EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Para evitar enviar a los menores que delinquen a Durango, es necesario que entre ya en operaciones el Centro de Observación y Orientación de Menores Infractores (COOMI), coinciden los agentes investigadores del Ministerio Público.
El COOMI, inaugurado el 30 de agosto de 2004, todavía no funciona y tiene ya cerca de un año cinco meses como ?elefante blanco?.
Como mudo testigo de la inauguración permanece la placa a la entrada del edificio, que se ubica en los límites de las colonias El Mezquital y Leticia Herrera, de esta ciudad, en la parte posterior del Centro de Readaptación Social (Cereso).
Con una inversión de 34 millones de pesos, ya equipado, aún no hay una fecha precisa para su operación, no obstante que ya tiene presupuesto asignado por parte de la Secretaría de Finanzas del Estado, pero se han dado innumerables largas a su apertura.
La construcción consta de dos edificios similares, divididos en áreas de Diagnóstico y Tratamiento para las mujeres y el otro para los varones, además de la Casa de Gobierno, donde se realizarían todos los trámites administrativos.
El edificio incluye áreas verdes, deportivas, de convivencia y el auditorio para el desarrollo de programas culturales y artísticos. Cuenta también con departamentos de Psicología, Enfermería, Médico, Trabajo Social, Farmacia y Cocina.
Tras reconocer la necesidad de contar con el COOMI, Alejandro Moreno Valadez, subdirector de Averiguaciones Previas, dice que ya el titular de Seguridad Pública en el estado de Durango, informó que en unos tres meses más tendrán el personal capacitado y operando esa institución.
Casos atendidos
La Subprocuraduría de Justicia de la Región Laguna Durango, atiende un promedio de 12 casos de menores infractores al mes que requieren atención del COOMI, pero como no ha entrado en operaciones, son regresados a los padres sin rehabilitación profesional.
Hay ocasiones incluso que por semana se registran hasta cinco casos que requieren el internamiento de los menores por el tipo de faltas cometidas, lo que refleja la necesidad del citado Centro.
Los delitos más comunes entre los menores, son los de robo, motivo por el cual fueron trasladados a Durango dos jovencitos en fecha reciente, aunque también existe de otro tipo, como el de abusos deshonestos.