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BOGOTÁ, COLOMBIA.- Las autoridades enfrentaban ayer una delicada situación ambiental por el derrame de al menos seis mil 500 barriles de crudo en tres ríos de la cuenca amazónica cerca de las fronteras con Ecuador y Perú.
Los derrames fueron consecuencia de atentados terroristas al oleoducto durante el fin de semana, informaron fuentes oficiales.
El gobernador interino de Putumayo, Jesús Libardo Revelo, informó que “el recorrido (del petróleo) fue grande porque los atentados ocurrieron el 31 de diciembre y hasta el lunes logramos desplazar al personal técnico y atender la emergencia frente a Puerto Asís”.
El atentado fue al oleoducto Transandino, en la cuenca de río Sucio, a unos 540 kilómetros al suroeste de Bogotá, desde ahí se desplazó al río Guamués, que a su vez alimenta al río Putumayo.
Otros dos oleoductos y ocho pozos petroleros también fueron atacados presuntamente por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC.
El gobernador expresó que “estuvimos sobrevolando el área y pudimos constatar la magnitud del desastre. Es muy grave porque afecta el ecosistema de estos importantes ríos”.
“La biodiversidad y las especies de fauna y flora han sido afectadas porque la mancha cubría todo el ancho del río Guamués”, observó el funcionario.
Aún no se precisó cuánto petróleo cayó en los caudales. El gobernador afirmó que eran diez mil barriles, mientras la autoridad ambiental del área aseveró que eran seis mil 500 y la petrolera estatal, Ecopetrol, dijo que aún no calculó el tamaño del derrame.
Según el gobernador, unas 20 mil personas viven en las riberas de esos ríos y sufren directamente los efectos de la contaminación.
La autoridad ambiental de Putumayo, Leonel Ceballos, declaró que en el total de ataques registrados el fin de semana se derramaron 14 mil barriles, pero de ésos unos seis mil 500 cayeron directamente al río Sucio.