Nacional Claudia Sheinbaum Seguridad Narcotráfico Generación Z Pensión Bienestar

ENTREVISTA| ?Vivimos en Foxilandia?

Revela el ombudsman nacional que se ha sentido desairado por el presidente.

EL UNIVERSAL-AEE

México, DF.- Habla despacio y muy bajito, en ningún momento pierde la sonrisa, se arrellana en su sillón; el ombudsman nacional José Luis Soberanes, sin más preámbulo, se dispone a contestar.

Con gran sentido del humor nos dice: ?Así paga el diablo a quien no le sirve?, cuando le referimos que el presidente Vicente Fox en esta ocasión no contestó a su informe. Asume como íntimo cuando le preguntamos a qué ?le tira? en 2006; pero también nos confía que no se gusta como persona, y cuando se mira al espejo, sólo lo hace para peinarse y rasurarse.

¿Es el único titular del organismo público que ha tratado con tres distintos

presidentes?

Así es y me da la oportunidad de que este organismo tenga una mayor madurez.

¿Existió un patrón en la violación a los derechos humanos en la gestión

de Zedillo?

La indiferencia.

¿Y por parte de Fox?

Utilizar los derechos humanos más con fines publicitarios que con un propósito de cambiar.

¿Pertenece al Opus Dei?

He conservado mi vida privada en privado y quiero continuar así; más aún tratándose de preferencias religiosas, estando en un Estado laico.

¿Qué se siente más: maestro universitario, abogado, constitucionalista,

ombudsman?

Todas son expresiones de una misma vocación hacia la justicia.

¿Cuáles son sus principios?

Están regidos por una idea de justicia, de ver en cada quien lo que le corresponde y luchar por ella.

¿Los derechos humanos favorecen a los delincuentes?

Los derechos humanos son universales, para todos. Aquí no hay buenos o malos, delincuentes o no delincuentes, sólo personas con dignidad.

¿Qué hacen con los delincuentes?

Hacer que se cumpla en ellos las garantías individuales, el debido proceso, que tenga derecho a un abogado, que no estén incomunicados, que no sean torturados; pero sin obstruir a la justicia.

CNDH ¿de qué derechos humanos hablamos?

De los que conserva la Constitución, como el derecho a la vida, a la libertad de expresión y de asociación, que son las garantías individuales.

¿Cuál es su misión?

Establecer una cultura de respeto a los derechos humanos, a la dignidad sin importar sexo, condición, raza, porque todos somos iguales.

¿Cómo se divierte?

Me divierto mucho viendo películas.

¿Está peleado con la báscula?

¡N?ombre!, para no pelearme con ella no me subo.

¿Le importa su peso?

Claro, por las consecuencias que pueda tener en mi salud y en mi rendimiento.

Como dirigente de la CNDH, ¿a qué se ha expuesto?

A la incomprensión, en alguna ocasión, de los señores del poder que piensan que tengo rencillas personales. Hay ONG que no les gusta que esté aquí porque tienen otras agendas.

¿Cuáles son sus anhelos? ¿En qué sueña?

Me gustaría vivir en un país donde no hubiera tanta diferencia de las personas, que todos tuviéramos un mínimo de bienestar y de justicia y que hubiera una mayor igualdad y una equidad.

¿Se gusta como persona?

No, en lo más mínimo.

¿Y ha hecho algo por gustarse?

No, ¡Dios me libre!

¿Reza?

Sí, por las noches.

¿Pecado?

La gula.

¿Es un hombre de carácter?

Sí, porque estoy convencido de lo que pienso y de lo que hago, pero no soy grosero y procuro arreglar las cosas por las buenas.

¿Qué piensa del sexo?

Es algo que es consustancial a la persona y es parte de uno y como tal se tiene que desarrollar por gusto.

¿Qué hay dentro de ese corpulento cuerpo?

Alguien que tiene deseos de servir de manera práctica, no nada más de manera teórica.

¿De qué tiene pinta?

De viejo profesor.

¿En este puesto se necesita ser canijo?

No, lo que se necesita es ser justo.

¿Tiene malicia?

Sí, claro, uno tiene que ser malicioso porque si no le toman a uno el pelo.

¿Qué hace por debajo de la mesa?

Rascarme el pie y subirme los calcetines.

¿Cree que vivimos en Foxilandia?

Por supuesto, hay un discurso oficial que no tiene que ver con la realidad.

¿Se ha sentido desairado por el presidente Fox?

Claro, y la vez que más me dolió fue cuando le llevé el informe de las muertas de Juárez y se negó a recibirlo. Fue una gran irresponsabilidad de titular del Ejecutivo.

¿Qué tipo de presidente necesita un ombudsman?

Un presidente que tenga un gran sentido de responsabilidad, que quiera mucho a México, que esté dispuesto a hacer las cosas como manda la Ley y con alguien que se pueda hablar.

¿Aceptaría un puesto en la Procuraduría General de la República?

Nunca aceptaría ser procurador general de la República por tres razones: porque no le sé a ese negocio; porque me dijo mi esposa que el día que lo acepte se divorcia de mí y porque no quiero.

Leer más de Nacional

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nacional

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 204319

elsiglo.mx