Parodiando a Descartes, actores e INBA han lanzado un programa para promover la lectura en donde Torreón ha sido una de las plazas favorecidas. El jueves pasado asistí a una reunión donde una actriz que hizo viaje ex profeso desde la Ciudad de México, pasando por Zacatecas y Durango, deleitó a un público con la lectura de cuatro cuentos: dos de García Marques del libro Cuentos Peregrinos, uno de cuentos de la selva de Quiroga, y el anunciado de Eraclio Cepeda, Los Trabajos de la Ballena. Mi impulso por ir fue, primero, conocer el programa, segundo recordar el cuento de Eraclio que contábamos con los cuentacuentos y por quien los narraba, una de los integrantes de Parchís que vive en México desde hace 17 años.
La lectura no fue nada de otro mundo. Para mi gusto personal fue una lectura muy escueta como para cumplir y ya; eso se notó sobre todo cuando se hizo referencia a mandar sacar del Internet uno de los cuentos, el de Quiroga; si se trata de un programa motivacional creo que debería de haber más trabajo de preparación. Como que si vienes desde México, hay que hacer valer la pena la venida. Un comentario que hice fue el de por qué no dar a conocer aquello que en la provincia nos tardamos en conocer. ¿Por qué los mismos autores? Y no precisamente lo mejor de dichos autores, caso el de Cuentos Peregrinos que de García Marques no es lo mejor.
Los escritores nos quejamos que uno de los géneros que poco se quiere publicar es el cuento y precisamente este género puede inducir a la lectura, es la mejor manera de conocer el estilo de muchos autores. Del cuento es posible saltar a la novela.
Cuento hay de todos tipos y colecciones que reúnen a diversas plumas espléndidas en un género determinado. Uno de ellos una colección de Plaza y Janes que se llama Diez Relatos de... y vienen diversos temas: terror, amor, ciencia ficción, etc., con los cuentistas más renombrados. De las colecciones clásicas, el cuento hispanoamericano de Seymor Menton con una muestra de los mejores autores de nuestro continente y así como éstas hay otras antologías, hasta el Selecciones tiene una. Así que por cuentos no paramos desde los más chicos de medio renglón (Cuando despertó...) hasta los más largos.
El cuento moderno comienza con Édgar Allan Poe que influenció a los parmesianos y simbolistas franceses y que dentro del género de terror es insuperable. Otro libro de Horacio Quiroga, historias extraordinarias, es la versión latina de los cuentos de Poe. (Recuerdo: la gallina degollada).
En México, hay excelentes exponentes del género: Rulfo con el Llano en Llamas, Arreola que escribe más cuento que novela, Elena Garro, Jesús Gardea, Carlos Fuentes, Raúl Prieto, José Revueltas. La lista es interminable; hasta Octavio Paz tiene cuentos memorables como mi lucha con la ola.
Podrían hasta hacerse sesiones temáticas si se tiene un verdadero propósito. Sesiones para niños, para adolescentes, para adultos, para parejas, para divorciados. En cuentos para niños, existen más de siglos pasados que de la época moderna y de ésos deberían de abocarse a escribir los autores.
En la región ha sido un género muy solicitado, sobre todo a causa de los concursos. Es más fácil pulir cuentos que novelas. Hay varias antologías de cuentistas de la región en donde se pueden conocer sus estilos y sus temáticas. Saúl Rosales ha sido el compilador.
Las intenciones buenas pueden echarse a perder si no se pone empeño en su realización. Se trata de promover la lectura. No sé cuánto cueste el esfuerzo; hay qué hacer que valga eso. Lo que se hizo la semana pasada aquí se puede hacer; es más, se hace (recuerden los martes con Raúl Esparza en el Cafecito del Fondo) y mejor; cierto, a un menor costo.
Quede eso como recomendaciones que Torreón ya no es tan provincia rancho en el campo de la literatura. Llevamos un camino andado.
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