El secretario de Seguridad Pública Federal admite que la falta de preparación de los policías del país para combatir nuevos desafíos de la delincuencia.
EL SIGLO DE TORREÓN
MÉXICO, DF.- Garantizar la Seguridad Pública es la gran deuda que mantiene el Estado mexicano con sus ciudadanos y este problema no es algo que se haya generado en los últimos años, sino una condición histórica por la falta de un sistema, dice el secretario de Seguridad Pública Federal, Eduardo Medina-Mora.
?Hace falta encontrar cuáles son las áreas donde se puede incidir con mayor efectividad en mejorar las circunstancias de Seguridad Pública?, advierte el funcionario.
Pese al incremento de las ejecuciones y la violencia relacionada con el crimen organizado en algunas ciudades del país, Medina-Mora afirma que el Estado tiene todas las fortalezas para salvaguardar la gobernabilidad.
En entrevista con la Asociación de Editores de los Estados, Medina-Mora asegura que a casi dos meses de que concluya la Administración del presidente Vicente Fox, la dependencia a su cargo documenta y ?aterriza? las estrategias para que el próximo Gobierno que encabezará Felipe Calderón Hinojosa, pueda retomarlas de inmediato y darles continuidad.
Advierte que en todo el país existe una gran ?debilidad institucional? en las instancias encargadas de la Seguridad Pública, principalmente porque los cuerpos policiacos de los tres niveles de Gobierno no tienen la suficiente solidez y articulación para responder con eficacia a los nuevos desafíos.
?Necesitamos fortalecer institucionalmente a las policías y esto requiere obviamente la construcción de visiones estratégicas, articulaciones tácticas, procedimientos sistemáticos de operación y liderazgo, indicadores de supervisión y también una vigilancia ciudadana que hasta el momento no tenemos en los cuerpos policiacos?, explica.
En su opinión, es urgente la construcción de una Policía que opere bajo procedimientos estrictos y definidos, con el objetivo de que cada elemento tenga claridad absoluta de cuál es su tarea y que existan mecanismos para generar indicadores que permitan saber si las policías son eficaces.
?Nuestras policías en general, en muchas ciudades, no tienen esta articulación técnica?, admite, y ejemplifica el riesgo que subsiste en una Policía mal entrenada.
?Cuando un policía no sabe lo que tiene que hacer con claridad hay un gran nivel de discrecionalidad y los errores se dan porque el sistema (lo) permite?.
Estas grietas en el sistema son las causas, entre otras cosas, del grado de corrupción que permea en un importante número de policías de los tres órdenes de Gobierno.
La corrupción, abunda, es un error doloso que ocurre no sólo porque el policía tenga proclividad personal a corromperse, sino principalmente porque el sistema operacional se lo permite.
No obstante, para encarar esta situación la dependencia a su cargo desarrolló el Sistema de Planeación y Control Policial, un modelo de operación ideal para policías municipales y estatales, con 144 manuales, reglamentos de operación, mecanismos de supervisión, elaborados a partir de las mejores prácticas en el país y en el extranjero.
Violencia, producto del reacomodo
En los últimos meses, distintas ciudades del país como Tijuana, Acapulco o Monterrey han experimentado oleadas de violencia y criminalidad inusitadas, con un alto nivel de sadismo.
A los tradicionales métodos de eliminación de los rivales y las balaceras entre bandas contrarias, se han sumado decapitaciones y ataques con granadas o bazucas, generando un clima de incertidumbre y temor entre la población.
Para Medina-Mora, la violencia desatada en los meses previos obedece a los cambios en el mercado internacional de las drogas, donde se ha registrado una caída importante en los volúmenes de consumo de cocaína en Estados Unidos y un descenso significativo en los precios al mayoreo.
Durante el año pasado, según cifras del Gobierno estadounidense, los cárteles mexicanos obtuvieron mayores ingresos por venta de marihuana que por cocaína, aun cuando los precios y las ventas de la marihuana se mantuvieron constantes, y cuando México es proveedor marginal del mercado de marihuana estadounidense, que se abastece principalmente de cultivos propios.
En Estados Unidos, el mercado de droga más grande del mundo, los nuevos jugadores se han enfocado a la introducción ilegal de metanfetaminas, mercado en el que los cárteles mexicanos no tienen mucha participación, sobre todo por la tarea del Gobierno en el control de la importación legal de precursores, como la seudoefedrina.
?Hoy en día los cárteles mexicanos tienen una caída severa de sus ingresos y como consecuencia no pueden sostener las estructuras en términos logísticos que habían levantado en el pasado. Esto los lleva a incursionar en otras actividades delictivas como el secuestro?, explica Medina-Mora.
A este reacomodo del mercado internacional, se agrega el hecho de que México se ha convertido en un mercado de consumo muy importante, con un incremento constante en los índices de consumo de drogas.
?Tenemos un incremento en el consumo de drogas duras, en tasas de crecimiento de más del 20 por ciento anual por más de una década?, afirma.
Por ello, sostiene, se requiere un esfuerzo en todos los niveles de Gobierno, junto a la ciudadanía para generar políticas públicas de largo aliento que reviertan estas condiciones.
?La Seguridad Pública no puede condicionarse o descuidarse por banderas partidistas o intereses políticos, esta es una obligación de Estado que debe trascender esto?, afirma.
La estrategia
La SSP, la Procuraduría General de la República y la comisión de seguridad pública de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) estructuraron un plan rector para diseñar e instrumentar un plan rector de largo plazo en esta materia.
El acuerdo, aprobado por todos los mandatarios estatales en la pasada reunión de la Conago en Nuevo Vallarta, Nayarit, será llevado al Consejo Nacional de Seguridad Pública para su aprobación.
Este proyecto contempla acciones de aplicación inmediata para enfrentar la delincuencia, entre las que destacan la ?tolerancia cero? a la circulación de vehículos sin placas y la revisión obligatoria de aquellos que circulen con vidrios polarizados.
Además establece el registro obligatorio y fidedigno de huéspedes en hoteles y moteles en todo el país.
En materia de cooperación entre niveles de Gobierno, el plan propone compartir la información de las bases de datos federales y estatales, así como unificar la frecuencia de intercomunicación entre las fuerzas federales, estatales y municipales.
Sin embargo, para el titular de la SSP, esto es apenas un diagnóstico de la situación en el combate a la delincuencia, y faltan ?muchos pendientes por realizar en lo instrumental para encontrar una respuesta a la altura del desafío?.
En medio de la creciente percepción de inseguridad entre los ciudadanos, explica el funcionario, ?paradójicamente? se registró una reducción del 17 por ciento en los homicidios dolosos.
?A nosotros no nos consuela esto, no es una explicación el decir que se están matando entre ellos y qué bueno que pase así. De ninguna manera, es algo que nos indigna y preocupa tanto como a cualquier ciudadano?, afirma el funcionario. La única realidad, dice, es la percepción de la ciudadanía.
?Uno puede hacer argumentaciones estadísticas, explicar las cosas, pero si los ciudadanos no están satisfechos, nosotros no podemos estarlo?.
