El hombre de la solidez defensiva, de la personalidad y toque. El mexicano que da salida al equipo y confianza. El capitán, el líder? sí, Rafael Márquez, estuvo --por momentos-- desconocido. Falló pases, cometió faltas, producto de la desesperación y, sobre todo, comprometió al meter esa mano que el silbante eslovaco decretó penalti.
GELSENKIRCHEN, ALEMANIA
SUN-AEE
Pero todo tiene su lógica?Ayer, en Gelsenkirchen, Rafa fue ubicado en una posición que no desconocía, pero que evidentemente lo descontroló.
Márquez apareció en la contención, donde habitualmente se había desempeñado Pável Pardo y quien, a su vez, se volanteó por derecha. La central por derecha se la heredó a Francisco Javier ?Maza? Rodríguez, a quien también le afectó un tanto entenderse con Osorio y Méndez, en esos primeros minutos de desconcierto e intranquilidad.
Es obvio que el experimento no le vino bien, pero la idea de Ricardo La Volpe parecía sana. Deseaba darle libertad pare recuperar y proyectar a sus compañeros, algo que no se le dio por la desconfianza que generó el primer gol de Portugal, apenas al minuto 6, cuando Osorio cedió mucho terreno y facilitó el amenazador avance de Simao que resolvió Maniche.
Márquez, de pronto, equivocó pases en medio campo, incurrió en infracciones innecesarias y, peor aún, desvió un balón con la mano derecha, de manera intencional, para evitar que Fernando Meira, quien le ganó la posición en el cobro de un tiro de esquina, hiciera daño.
La crisis de Márquez terminó con el primer tiempo. Después, ya en el complemento, La Volpe lo reubicó en la zaga central por derecha, ante la salida del ?Maza?, y recuperó confianza, liderazgo y toque, con todo y que acusó ese nerviosismo que le hizo llevarse un cartón amarillo.
Aún en línea de cuatro, que se dio ya entrado el segundo tiempo y más a partir de la expulsión de Luis Ernesto Pérez, Márquez mantuvo solidez. Mas, por ahí, perdió algún balón en la salida que, por fortuna, el cuadro lusitano desaprovechó.
No, no fue el día de Rafa. Pero habrá que reconocerle esa personalidad para recuperar la cordura al saber mantener al Tri en el partido.
Sabía La Volpe que no debía hacer alguna modificación brusca en la zaga. Quizá a él se le deba cargar mayor responsabilidad. Pero, de todos modos, no fue el día de Rafa. Él lo sabe, pero México y ?El Káiser de Michoacán? continúan con vida en la Copa del Mundo.
