EFE / EL PAÍS
HANOI, VIETNAM.- El presidente de EU, George W. Bush, afirmó ayer que la lección sobre Irak que enseña la guerra de Vietnam es que “ganaremos si no abandonamos”.
En declaraciones a la prensa tras almorzar ayer con el primer ministro australiano, John Howard, a su llegada a Hanoi, Bush afirmó que “queremos resultados instantáneos, y en Irak eso va a llevar un tiempo” .
“Va a requerir un largo tiempo que la ideología de la esperanza, que es la ideología de la libertad, se imponga a la ideología del odio”, explicó Bush.
Las comparaciones entre la guerra de Vietnam, concluida hace 31 años, en la que murieron más de dos millones de personas, de ellas 58 mil estadounidenses y que marcó a toda una generación, y la de Irak, se han convertido en un asunto inevitable para Bush al llegar a Hanoi para participar en la cumbre de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Hasta el momento, la Casa Blanca había evitado trazar paralelos entre ambos conflictos.
En declaraciones a la prensa que viaja con Bush, el portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, había afirmado previamente que la visita a Vietnam “no va a ser un mirar atrás. Va a ser un mirar hacia delante en áreas de cooperación”.
Bush aseguró que “con el tiempo, EU y Vietnam se han reconciliado por encima de sus diferencias durante la guerra”, lo que demuestra que los países pueden “dejar atrás sus diferencias en el pasado en pro del bien común”.
La reunión con Howard, uno de los principales aliados de Estados Unidos en Irak, es la primera de una serie de bilaterales que Bush mantendrá en Hanoi al margen de la APEC, y que tendrán como eje central, entre otros asuntos, el programa nuclear de Corea del Norte.
INCREMENTAN
SEGURIDAD
Bush es el segundo presidente norteamericano y el primero republicano, que visita Vietnam desde la derrota en 1975, tras el viaje que realizó Bill Clinton en 2000.
El recibimiento que otorgó la capital vietnamita a Bush dista mucho del que vivió Clinton, cuando la multitud se echó a la calle para recibir al primer presidente estadounidense que viajaba al país desde el fin del conflicto en el que los comunistas del norte vencieron a Estados Unidos y unificaron el país. Más que devotos fueron curiosos quienes vieron pasar la comitiva oficial, en medio de fuertes medidas de seguridad.
Al habitual hervidero de motocicletas, coches y bicicletas que es habitualmente Hanoi, se sumó el continuo sonido de las sirenas de las caravanas de vehículos oficiales. Un total de 15 mil policías fueron repartidos por la ciudad, en un despliegue de seguridad nunca visto en la capital.
Bush dijo que se mostró conmovido cuando su comitiva pasó junto al lago Truc Bach, donde el hoy senador republicano por Arizona -y potencial candidato en las elecciones presidenciales de 2008- John McCain fue capturado tras haber saltado en paracaídas después de que su avión fuera alcanzado por los disparos durante la guerra. En la autopista que conduce del aeropuerto a la capital, un pórtico recuerda el pasado doloroso del país. En el lado derecho, un cartel da la bienvenida a los participantes en la cumbre -más de diez mil personas, entre delegados, organizadores y periodistas-. En el izquierdo, otro cartel reza: Hanoi, la ciudad de la paz.
El presidente norteamericano tiene previsto visitar hoy el centro de contabilización de prisioneros de guerra y desaparecidos en combate, donde expertos de los dos países siguen intentando identificar restos de soldados estadounidenses muertos en el conflicto.