EFE
Santiago de Chile.- Un sacerdote católico chileno fue condenado hoy a quince años y un día de prisión, como autor de la violación reiterada de dos menores con retraso mental, internos en un hogar del que era director, informaron hoy fuentes judiciales.
La sentencia fue emitida hoy por el tribunal penal de la ciudad de Rancagua que el pasado 25 de julio había declarado por unanimidad culpable de los delitos al sacerdote Jorge Galaz Espinoza.
El cura, de 42 años y perteneciente a la congregación "Don Orione", cometió las violaciones cuando era director del hogar "Pequeño Cottolengo", que acoge a menores deficientes mentales en esa ciudad, situada 90 kilómetros al sur de Santiago.
Según el fallo, Galaz Espinoza no podrá optar a beneficios alternativos y se le prohibió de manera perpetua desempeñar cargos públicos.
Durante la lectura de la condena, el cura se mostró tranquilo e incluso recibió el apoyo de varias decenas de personas apostadas en las afueras del tribunal, que dijeron estar seguras de la inocencia de Galaz, que jamás admitió los delitos.
No obstante, el dictamen establece que las pruebas aportadas por el Ministerio Público reúnen los elementos para dar por acreditado "más allá de toda duda razonable" que el clérigo cometió los delitos, entre los años 2004 y 2005.
Según los jueces, la violación reiterada de los menores, de 14 y 17 años, quedó demostrada a partir de los exámenes practicados a las víctimas por tres médicos, que descartaron que las lesiones que presentaban pudieran deberse a una causa distinta.
También el tribunal consideró el testimonio de los propios menores, uno de los cuales tuvo en el juicio una reacción violenta al ver en un monitor de televisión la imagen del cura, mientras que el segundo relató dificultosamente los abusos que sufrió.
La defensa del religioso, representada por el abogado Jaime de Larraechea, anunció que presentará un recurso de nulidad del juicio ante la Corte Suprema, por considerar que se violaron algunas garantías constitucionales del procesado.
El letrado sostuvo durante el juicio que las "supuestas lesiones" anales de los menores no necesariamente correspondían a abuso sexual, argumento que fue desestimado por los jueces. EFE
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