Se registraron los suicidios número 55 y 56 en lo que va del año y, a la par, elementos de la Policía Preventiva frustraron una auto inmolación en el interior de una de las celdas del ?Mercadito?, informaron la Procuraduría General de Justicia y la Dirección Municipal de Seguridad Pública.
Juan Herrera Castañeda, de 20 años, con domicilio en el poblado 10 de Abril, en Santa Clara, Durango, se enterró una daga en el pecho, luego de que sostuvo una discusión con su padre y con sus primos, dejando de existir la madrugada de ayer.
Los hechos ocurrieron cuando Juan se encontraba en una fiesta y tras la discusión con sus familiares dejó la celebración y se encerró en una camioneta; horas más tarde, su padre lo encontró ya sin vida en el interior del vehículo, con la daga en el pecho.
Por otra parte, en Gómez Palacio, Durango, Gerardo Ávila Favila, de 48 años, quien tenía su domicilio en la calle Blas Chumacera de la colonia Fidel Velázquez, se privó de la vida atando el extremo de una cuerda a su cuello y la otra punta a una escalera, en el interior de su casa, para después dejar caer el peso de su cuerpo en su garganta.
De acuerdo con los datos proporcionados por Jorge Alberto, hermano del occiso, quien lo encontró sin vida, Gerardo ya pensaba en el suicidio, al parecer porque no soportó la reciente muerte de su madre.
POLICÍAS EVITAN UNA TRAGEDIA
En la madrugada del domingo, César Galindo Galván, de 30 años, ingresó a las celdas del ?Mercadito? por alterar el orden en estado de ebriedad y al parecer bajo los efectos de alguna droga y horas más tarde intentó quitarse la vida al colgarse de uno de los barrotes de la reja.
Claudia Beatriz Carreón Arámbula, agente de la Policía Preventiva, quien en ese momento estaba de guardia, comentó que al hacer un recorrido por las celdas se percató de que el mencionado sujeto había amarrado su suéter en su cuello y se había colgado de un barrote, por lo que de inmediato entró y sostuvo su cuerpo para que no se hiciera daño.
Al rescate entró el policía Carlos Rentería Cázarez, quien apoyó a la oficial para quitarle el suéter del cuello e impedir que se suscitara el suicidio número 57.
