EL SIGLO DE DURANGO
Espectacular persecución protagonizó la Policía Ministerial al pretender dar alcance a por lo menos dos sujetos que iban a bordo de una camioneta Cherokee, en el fraccionamiento Acereros, haciendo uso de sus armas al efectuar tres disparos; sin embargo, los individuos en mención lograron darse a la fuga a pie, perdiéndose entre las faldas del Cerro de Mercado.
El sábado por la tarde, aproximadamente a las 16:00 horas, se escucharon tres disparos en el fraccionamiento Acereros, donde se llevaba a cabo una persecución en la que se observó un camioneta Cherokee que a toda velocidad huía de tres vehículos que no mostraban algún logotipo o identificación de la Policía Ministerial: un carro Tsuru pintado como taxi, sin placas de circulación, un Intrepid de procedencia extranjera y un Stratus con vidrios polarizados.
Los vehículos ingresaron al fraccionamiento citado por la calle Mina Magistral de Oro y al verse alcanzados los tripulantes de la Cherokee, tomaron la vialidad Mina Tayoltita, para intentar perderse, pero no lograron su objetivo, pues los agentes en sus tres autos no cesaban en la persecución.
Los disparos se escucharon cuando los automotores circulaban por la calle Mina de Bacís, continuando el recorrido hasta llegar a la vialidad Mina San Miguel del Cantil, sitio que asemeja un callejón sin salida, pues en ese punto inicia la propiedad de la empresa Cerro de Mercado.
Los dos o tres individuos que viajaban en la Cherokee, al ver que no podían seguir en la camioneta, pues se encontraban a la orilla del cerro, se bajaron del vehículo y emprendieron la huida hasta perder a sus perseguidores.
Del auto pintado de verde y blanco como si fuera un taxi, sin placas de circulación, bajó un sujeto con un arma larga y se dirigió a la camioneta Cherokee, que habían dejado abandonada; en eso llegaron los otros dos vehículos, el ?chocolato? tipo Intrepid y el Stratus, de donde descendieron otros cuatro individuos armados, al parecer agentes de la Policía Ministerial.
Después de revisar minuciosamente la camioneta abandonada, optaron por llevársela, probablemente a la pensión de la corporación, para proseguir con la investigación.
