?La moralidad popular establece reglas de conducta más que fines de vida. La moralidad que debía existir, establecería fines de vida más bien que reglas de conducta?
Bertrand Rusell Filósofo.
Siguiendo la temática de mis anteriores artículos sobre la Condición situacional de las empresas , Competencia y Dirección empresarial; en esta ocasión abordaré el tema de lo que para mi significa el ser un buen Director desde la perspectiva del liderazgo como influencia para que una empresa alcance el éxito.
Las empresas excelentes continuamente remarcan la importancia del liderazgo como factor de éxito. Determinan que su Director es el líder que encarna a la propia empresa, ya que la imagen que éste proyecta sobre sus colaboradores es la de un hombre que da los impulsos decisivos y que sabe llevar a los otros con su inspiración a la ruta señalada. La fuerte influencia destacada por los líderes son percibidas como los elementos positivos para el éxito de las empresas; los líderes facilitan mucho la formación y la permanencia de la visión estratégica que se ha fijado acompañada desde luego con un sistema de valores que es lo que da la identidad de la organización.
Definitivamente se trata de crear una cultura interna hacia todo el personal en sus diferentes áreas de responsabilidad, para que se pueda tener una visión idéntica de la empresa, sus accionistas y directivos así como de los objetivos fijados; el dirigente debe ser el modelo que porta los valores centrales de la empresa y tiene la obligación de desarrollar un sentimiento que identifique plenamente a todo su personal con el negocio.
Por otra parte el líder de la empresa debe de tener la humildad de saber delegar y confiar en sus colaboradores ya que es más fácil que las tareas sean asumidas por equipos de trabajo que paulatinamente adquieran madurez, disciplina, responsabilidad que permitan logren con el tiempo una gran estabilidad que se reflejará en la buena marcha de la empresa.
Quien liderea la responsabilidad en su carácter de Director debe de ser muy consciente, que una de sus mayores prioridades depende de su gestión para sacar el mayor provecho del potencial humano de todos los colaboradores sin distinción alguna; el factor humano sigue siendo a pesar de la modernidad el factor esencial de cualquier organización.
La misma adquiere una mayor viabilidad cuando se establecen las condiciones convenientes, para que el personal que en ella trabajan disfruten su actividad; a pesar de lo grande que sea la firma deben de existir todos los modelos de comunicación apropiados para que se sienta un trato personalizado con cada uno de los miembros, para que estos sean partícipes de los éxitos y desventuras de la empresa.
El Director convertido en líder que logra obtener los resultados esperados abanderando una causa de inclusión sin relación a su propio beneficio, se convierte como antes dijimos en una verdadera inspiración al demostrar su capacidad humana, no se debe tener temor a parecer paternalista ya que el énfasis en la formación del personal con políticas de motivación y participación en la toma de decisiones solo se logra con un equipo altamente integrado.