Madrid, (EFE).- Los egipcios de clase alta pasaban sus ratos libres hace 3 mil 400 años con un juego de mesa mezcla del actual "backgamon" y de la Oca, hallado en Luxor por el equipo del egiptólogo español José Manuel Galán en la quinta temporada del "Proyecto Djehuty".
Según explicó a EFE el investigador, la colección de piezas de este juego, talladas en marfil, y conocido como "senet", la encontraron en la antigua capital egipcia junto a las tumbas de dos nobles de la dinastía XVIII, Djehuty y Hery.
El juego tiene además un "simbolismo religioso", ya que fue depositado en el túmulo para acompañar al difunto "durante el tortuoso camino que le llevaba a la vida eterna", apuntó Galán.
Forma parte del ajuar funerario perteneciente a un matrimonio de nobles del año 1,500 antes de Cristo, que Galán y su equipo descubrieron a principios de este año, a siete metros de profundidad, en un pozo de sepultura situado junto a las dos tumbas.
El investigador, quien presentó en rueda de prensa los resultados de la campaña de este año, indicó que otras de las "joyas" del ajuar son cuatro recipientes de cerámica pintada en policromía, que se conocen como vasos canopos, en los que se conservaban las vísceras de los difuntos, y sus respectivas tapas.
Las tapaderas de estos recipientes, en las que se representan sendos rostros humanos, son piezas "únicas en el mundo" por su antigüedad y por el contexto arqueológico en el que fueron halladas, según el egiptólogo.
Junto a estos objetos, el equipo de Galán, perteneciente al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) e integrado por un total de quince investigadores españoles, halló un vaso de cerámica fina en el que se inscribe en tinta negra el nombre de la esposa, "Khay", junto a una oración de súplica dedicada al dios Hapy.
Además, se encontraron dos cajas de madera en las que se conservaban los vasos canopos, decoradas con el dibujo de una divinidad femenina con los brazos alzados en señal de protección.
La colección se completa con los ataúdes de madera del matrimonio de nobles en el que se representan los rostros de ambos, además de otros objetos como bolsos y cestas de mimbre, y ánforas y vasijas diseñadas para guardar vino, ungüentos y perfumes.
La quinta campaña del Proyecto Djehuty, cuya misión es excavar y restaurar un conjunto de tumbas de la necrópolis de Dra Abu el-Naga, ha servido además para descubrir la "excepcional" entrada al vestíbulo de la tumba de Djehuty, de 34 metros de longitud por siete de anchura.
Durante el acto de presentación Galán calculó que el proyecto durará "al menos diez años más", ya que, dijo, "en la falda de la montaña se construye una calle en la que se suceden las tumbas como los adosados en una urbanización".