El hombre tenía cinco días de haber fallecido
El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- Los fétidos olores se percibían en la calle. Nadie lo extrañaba y fueron sus vecinos los que decidieron contactar a un familiar. Cinco días tenía sin vida un pensionado de 63 años de edad que padecía de cirrosis hepática y era afecto al alcohol.
En la calle Francisco J. Allen número cuatro, de la colonia Nueva Los Ángeles, se requirió la presencia de la Cruz Roja y de la Dirección de Seguridad Pública. Al lugar también acudió el Ministerio Público de delitos contra la Vida y la Salud de las Personas.
Antonio Martínez Murillo, de 63 años, fue encontrado en avanzado estado de descomposición, tendido en su recámara. El aparato de aire lavado estaba encendido, al igual que un pequeño radio que cruzaba un cable sobre su cama.
El representante social, Fernando Vela Tafoya, acudió al lugar cerca de la 1:10 de la madrugada para dar fe de la defunción y constató que en la vivienda no había muestras de puertas, ventanas o chapas violentadas y tampoco se encontraron signos de violencia física en el cuerpo del anciano.
Ex empleado de Petróleos Mexicanos (Pemex), Martínez Murillo tenía tiempo separado de su familia. Uno de sus hermanos lo vio la semana pasada y según uno de sus hijos, habló por teléfono con su padre el viernes pasado, y habían acordado verse en una semana.
En la cocina de la vivienda se encontraron varias botellas de tamaño familiar de cervezas de distintas presentaciones, algunas vacías otras con poco menos de la mitad. Ningún artículo de valor fue sustraído de la finca.
Algunos de sus familiares reconocen la afición a la bebida que tenía Martínez Murillo, situación que le generaba ciertos problemas sociales y algunos distanciamientos.
Fue en el Hospital Universitario donde se aplicó la autopsia de Ley por orden del agente del Ministerio Público y luego se procedió a la identificación oficial del cuerpo y la entrega del mismo a su familia.