EL SIGLO DE TORREÓN
Como después de un terremoto, la ola azul y amarilla que trajo la elección del domingo pasado comienza a reacomodar las capas políticas en Torreón y en el estado y a perfilar los rostros que dominarán la política local en los próximos años.
El PAN ?ha rebasado sus diferencias y surge como un partido cohesionado y con estrategias electorales superiores a sus contrincantes?, dice el politólogo Lerins Varela, investigador de la Universidad Autónoma de Coahuila.
El PRI, por su parte, ha sufrido una derrota peor que la que padeció hace seis años cuando la victoria de Vicente Fox le arrebató importantes espacios. El domingo volvió a perder las senadurías de mayoría, así como cinco de los siete distritos del estado.
La derrota viene nueve meses después de que el priista Humberto Moreira arrasó en la elección para gobernador con 57 por ciento de los votos. Ahora el tricolor bajó su porcentaje a 31.
?¿Cómo es posible que en tan poco tiempo el capital político que aparentemente tenía el PRI se haya deteriorado tan pronto??, pregunta Roberto López Franco, director de la Facultad de Ciencias Políticas de la UA de C.
En cuanto al PRD, el panorama pinta incierto pues falta ver si logran consolidar el empuje de Andrés Manuel López Obrador en una corriente fuerte.
La victoria de los candidatos de Acción Nacional a diputaciones y senadurías pintan ya un panorama de futurismo en el que los nombres de Jesús de León y Carlos Bracho se barajan para la alcaldía de Torreón en 2009 y el de Guillermo Anaya, ganador de una senaduría, para la gubernatura en 2011.
Por el PRI, uno de los pocos cuadros que sobrevivió es Javier Guerrero, que ganó la diputación por el distrito 02 de San Pedro.