EL SIGLO DE TORREÓN
CD. LERDO, DGO.- Desde hace más de 20 años, los vecinos de la colonia Nueva Jerusalén han lidiado con la falta de pavimento en sus calles y el drenaje, el cual por lo menos dos veces al mes les ocasiona problemas.
Elizabeth Olvera, vecina y ama de casa, comenta que la falta de pavimentación se agrava cada vez que las lluvias se hacen presentes, ya que las calles se vuelven intransitables por lo que es casi imposible entrar o salir de la colonia.
?Tal vez la falta de comunicación que existe entre los vecinos pueda ser un factor que impida los trabajos de pavimentación, pues nadie se pone de acuerdo para acudir a la Presidencia Municipal y solicitar el servicio?, dice la ama de casa.
Para Angelina Reyes López, vecina y representante de los colonos, el problema que existe desde hace más de 20 años con la red de drenaje, es lo que las autoridades deberían reparar cuanto antes.
?Por lo menos dos veces por mes, la red se ve en problemas, por lo tanto las calles se inundan de aguas negras, así como también ciertos hogares?, comenta la ama de casa.
Aunque personal del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (SAPAL), sí ha atendido los llamados de los vecinos cuando el problema surge, ellos piden que esto sea reparado de manera definitiva.
?SAPAL atribuye a la presencia de una quesería en la colonia, la falla del drenaje, además a la falta de una cultura de limpieza entre nosotros los vecinos?, dice Reyes López.
Algunos otros vecinos sugieren que se haga un cambio total de la red de drenaje, antes que piensen llevar a cabo trabajos de pavimentación en el lugar.
Aunque gran parte de los vecinos comentó que las autoridades municipales sólo prometen y no cumplen, confían en que pronto sus necesidades serán escuchadas y algunas de ellas serán resueltas.
Problemas
La colonia Nueva Jerusalén presenta los siguientes problemas:
- Falta de pavimento en gran parte de sus calles.
- Fallas en el alumbrado público.
- La red de drenaje se tapa por lo menos dos veces al mes.
- Lotes baldíos convertidos en basureros.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón