Benedicto XVI realizó anoche la Misa de Gallo en la Basílica de San Pedro en El Vaticano.
EL UNIVERSAL
ROMA, ITALIA.- El Papa Benedicto XVI se asomó sorpresivamente ayer a la ventana de sus apartamentos personales y encendió de manera simbólica una candela en signo de paz en medio de la oscuridad.
Durante la vigilia de oración navideña que se realizó en la Plaza de San Pedro del Vaticano tras la inauguración del nacimiento monumental en ese lugar, el Pontífice dedicó un breve saludo que fue respondido con aplausos de los fieles.
Mientras el arcipreste de la Basílica Vaticana, Ángelo Comastri, oraba con un grupo de peregrinos la segunda ventana de los apartamentos pontificios se abrió y allí apareció la imagen del líder máximo de la Iglesia Católica.
Todas las luces de la plaza se apagaron e incluso las de la habitación papal y el propio Papa encendió una vela que Comastri llamó ?luz de la paz?; posteriormente el mismo arcipreste encendió una candela que colocó en un camino de cirios en el nacimiento monumental.
?Expresamos todo nuestro afecto y nuestra gratitud al Papa que en silencio nos ha hablado, a través de un gesto, encendió una luz para decirnos que Jesús está con nosotros?, ponderó Comastri.
?También para decirnos, agregó, que nosotros debemos encender esa luz de Cristo, yo encenderé esta luz y les pido a ustedes que enciendan también las luces en las ventanas de sus casas y en sus corazones que estén siempre abiertos a Jesús?.
Las actividades navideñas en El Vaticano continuaron con la celebración de la Misa de Gallo encabezada a las 24:00 horas local por Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro del Vaticano.
PIDEN RESPETAR DIGNIDAD DE LOS NIÑOS
Benedicto XVI pidió además que se respete la dignidad de los niños, ?tanto los nacidos como los no nacidos?, muchos de los cuales sufren y son explotados en el mundo, y pidió a Dios que ayude a los hombres a lograr ese objetivo.
Durante la homilía de la tradicional Misa de Gallo, el Papa dijo que Dios enseña a ?amar a los pequeños, a amar a los débiles, a respetar a los niños?.
Benedicto XVI indicó que ?el niño de Belén dirige nuestra mirada hacia todos los niños que sufren y son explotados en el mundo, tanto los nacidos como los no nacidos. Hacia los niños que, como soldados, son introducidos en un mundo de violencia?, a los que deben mendigar, sufren miseria y hambre, a los ?carentes de todo amor?.
El Papa pidió orar para ?que el resplandor del amor de Dios acaricie? a todos esos pequeños y para que ayude a los hombres a hacer todo lo que esté en su mano ?para que se respete la dignidad de los niños; que nazca para todos la luz del amor, de la que el hombre tiene más necesidad que las cosas materiales necesarias para vivir?.
La señal de Dios es ?la sencillez?, es ?el niño?, es que ?Él se hace pequeño por nosotros, este es su modo de reinar. Él no viene con poder y grandiosidad externas?, pues ?no quiere abrumarnos con la fuerza, nos evita el temor de su grandeza?, agregó en la homilía.
En una basílica de San Pedro llena de fieles, el Papa indicó que Dios ?pide nuestro amor, por eso se hace niño?, y agregó que ?se ha hecho pequeño para que nosotros pudiéramos comprenderlo, acogerlo y amarlo?.
La tradicional Misa del Gallo comenzó con el anuncio del nacimiento del Señor con la lectura del antiguo texto de las ?Kalendas? y durante la ceremonia un grupo de niños realizó un homenaje floral ante una imagen del Niño Jesús.
Benedicto XVI regresó a la basílica vaticana para leer desde el balcón central del templo el Mensaje de Navidad e impartir la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad de Roma y a todo el mundo).