OTÁEZ, DGO.- Hombres y maquinaria pesada continúan la búsqueda de las dos personas reportadas como desaparecidas, mientras familiares y amigos la tarde de ayer daban sepultura a cuatro de sus seres queridos que perecieron a causa del derrumbe de un cerro en el Rancho los Ramírez, durante la tromba que azotó a la región.
César Gurrola, jefe del Departamento de Salud y Educación de Otáez, informó que continúan las labores de rescate en el área afectada, en donde solamente se encontraban las dos casas que fueron cubiertas de fango y rocas, pues aún no aparecen Micaela y Sabino Ramírez, de 40 y 65 años de edad, respectivamente.
Se cree que estas personas corrieron con la misma suerte que las cuatro encontradas bajo el derrumbe, por lo que continúa su búsqueda por parte de personal de la Presidencia Municipal, Protección Civil de Santiago Papasquiaro y la Secretaría de la Defensa Nacional, además de los voluntarios de la región.
Mientras tanto, ayer por la tarde, personal del Ayuntamiento se trasladó a la localidad de Piélagos, en donde fueron sepultadas las personas fallecidas, pues en ese lugar vivían sus familiares, a quienes hoy embargan la tristeza y el dolor.
Asimismo, las autoridades tienen acercamiento con los sobrevivientes, con la finalidad de definir el apoyo que se les brindará por parte del Municipio y el Estado.
Por otra parte, se envían apoyos a la localidad El Rincón, ubicada a media hora del Rancho los Ramírez, poblado en donde viven entre 40 y 50 familias, en donde se distribuyen despensas, agua y cobijas, pues la tromba causó inundaciones en la mayoría de las viviendas.
En esta localidad la fuerte precipitación pluvial no provocó pérdidas humanas, pero sí afectó el patrimonio de las personas a las que el agua se introdujo a sus casas, dañando algunas de sus posesiones, manifestó César Gurrola.
El funcionario del Ayuntamiento platicó que los ancianos de la región cuentan que el rancho de los Ramírez tenía una antigüedad de más de 100 años y que nunca se había presentado un fenómeno de características semejantes.
Sin embargo, esto ha puesto en alerta tanto a las autoridades municipales como a la población, pues el municipio, debido a su geografía, está lleno de asentamientos humanos ubicados en zonas de alto riesgo, es decir, a pie de las montañas.
Comentó que la recomendación siempre ha sido ubicar o reubicar las viviendas en áreas seguras; sin embargo, en Otáez hay habitantes que por tradición y herencia no quieren dejar las viviendas que por años han pertenecido a sus familias.
Contra este tipo de hábitos es poco lo que se puede hacer, además de que la mayoría de la gente de la zona es de escasos recursos económicos, por lo que se tendría que implementar algún programa de vivienda para promover su reubicación.
La historia se repite cada año
Cada vez que se presentan las lluvias, el municipio de Otáez sufre severos daños en sus vías de comunicación, por lo que actualmente el Ayuntamiento de Santiago Papasquiaro ha facilitado maquinaria pesada para rehabilitar las zonas dañadas, sobre todo del camino que sale de la cabecera y pasa por el Rancho los Ramírez.
César Gurrola, jefe del Departamento de Salud y Educación, manifestó que el vecino municipio ha estado muy al pendiente de la desgracia que se presentó en Otáez y los desastres que han causado las lluvias, apoyando, incluso, además con brigadas de Salud, para apoyar a la ciudadanía de El Rincón.
Dijo que por el momento se busca restablecer la comunicación en por lo menos 20 poblados incomunicados por los derrumbes provocados por las lluvias.
La cabecera municipal, Santa María de Otáez, se encuentra a cuatro horas y media de camino de Santiago Papasquiaro, ruta que también se encuentra maltrecha por las lluvias, aunque no intransitable.
