AGENCIAS
MÉXICO, DF.- Una caída abrupta de los precios internacionales del petróleo, la desaceleración de Estados Unidos y la falta de consensos para aprobar las reformas estructurales son algunos factores que podrían ?descarrilar? la economía mexicana.
Así lo advirtió el subsecretario de Planeación Energética de la Secretaría de Energía (Sener), Alejandro Dieck Assad, al estimar que este año la economía nacional crecerá entre 4.5 y cinco por ciento, pero en 2007 se desacelerará a un rango entre 3.8 y cuatro por ciento.
Al participar en el ciclo de conferencias económicas de Banque Safdié ?Las ideas más peligrosas en América Latina?, consideró que la economía mexicana no es ajena a riesgos, internos y externos, debido a la globalización y a su inserción en los mercados internacionales. De esta forma, enumeró seis riesgos que deben ser tomados en cuenta por el próximo Gobierno Federal, pues de materializarse -advirtió- podrían descarrilar el curso que ha llevado la economía mexicana en los últimos tres años, que ?si bien es no notable, si es regular y sostenido?.
Dieck Assad afirmó que aunque la economía de México se acerca a su crecimiento potencial, reconoció que éste ?no puede forzarse más allá de las propias capacidades que hoy por hoy tiene la economía mexicana?. Consideró que el primer riesgo que enfrenta la economía nacional es la caída brusca que pudiera presentarse en los precios del petróleo en los próximos meses, lo que impone necesariamente -dijo-costos irreductibles a las finanzas públicas.
Una tercera parte de las finanzas públicas, explicó, dependen de los ingresos por la venta de petróleo en mercados internacionales, y una caída abrupta en los precios del crudo llevaría necesariamente a que el Gobierno Federal aplique política fiscal ?contraccionista?. Refirió que el segundo riesgo, que antes no le preocupaba al país, es que la vida de los campos petroleros más importantes de producción está llegando a niveles de ?madurez y decadencia?.
El subsecretario de Planeación Energética y Desarrollo Tecnológico de la Sener advirtió que si el país no es capaz de resarcir estos campos petroleros, el volumen de producción puede caer de manera importante y presionar las finanzas públicas como consecuencia de los menores ingresos públicos que generaría Pemex.
Tercer riesgo
Además de la inestabilidad de los precios del crudo, opinó que el actual repunte de la inflación internacional podría provocar que las tasas de interés en los mercados mundiales continúen con la tendencia alcista que han mostrado en los últimos dos años.
Este tercer riesgo podría hacer que eventualmente Estados Unidos, considerada la economía más grande del planeta, llegara a desacelerarse e imponer ciertas restricciones dentro de los mercados internacionales, anotó.
El funcionario planteó como cuarto riesgo para la economía mexicana la situación que guardan los déficit ?gemelos? de Estados Unidos, tanto el comercial como el público, pues los niveles relativo y absoluto que han alcanzado han puesto nerviosos a muchos inversionistas.
Estos déficit necesariamente impone riesgos que eventualmente pudieran traducirse en ajustes bruscos en el dólar y en la actividad económica de Estados Unidos, y ambos factores incidirían negativamente sobre el curso de la economía mexicana, enfatizó.
En cuanto al quinto riesgo, Dieck Assad señaló que es el eventual declive de la actividad económica internacional, aunque admitió que afortunadamente su desempeño ya no está directamente asociado al crecimiento y salud de la economía de Estados Unidos.
Ahora, abundó, hay bloques económicos como el europeo o el asiático, particularmente China, que pueden compensar el posible menor crecimiento internacional que provocaría la desaceleración de la economía estadounidense.
El sexto riesgo para la economía mexicana, continuó el funcionario de la Sener, es la falta de consensos a nivel interno para aprobar las llamadas reformas estructurales de segunda generación, como son la fiscal, energética, laboral y la del Estado.
Antes -recordó- estas reformas eran una necesidad, ?pero estoy convencido que en los próximos años esto se va a convertir en México en una urgencia de buscar consensos para la aprobación de las principales reformas estructurales?.
El subsecretario puntualizó que con base en estos seis puntos, México enfrenta riesgos que no deben soslayarse y deben tomarse muy en cuenta para el establecimiento de políticas públicas en la próxima administración.
Con este foro, Banque Safdié -banco privado internacional con más de 40 años de experiencia en América Latina- y la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey inicia la edición mexicana del primer ciclo de ?Conferencias económicas Safdié?.
Los riesgos para México
La Secretaría de Energía enumero seis principales elementos que podrían afectar la economía mexicana:
*El primer riesgo que enfrenta la economía nacional es la caída brusca que pudiera presentarse en los precios del petróleo en los próximos meses, afectando las finanzas públicas.
*El segundo es que la vida de los campos petroleros más importantes de producción está llegando a niveles de ?madurez y decadencia?.
*El actual repunte de la inflación internacional podría provocar que las tasas de interés en los mercados mundiales continúen con la tendencia alcista que han mostrado en los últimos dos años, un tercer riesgo.
*El cuarto es la situación que guardan los déficit ?gemelos? de Estados Unidos, tanto el comercial como el público, pues los niveles relativo y absoluto que han alcanzado han puesto nerviosos a muchos inversionistas.
*En cuanto al quinto riesgo, es el eventual declive de la actividad económica internacional.
*Y un sexto es la falta de consensos a nivel interno para aprobar las llamadas reformas estructurales de segunda generación, como son la fiscal, energética, laboral y la del Estado.
Apoyan una baja inflación
Edmund S. Phelps, Premio Nobel de Economía 2006, considera que ?México no debe abandonar su política de baja inflación, pero debería usar medidas estructurales para abordar el desempleo?.
En entrevista, dice que medidas como ?eliminar las barreras que pudieran existir para abrir nuevas empresas y ver si hay maneras de mejorar la asignación de créditos y fondos de inversión para la actividad y los proyectos empresariales en el sistema financiero? podrían combatir el desempleo.
Phelps dice sentirse perplejo por los resultados adversos que ha tenido el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para la mano de obra mexicana no calificada cuando los economistas pronosticaban una mejora en la situación de estos trabajadores.
Explica que esta situación es un caso de causa y efecto, porque ?quizá, bajo el TLCAN, sí se dieron algunas tendencias para que aumentaran los salarios y el empleo, pero simultáneamente a su entrada en vigor se intensificaba la competencia con China y la revolución tecnológica se hallaba en marcha, y eso podría haber impulsado los salarios y el empleo en direcciones opuestas?.
Así, ?las altas tasas de desempleo y los bajos salarios en territorio mexicano atraen a los trabajadores mexicanos al mercado estadounidense? y de entre estos dos factores ?la diferencia salarial es un imán más importante que el desempleo?, sostiene el Premio Nobel de Economía.