coyotepec y Villa de las Flores.
Y aún hay más, como diría aquél: aunque al lanzamiento del concurso se firmó un Memorando de Entendimiento con Petróleos Mexicanos para garantizar el suministro del gas natural que alimentaría a las plantas, hete aquí que hasta hace unas semanas se concretó la firma de los contratos respectivos, con la novedad que la paraestatal no está en condiciones de garantizar la presión requerida hasta terminar una estación compresora ubicada en Emiliano Zapata, Veracruz? cuya construcción acaba de iniciarse.
Técnicamente el reclamo es de 30 kilogramos por centímetro cuadrado? mientras la oferta actual apenas llega a cuatro.
Y aunque pudiera instalarse en la emergencia una compresora con capacidad mínima de un megawatt, se da el caso que la succión podría ser tan fuerte que se chuparía el gas disponible en la línea de transmisión, con el consiguiente riesgo de colapsar la red que llega a miles
de usuarios, entre ellos casas habitación.
Y aunque en paralelo Luz y Fuerza del Centro ya pactó la distribución del combustible con las empresas Maxigas y Gas Natural México, el problema es que éstas no pueden instalar las respectivas redes de distribución ante la resistencia de los vecinos.
Nadie quiere tener ductos de gas cerca de sus casas ante las trágicas experiencias del pasado.
Por lo pronto, vivo el terror de la pesadilla, la empresa pública ya canceló la posibilidad de una nueva licitación para construir, instalar y operar las seis plantas requeridas para sellar el proyecto.
Lo que no se sabe es qué hará con los recursos que tiene en tesorería para avalar los contratos.
¿Se gastarán en siquiatras?
Balance general
¿Se acuerda usted de Gonzalo Martínez Corbalá, quien fuera embajador de México en Chile cuando el golpe de Estado que derrocó al presidente Salvador Allende, abriéndole las puertas a decenas de solicitantes de asilo político tras la brutal represión de los militares encabezados por Augusto Pinochet?
Bien, pues a la callada el también ex gobernador de San Luis Potosí ha sido comisionado por la Secretaría de la Función Pública y el Congreso para plantear un informe preliminar frente a las acusaciones de tráfico de influencias que pesan contra los hermanos Bribiesca Sahagún, como una suerte de árbitro de buena voluntad.
El dictamen apuntaría, en principio, a determinar la presunta culpabilidad o inocencia de los hijos de Marta Sahagún de Fox, con la novedad de que las pruebas en su contra abruman.
La paradoja del caso es que más allá del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario y el Infonavit, los negocios apuntan hacia Pemex Producción y Refinación y Pemex Gas y Petroquímica Básica, cuyos funcionarios se han negado sistemáticamente a entregar la información
solicitada.
El escándalo, pues, está a la vuelta de la esquina, con un Martínez Corbalá jugándose el prestigio de una limpia trayectoria política.
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En intento de replicar el éxito de su casa de cambio con sede central en Monterrey, Base Internacional se convierte en Base Casa de Bolsa, para atacar, en principio, operaciones de mercado de dinero.
De la magnitud de las transacciones de la intermediaria, que la colocan como una de las tres más fuertes del país en su ramo, hablan los 60 mil millones de dólares que manejó el año pasado.
Inaugurada en 1986, Base ha logrado integrar en su cartera de clientes a empresas como Cementos Mexicanos, Coca Cola Femsa, Teléfonos de México, Nextel, DaimlerChrysler y Grupo Alfa.
Como casa de cambio fue la primera en su tipo en obtener una calificación sobresaliente de solvencia por parte de la principal calificadora de deuda de Estados Unidos, Standard & Poor?s, alabando su ?contínuo fortalecimiento y tendencias positivas en la rentabilidad y niveles de eficiencia?.
La casa de bolsa tiene ya sucursales en la ciudad de México, Guadalajara, Querétaro y Torreón, además de alianzas que le permiten mantener ventanillas en Mérida y
Houston.
La firma es encabezada por los hermanos Lorenzo y Álvaro Barrera
Segovia.
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La orden del coordinador de Innovación Gubernamental de la Presidencia de la República, Ramón Muñoz, ubicado como el número tres en la escala del mando, fue tajante:
?Vamos a empanizar todas las delegaciones?.
Del otro lado de la línea estaba el todavía flamante director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Fernando Flores Pérez, quien acató de inmediato la instrucción.
Ahora que ésta había llegado meses antes a la Secretaría de Desarrollo Social y a la Comisión Nacional del Agua.
Los amarres, pues, estaban listos para apoyar la causa del PAN desde todas las trincheras de apoyo social del gobierno.
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