Perdonarán que me entrometa, mas como ciudadano que soy, tendré algún derecho a disentir de la idea de que Zuluaga es el fundador de la ciudad. Acepto que es el antecedente de la ciudad y su mérito de haber abierto estas tierras a la agricultura, pero si queremos avalar históricamente a Zuluaga como fundador de esta ciudad, no creo que existan las pruebas necesarias para hacerlo. Si vamos a festejar nuestros cien años, pues entonces hay que darle el honor a quien se lo merece, ni más ni menos. No por halagar a unos, vamos a menospreciar a otros. Zuluaga tiene sus méritos y Eppen también los tiene como los tendrá la señora Luisa Ibarra Vda. de Zuluaga.
A quien se le ocurrió y promovió que el ferrocarril cruzara por el rancho del Torreón fue a don Andrés Eppen y es por ese hecho que se construye una estación de ferrocarril y alrededor de la estación comienza a surgir un poblado.
No sé por qué motivos se maneja desde años atrás de que Zuluaga es el único de los méritos y se le concede poco mérito a Eppen en la fundación de la ciudad; por lo menos eso es lo que aparenta lo que se ha escrito en los periódicos. La pregunta a la comisión de historia sería:
a).- ¿Qué se considera fundar una ciudad?
b).- Se festeja el centenario de la región (en ese caso honor a Zuluaga) o el de la ciudad. (Entonces honor Eppen).
c).- ¿Cómo se demuestra que Zuluaga tenía intención, al menos, de fundar una ciudad en el rancho del Torreón? Por los conflictos que tuvo con Matamoros mas me imagino que era lo contrario.
d).- ¿Cómo se puede considerar fundador de una ciudad a alguien que muere 18 años antes de la creación de la estación del Torreón? Insisto, la idea no fue de Zuluaga sino de Eppen.
Éstas son preguntas que están en el aire para aquéllos que defienden la idea de que quien debe llevarse todo el mérito es Zuluaga. Ojalá y me respondan.
Filosofía aparte es pensar un poco en las características propias de esta ciudad que desde un principio no dependió exclusivamente de la agricultura y que muy pronto supo que había que diversificarse con el comercio y la industria. Mucho de los nombres que tienen algunos rumbos, sobre todo los antiguos, se derivan de las industrias que nacieron con la ciudad, como la alianza. Industrias tan antiguas como Peñoles. También el comercio surgió con la ciudad y tiendas que tal vez nacieron en Lerdo o Gómez, se vinieron a radicar a Torreón que pronto se convirtió en el centro comercial de la región.
La visión de Zuluaga es más bien una visión agrícola latifundista que para 1880 ya estaba desmoronada, endeudada, sin cabeza y nada viable. Sobre sus ruinas surgió una nueva visión que nació de la modernidad, el ferrocarril y se incrustó en la misma, siendo un polo tan atrayente que pronto se volvió cosmopolita y supo acoger colonias de diferentes nacionalidades que hoy se encuentran confundidas; españoles, chinos, libaneses, americanos.
No se puede ser fundador de una ciudad por decreto; éste debe de ser un dato histórico que debe de ser completamente esclarecido. No se puede, tampoco, ignorar quienes han influido para que la ciudad sea lo que es hoy, o para que nuestra ciudad tenga las características que ahora tiene. Debería de escribirse y de hablarse más de Eppen, de Wulff de otros personajes que influyeron para que Torreón sea la ciudad que es y para que haya tenido lo que ahora tiene. De eso se trata al reescribir la historia, como lo han estado haciendo, para darle a cada uno de los personajes importantes el lugar que se merece.
La ciudad crece a pasos agigantados. Puedo atreverme a decir que quienes han vivido toda su vida en esta ciudad ya no la conocen; ya no tienen en su conciencia su extensión, la nueva fisonomía, las nuevas colonias que implican nuevos modos de vivir.
Hay que apreciar y apropiarnos de nuevo de esta ciudad, dándole el honor a quien honor merece de haberla dotado de tantos beneficios.
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