n Parto de los montes.
n Lanzan la bolita al IFE.
n Televisa va por Paxton.
Aplazada durante un mes al ampararse la firma en el banquillo, la resolución de la Secretaría de Economía frente al procedimiento administrativo contra el Servicio Panamericano de Protección por violar la Ley de Inversiones Extranjeras, ésta se convirtió en un auténtico parto de los montes.
En enérgico manotazo en la mesa, la dependencia conminó a la firma transportadora de valores? a quedarse como está, es decir a mantener prácticamente el 100 por ciento de su capital en manos extranjeras.
He dicho.
Se diría, pues, que el amparo sólo sirvió para darle un toque de emoción al asunto, por más que la firma tenía ya preparado un fondito para hacer frente a una eventual multa por violar el artículo cuarto de la Ley de Inversiones Extranjeras? digo, para taparle el ojo al macho.
Ahora que para dejar bien claro que hay gobierno, la dependencia está advirtiendo a los socios de la compañía conocida como Serpaprosa, entre otros el Citigroup de los Estados Unidos, propietario de Banamex, o los españoles Bilbao Vizcaya Argentaria, dueño de Bancomer, o Santander Central Hispano, de Serfín, que de vender ésta sólo podría hacerlo a mexicanos con cláusula de exclusión de extranjeros.
Digo, si quieren?
De acuerdo a la Secretaría de Economía la firma a la que demandó un fideicomiso de Nacional Financiera en el que se depositaron las acciones de su socio fundador, la estadounidense Brink?s Incorporated, demostró que no podía alcanzarle el marco de la Ley para Promover la Inversión Mexicana y Regular la Extranjera, dado que éste se expidió en 1973? y Serpaprosa nació en 1965, por más que los bancos se incorporaron en 1970.
Más aún, se aduce que si los socios originales: Serfín, que entonces tenía el 13.11 por ciento del capital; Multibanco Comermex y el Banco Nacional de México, con el 9.82; Bancomer, con el 9.50, y los bancos Mexicano Somex y Del Atlántico, con el 6.58 por cabeza, pasaron a manos extranjeras, no es boleto de la denunciada. Es la vida o, si lo prefiere, el destino, pues.
A quién le importa si uno de los artículos de la Ley de Inversiones Extranjeras señale a la letra que los extranjeros no pueden adquirir acciones de una sociedad que a su vez es accionista de otra que se dedique al transporte terrestre nacional de pasajeros, turismo o carga.
A quién le importa si el traspaso de las acciones se realizó a partir de hace diez años, cuando el Banco Bilbao Vizcaya se engulló Bancomer; el Santander a Serfín; el Citigroup a Banamex; el Novascotia a Inverlat, y el HSBC a Bital.
A quién le importa si el artículo cuarto de la Ley para Promover la Inversión Mexicana y Regular la Extranjera estipula a la letra que la actividad está reservada a mexicanos con cláusula de exclusión para extranjeros. A quién le importa si en 2002, en su calidad de auditor externo de Serpaprosa el despacho Mancera Ernest & Young le había advertido a ésta que ?una parte significativa del capital social de la compañía se encuentra indirectamente en poder de los inversionistas extranjeros, ya que éstos son los propietarios de los principales bancos nacionales, que a su vez son los principales accionistas de la firma?.
De hecho, la recomendación hablaba de una reestructura ?que le evite situaciones legales para continuar con el giro de autotransporte de carga federal, limitado a la inversión nacional?. A quién le importa si la querella apuntaba a revisar las operaciones que le permitieron en principio al banco Bilbao Vizcaya adquirir el Mercantil Probursa; al Citibank de los Estados Unidos hacerse de Confía, y al Santander Central Hispano alcanzar al grupo financiero Inverméxico.
Ni modo de llamarles la atención o de a contra los poderosos bancos multinacionales. Por lo pronto, Brink?s Incorporated, reputada como líder mundial en transporte de valores, ya anunció que trasladaría el litigio a otras instancias que no les tiemblan las piernas.
Y por lo pronto, desde el otro ángulo, las carcajadas de los socios de Serpaprosa se escuchan hasta el Palacio Real de España, pasando por el Capitolio de Washington y el Big Ben de Londres. Parto de los montes.
Balance general
De resultar cierta la explicación de Sabritas en defensa de las acusaciones de la Alianza por el Bien de Todos de haber lanzado una campaña para favorecer la causa del aspirante panista a la Presidencia de la República, Felipe Calderón Hinojosa, el Instituto Federal Electoral estaría en serios aprietos.
De acuerdo a la filial de la multinacional Pepsico, éste autorizó los spots en que bajo una supuesta promoción del voto se sugiere ejercer el derecho a favor del candidato de las ?manos limpias?.
El caso es que la fracción I del artículo 46 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales señala a la letra que es derecho exclusivo de los partidos políticos contratar tiempos en radio y televisión para difundir mensajes orientados a la obtención del voto durante las campañas electorales.
Más aún, la fracción XIII señala letra por letra que ?en ningún caso se permitirá la contratación de propaganda en radio y televisión a favor o en contra de algún partido político o candidato por parte de terceros?.
¿En qué, pues, basó el IFE la luz verde? Sabritas, de acuerdo a el sondeo que realiza el IBOPE, y con base en las propias tarifas del IFE en materia de campañas, se habría gastado 16 millones 496 mil 800 pesos a favor de Calderón.
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Mientras deshoja la margarita sobre la eventual venta de su paquete de 11.4 por ciento en la cadena Univisión, por el cual obtendría mil 200 millones de dólares, Televisa, está lanzando sus redes hacia la cadena Paxton, filial de NBC Universal.
Fundada hace 20 años por Bud Paxton, la firma que se alió en 1999 a la poderosa red, está integrada por 60 estaciones de televisión que llegan al 83 por ciento de los hogares de la nación del norte. Su director actual es Brandon Burguess.
Ahora que el interés de la empresa de Emilio Azcárraga Jean se inscribe en los nexos que NBC Universal mantiene con Telemundo, la segunda gran cadena de habla hispana en Estados Unidos, con quien desea abrir un capítulo de coproducciones. La eventualidad, según la empresa de San Ángel, no violaría el contrato que mantiene con Univisión en materia de provisión de contenidos, cuya vigencia se agota hasta el 2017.
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Finalmente surtió efecto la amenaza del grupo Industrial Minera México de cerrar Minera de Cananea como segundo acto de la anunciada paralización de actividades de la mina La Caridad, principal productora de cobre en el país, al abrir los trabajadores una rendija para terminar el paro ilegal en la empresa.
Estamos hablando de cancelar la cláusula del pliego petitorio que exigía el reconocimiento como líder del Sindicato de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana de Napoleón Gómez Urrutia. La condición, empero, es que tampoco se reconozca al Comité Ejecutivo que encabeza Elías Morales, lo que implicaría abrir un procedimiento de elección.
La grieta le abre la puerta a una salida del conflicto que paraliza desde hace más de cinco meses a la Siderúrgica Lázaro Cárdenas Las Truchas, propiedad del grupo Villacero.
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Esta semana, finalmente, Cementos Mexicanos cerrará la venta de su participación de 24.9 por ciento en la empresa indonesa Semen Gresik a la hindú Ragawali Group.
La operación se pactó en 337 millones de dólares.
La posibilidad se abrió al emitirse una resolución de la Corte Internacional de Arbitraje con sede en París, en la que reivindica el derecho de la firma mexicana a deshacerse del paquete ante la negativa del gobierno del país del Extremo Oriente a honrar su compromiso de permitirle alcanzar mayoría.
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