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ENTREVISTA| 'El asesino está fuera'

LUIS ALBERTO MORALES

SU VERSIÓN | ENRIQUE BUSQUETS SE DICE INOCENTE DEL ASESINATO DEL NIÑO CARLOS MUÑOZ VALDÉS.

EL SIGLO DE TORREÓN

Afirma que no huyó a España y que allá siempre estuvo localizable.

TORREÓN, COAH.- Desde su celda en el Cereso, donde ya cumplió seis meses de encierro, Enrique Busquets planea la batalla. ?Que se preparen para mi demanda?. Está muy lejos de su Cataluña, de su ciudad de Gerona, de su tierra bañada por el mar Mediterráneo. En cambio, a sus 43 años, pasa los días en una celda de tres por tres metros con el estigma de ser acusado de pederasta y de matar a un niño de 12 años. El caso del asesinato de Carlos Armando Muñoz Valdés, ocurrido hace siete años y medio, sigue abierto. Busquets es el único acusado del crimen. Durante años fue uno de los hombres más buscados de México, pero él dice que siempre estuvo localizable, dijeron que estaba en unas carreras en Monterrey. Pero una empleada doméstica de la familia, declaró que sí había estado en la casa. Busquets sostiene que tras el crimen, atendió en su negocio a Carlos Muñoz Franco, el padre de Carlitos, quien le preguntó por su hijo. ?Ese día había cerrado a las dos o dos y media de la tarde porque preparaba la papelería para el cierre del ejercicio fiscal?, cuenta. Por tanto, dice, Carlitos no pudo haber estado ahí en el lapso de tiempo en que desapareció. Busquets dice que las sospechas sobre él, desvanecidas en un principio, regresaron con el cambio de administración estatal en diciembre de 1999 y el inicio de la gestión de Enrique Martínez y Martínez como gobernador y de Óscar Calderón Sánchez como procurador de Justicia del estado. Ahora demanda que comparezca Calderón, para que declare sobre la muerte del niño, que atribuyó a que habría estado jugando luchas, ya que en el cuello tenía marcas de unas manos pequeñas, similares a las de un niño. ?A mí me midieron las manos para corroborar?, cuenta Busquets. También quiere la comparecencia de Juan García Chapa, designado en 2002 como fiscal especial para el caso. Para localizar a Busquets, García Chapa navegó varios sitios de Internet dedicados al sexo con menores, por lo que surgió la sospecha de que el inmigrante español era pederasta. Al fiscal, Busquets le dice que si hay gente involucrada en una supuesta red de pedofilia, que presente testigos. ?Su objetivo es desviar la atención de la sociedad sobre sus problemas en la Secretaría de Protección y Vialidad (de Gómez Palacio)?. Con las manos entrelazadas, Busquets sostiene que hay muchas trabas para que aflore la verdad, ?Hay un muro alrededor de la familia creado por amigos que no permiten a la prensa, a los abogados, ni a nadie acercarse para hablar?.

EL VIAJE A TORREÓN

Busquets viajó a España en 2002 y el Ministerio del Interior le expidió un documento de identidad el 16 de septiembre, indicando que Enrique Busquets Casanova vivía en la calle Sol Ixent, número 8-B, en la localidad de Blanes, provincia de Girona. La comunidad, cerca de Barcelona, está en el mar mediterráneo y es un popular destino turístico. En ese lugar trabajaba como cocinero. Busquets presenta el documento como prueba de que siempre estuvo localizable y nunca trató de esconderse. El seis de mayo de 2004, en Torreón se giró la orden para su arresto. El 1 de septiembre de 2004, luego de que se le negó un amparo, fue detenido en Gerona, cerca de Barcelona, aunque desde un mes antes, la policía española le notificó que era requerido por autoridades mexicanas. Al presentarse ante la Policía, cuenta, le pidieron permiso para tomarle las huellas digitales y fotografías, ?no como aquí que ni preguntan?. Después le notificaron que podía retirarse sin problemas. Un mes después le avisaron que se tenía que presentar para su proceso de extradición. ?Si hubiera querido, durante ese mes me hubiera evadido, pero no lo hice porque no tengo responsabilidad y no me ocultaba de nadie?. Al Centro de Readaptación Social (Cereso) de Torreón llegó el 15 de noviembre de 2005. Busquets dice que en España siempre estuvo a la luz del día, que su nombre estaba en el directorio, en el Ayuntamiento, en el servicio de Seguridad Social, en Hacienda. Dice que dejó Torreón no para fugarse sino porque su negoció quebró cuando se le involucró en el crimen. ?En mi negocio el 90 por ciento de los clientes eran niños y jóvenes consumidores de software para computadoras, y con las noticias la gente dejó de ir y me fui a la ruina?.

CUESTIONA PRUEBAS

Sobre la prueba del polígrafo hecha al inicio de la investigación, Busquets señala que desde un principio le dijeron que la medida no tenía validez legal, pero que era bueno para despejar dudas. ?El resultado fue negativo y se demostró que no estaba mintiendo. Además, en la última hoja firmó mi representante legal, yo y otra persona. (Pero) en el documento que está en el expediente (proceso penal 72/2003) no aparecen las firmas, ni el tanto en México como en España. No había hablado en público hasta hace dos semanas, cuando platicó con El Siglo de Torreón. ?El culpable está fuera, tienen que cuidarse?, dice. Recuerda el asesinato del sacerdote Ignacio Flores, ?el padre Nacho?, y a la mujer acusada, Rebeca Galindo. ?Somos estadística para las autoridades, y así como Rebeca Galindo demandó al Estado por 12 millones de pesos por el caso del ?padre Nacho?, que se preparen para mi demanda?, dice Busquets. Habla de ?fabricación? de pruebas y testimonios en su contra y confía en su libertad. De hecho, Busquets comparte con Galindo el mismo abogado, Alberto Flores. Reflexivo al hablar, se sabe estigmatizado. Al principio se resistió a la entrevista, que se hizo en dos sesiones. En la primera, vestido con una playera blanca, short de mezclilla y huaraches de pata de gallo, se negó al principio a que le tomaran fotografías, no porque se las tomen, sino porque no se sentía ?presentable?. Luego accedió, pero en la segunda sesión llegó con camisa formal a rayas, pantalón de mezclilla y unas viejas botas negras. Lo acompaña siempre una cachucha roja. Busquets se considera víctima y dice que hubo tres líneas de investigación sobre el asesinato de ?Carlitos?, quien murió por estrangulamiento el dos de enero de 1999. Dice que una línea era la propia familia, otra era el mismo Busquets y la tercera era un sujeto llamado José Alfredo García Cervantes, alias ?El Greñas?, que fue el primer detenido en la investigación, días después del homicidio, pero fue liberado por falta de pruebas. La prueba contra Busquets es que el día dos de enero de 1999, Carlitos acudió a su negocio de videojuegos, Inteligencia Artificial, en la colonia San Isidro. Pero Busquets dice que desde el inicio de las investigaciones ya lo habían exculpado de sospecha luego de que surgió la versión de que el niño fue visto en Hipermart del bulevar Independencia cerca de las 18:00 horas el día de su muerte. Busquets insiste en que hay un video que muestra a Carlitos en la tienda, pero ese video nunca ha aparecido en el juzgado tercero del ramo penal, que lleva el caso. Además, recuerda el acusado, hubo tres certificados de defunción dando tres horas distintas de muerte: las dos, las cuatro y las seis de la tarde del dos de enero. La versión final fue la de las cuatro de la tarde, lo que no favorece al acusado.

DOS DE ENERO DE 1999

Sobre el día que Carlitos perdió la vida, Enrique Busquets dice que la mañana del dos de enero de 1999, el pequeño llegó a su negocio, Inteligencia Artificial, en la avenida Washington número dos, en San Isidro. ?Primero llegó Carlos y luego dos niños. Uno se fue y se quedó otro, que después supe se apellida Gutiérrez, y el niño (Carlos) le dijo: ?éste es el juego, Mortal Combat III, que quiero que me regale mi papá el Día de Reyes?. Después los dos niños se fueron con rumbo al bulevar Independencia?. Según Busquets, el niño de apellido Gutiérrez, a quien identificó en un anuario escolar, era compañero de escuela de Carlitos. Sin embargo, hay versiones contradictorias sobre el paradero de Gutiérrez el día del crimen. Los papás del menor dijeron test de soporte para medir el nivel de mentiras?, dice para afirmar que los resultados fueron cambiados. El 26 de mayo de 2006 se realizó un careo entre Carlos Muñoz Franco con Ricardo Cisneros, quien era procurador del Estado el día que mataron a Carlitos. Muñoz acusó a Cisneros de ?cínico y mentiroso?, y le dirigió varias palabras soeces. Cisneros sostiene que él no giró instrucciones a Javier Gutiérrez Pesquera, entonces director de Seguridad Pública de Torreón, para que investigara, pues no era su función. Pero la familia Muñoz insiste en que sí lo hizo y ahora se retracta, lo cual le restaría validez a las pruebas aportadas por la Procuraduría.

EL MURO

Tales pruebas se refieren a una conversación de Gutiérrez Pesquera con Busquets en la casa de una hermana de Busquets en Ciudad Lerdo. Gutiérrez Pesquera ha relatado varias veces la plática con el acusado, donde le dijo: ?Enrique, entrégate, estás enfermo, tú mataste a Carlitos?. El acusado revira: ?¿Qué quiere que le diga? Mire, el día del careo, yo le reclamé todo eso, le dije que por qué estaba diciendo que yo era el culpable, que me lo dijera a los ojos, que me viera a la cara y me lo dijera, jamás se levantó de la silla ni me miró a la cara?. Busquets afirma que durante la diligencia, ocurrida el pasado 16 de marzo, varias veces le dijo que le repitiera que era culpable, que él lo había hecho y sostiene que Gutiérrez Pesquera ni siquiera se molestó en moverse de la silla. Desde su encierro lanza un mensaje: ?A la gente le digo que no se deje engañar y me asombro de las personas que hacen todo lo posible por tapar las cosas relacionadas con el caso y que impiden el contacto con la familia del niño, en especial con el padre?. Su conclusión es simple: Gutiérrez Pesquera es parte de un muro de gente que protege a la familia. -¿De quiénes se les quiere proteger? -No sé, eso es lo que queremos saber, de quién, a quién está protegiendo. -Si le pudiera hablar al papá de Carlitos, ¿qué le diría? -Que quitara a la gente de en medio, que viera las cosas como son, que se olvidara de la gente que está acechándole y dice ?es él, es él?, que viera el expediente, las pruebas. ?Que viera mis testigos, que yo no tengo nada que ver, que viera cómo se ha amañado el expediente desde el principio, bueno, desde el principio de la administración de Óscar Calderón Sánchez, no con Ricardo Cisneros?. La voz de Busquets se levanta y se encuentra exaltado. El verdadero culpable, dice, ?está fuera, y así como lo hizo una vez puede hacerlo de nuevo. El culpable está fuera, tienen que cuidarse, no está aquí adentro?.

?Busquets es el asesino?

Carlos Muñoz Franco está convencido de que Enrique Busquets Casanova mató a su hijo Carlos. Lo está desde que se le consideró sospechoso, cuando el niño de 12 años fue encontrado estrangulado. ?Lo único que yo le puedo decir, como el afectado que soy, para mí no hay ninguna duda, esta persona es el asesino de mi hijo, es todo lo que quiero decir?, dice Muñoz Franco en entrevista para responder a los comentarios de Busquets, la única persona llevada a juicio por el crimen. Como castigo, pide a la juez que lleva el caso 120 años de prisión para Busquets. Muñoz Franco apunta el dedo a una esquina de su oficina para mostrar la fotografía de su hijo Carlos Armando Muñoz Valdez, ?Carlitos? de 12 años de edad. ?Cuando uno enfrenta una cosa de esta naturaleza (el asesinato) no lo acepta, no hay aceptación en el sentido de que uno cree que es un sueño, una pesadilla. ?Y aparte, como uno no es mafioso, malandro, no anda en ese ambiente, uno no cree que suceden esas cosas, entonces no puede entender que haya una persona con esa maldad de quitarle la vida a un niño?. Se ve agotado. Rechaza que se le tomen fotografías. Dice que no quiere polemizar. ?Yo no quiero caer en dimes y diretes, y aquí con la Ley en la mano, para que la opinión pública no se forme malas ideas, se pueden aclarar las cosas?, comenta y apunta a su abogado en el caso, Alejandro López Hernández. Sobre la entrevista concedida por Busquets a este diario, resume: ?En primer lugar la que va a resolver ahí es una persona, la juez (María Luisa Valencia García). Yo lo único que digo es que estoy totalmente cierto y no tengo ninguna duda de que el señor es el asesino. Es todo lo que yo puedo decir, es todo?. Sin llamarlo por su nombre, Carlos Muñoz se refiere a Busquets como ?el señor, el sospechoso? y confía en que pronto habrá un castigo. ?A la juez le pido 120 años de prisión, nada más?. ?Estoy totalmente cierto, el señor es el asesino; lo demás, el señor está en su derecho, él se esta defendiendo, él tiene que probarlo en las leyes y la opinión pública?, añade. Rechaza la idea de ?un muro? que se ha levantado en torno a su persona, como opina Busquets. Se le pide su opinión sobre distintos actores en el proceso penal. De Javier Gutiérrez Pesquera, quien era director de Seguridad Pública de Torreón cuando el asesinado de Carlitos, reconoce honestidad en la investigación. De Juan García Chapa, fiscal especial del caso, resalta su oficio y su profesionalismo. Pero el tono cambia al hablar de Ricardo Cisneros, quien era procurador de Justicia del estado ese enero de 1999, amigo de años, casi compadre de Muñoz Franco, quien dice que le infundió tal confianza que no contrató abogado. La amistad se perdió. De Cisneros dice que ?es una persona que llegó a ese puesto por compadrazgo, sin ninguna capacidad para estar en ese puesto. En su currículm sólo aparece que fue un abogado laborista?.

La historia

El caso de Carlos Muñoz Valdez lleva abierto siete años y medio.

■ 2 de enero de 1999: Se encuentra el cuerpo del niño Carlos Muñoz Valdez.

■ 11 de noviembre de 2000: Tras la investigación, se consigna el caso ante el Juzgado Segundo del ramo penal.

■ 26 de enero de 2001: Pedro Limón Hernández, juez segundo penal, niega la orden de aprehensión contra Enrique Busquets. El Ministerio Público apela.

■ 27 de febrero de 2001: Jesús Gerardo Sotomayor, magistrado del Segundo Tribunal Unitario, revoca la resolución del juez Pedro Limón, y dicta orden de aprehensión contra Busquets.

■ 5 de octubre de 2001: El juez segundo de Distrito, David Solís Pérez, concede amparo a Busquets.

■ 1 de junio de 2002: Juan García Chapa, es designado Fiscal para localizar a Busquets.

■ 6 de mayo de 2004: Se solicita la orden de aprehensión contra Busquets.

■ 25 de junio de 2004: Se concede la orden de arresto por homicidio calificado.

■ 30 de agosto de 2004: Se niega el amparo contra la orden de aprehensión promovido por Busquets.

■ 1 de septiembre de 2004: García Chapa ubica a Busquets en Blanes, España.

■ 14 de noviembre de 2005: Enrique Busquets llega a México.

■ 15 de noviembre de 2005: Busquets es internado en el Cereso de Torreón donde rinde su declaración y alega inocencia.

Calderón guarda silencio .

El ex procurador de Coahuila (1999-2005), Óscar Calderón Sánchez, rechazó hacer comentarios sobre las acusaciones de Enrique Busquets, presunto asesino de Carlos Muñoz, pero se dijo abierto a cualquier citatorio sobre el caso. Calderón, quien tomó la investigación en diciembre de 1999, once meses después del crimen, fue el encargado de abrir el proceso contra Busquets. El abogado no duda de la probable responsabilidad de Busquets y afirma que hay pruebas circunstanciales que señalan culpa. ?Si nos citan, ahí estaremos?, dijo.

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