Las semifinales del Mundial de Alemania 2006 cobran una relevancia importante con la participación de cuatro equipos europeos, debido a la intensidad con que ellos han enfrentado sus compromisos.
Puntos importantes han sido el liderazgo que existe entre sus integrantes, que se pone de manifiesto en las actitudes de los capitanes de cada uno de los cuatro equipos clasificados.
En el caso de Alemania hay un liderazgo efectivo en Michael Ballack, que en base a su actitud y mentalidad, aún cuando se encontraba disminuido físicamente al final de los 120 minutos de juego contra Argentina, tomó la responsabilidad de líder y pateó uno de los penales con una determinación que transmitió confianza a sus compañeros. Esto habla de la intensidad constante con que se juega en Europa.
El caso de Francia, otro de los semifinalistas, que pasó la primera ronda con mucho esfuerzo y en segundo lugar de su grupo, hemos visto como ha crecido en su futbol, y una vez más vemos el liderazgo de Zinedine Zidane, en un equipo que ha sido muy efectivo en su zona defensiva y ha tenido contundencia a la hora de llegar a la portería rival.
Esto nos lleva a considerar que estos cuatro semifinalistas marcan la diferencia en esta Copa del Mundo, y que decir de Italia, que con su futbol tradicional de bloques, de efectividad, en donde las grandes figuras se han puesto el overol y han trabajado en equipo, con un técnico que marca la pauta y da confianza a sus jugadores.
La selección de Portugal se ha mantenido invicta desde que Felipe Scolari la tomó a su cargo, dándole una mística triunfadora.
Esto nos lleva a un difícil pronóstico por la final, ya que los cuatro equipos tienen excelentes arqueros, los cuatro han demostrado que quieren la Copa del Mundo, en base a su mentalidad y a la forma en que han disputado este campeonato.
Hablamos de intensidad, y los cuatro clasificados han sido intensos, por ello están acostumbrados a jugar a ese nivel.