Nunca está de más una invitación a conocer uno de los más novedosos e interesantes lugares de la ciudad. Por fin en Torreón existe un museo digno, de gran calidad en sus instalaciones y colecciones que presenta. El Museo Arocena, ubicado enfrente de la Plaza de Armas en el antiguo edificio del Casino de La Laguna fue inaugurado el mes pasado con una gran asistencia en su primer día abierto al público en general. El inmueble en el que se ubica el museo fue originalmente construido en 1910 bajo la dirección del arquitecto francés Louis Channel y representa una de las delicias arquitectónicas que pueden admirar los visitantes de la algo descuidada Plaza de Armas, edificación que resulta distintiva por el cañonazo que llagó a uno de sus costados dejando la marca indeleble del pasado revolucionario vivido en la región.
El domingo que abrió el museo tuve la oportunidad de asistir, pues la entrada es gratuita el séptimo día; de martes a sábado el costo es de 30 pesos con una tarifa de diez pesos para maestros y estudiantes con credencial, adultos con credencial del Inapam, niños menores de 12 años y grupos de instituciones culturales. Los horarios son de 10:00 de la mañana a 6:00 de la tarde, de martes a domingo y los jueves de 10:00 de la mañana a 8:00 de la noche. La gran afluencia del público curioso y amante de la novedad me otorgó una espera de 40 minutos que valió la pena al entrar al museo. Las instalaciones, la tecnología, el patrimonio y la variedad de las colecciones son gratificantes y enriquecedoras. Hay pantallas touch screen en los tres niveles del museo en las que se pueden conocer tanto la historia del museo, de la región, de la Comarca Lagunera, de la ciudad, de la familia Arocena y de la colección y una línea del tiempo en la historia mundial. Al entrar nos recibe la sala de exposiciones temporales en la que actualmente se presenta la exhibición de arte contemporáneo mexicano Preámbulo I. Lo interesante es que además de la sorprendente obra pictórica y escultórica, existen explicaciones sobre los diferentes estilos artísticos que allí se presentan, cada sección tiene una definición grabada en los muros que nos dice en qué consiste el movimiento que se presenta: neofiguración, arte abstracto, hiperrealismo, entre otros, son explicados para que el visitante incremente su conocimiento y no sólo sea un simple espectador de la obra. En el mismo nivel están la colección Arocena consistente en retratos y muebles de la familia; en el mismo nivel están el auditorio y la biblioteca. En el segundo nivel se presenta frente a las escaleras la mencionada línea del tiempo en la que una marquesina va dando los nombres y sucesos de personajes a través de la historia. Detrás de esa línea está otra sala de exposiciones temporales que en estos momentos presenta pintura de origen vasco. En el mismo nivel, una sección con personajes importantes en la historia.
Las colecciones de arte europeo y arte virreinal mexicano constituyen el mayor acervo de la colección: piezas valencianas, arte con influencia flamenca en España; el renacimiento, el barroco y los marfiles hispano orientales son representados por piezas de pintura y escultura de más de cuatro siglos de antigüedad, iconografía sagrada y muebles con tejidos decorativos. Las que más me impresionaron fueron unas figuras religiosas talladas en mármol, los tejidos de los muebles y las explicaciones de los gremios encargados de las diferentes formas de producir arte virreinal mexicano: los métodos en los que se realizaba la pintura, escultura, el moldeo, el repujado y los utensilios de plata y piel en donde duermen las historias mudas de sus propietarios a lo largo de su historia, espejos que han capturado el reflejo de todo aquél que a través de centurias se han visto en ellos y un instrumento musical decorado con pinturas campiranas.
En el tercer nivel la historia de México y La Laguna son deshilvanadas en pantallas y en un radio y una televisión gigantes en los que se escuchan y ven canciones de distintas épocas y actores nacidos en la región respectivamente. En esta parte llamada Crónica de La Laguna también se muestran las historias cultural, económica, social y natural de la Comarca. Rodeando esta sección el desarrollo histórico mexicano se va desenvolviendo en los muros con muestras de arte prehispánico, piezas virreinales, de la Independencia, de la Revolución, y del México moderno. Al inicio del recorrido se le entrega al visitante un folleto con el mapa y los datos del museo y también un folleto infantil para los niños, en el que hay juegos y preguntas sobre el recorrido.
Quizá lo único criticable al museo, además de unas mínimas cuestiones de iluminación, sea el hecho de haber tenido distintas inauguraciones: la primera, dos días antes de su apertura, una cena y recorrido para la clase alta, la segunda para los medios y la tercera para el público común y corriente como usted y yo el domingo citado, caro lector. Fuera de eso, el museo es uno de los patrimonios más importantes de la ciudad y una oferta cultural que no debemos dejar pasar. También cuenta con la librería de Conaculta que estaba ubicada en el Museo Regional de La Laguna. Ojalá que pronto se abra otra en ese recinto, pues se dejó sin librería al museo del Bosque Venustiano Carranza. La entrada al Museo Arocena es por la calle Cepeda, en el ?guiño? centro histórico de la ciudad. Recomiendo a los profesores hacer un esfuerzo y llevar a sus alumnos en un recorrido por el antiguo Casino de La Laguna.
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