Unas 500 especies tropicales decidieron quedarse en el viejo Mare Nostrum porque las condiciones climáticas ya no son tan diferentes a las de su hábitat.
EFE
Roma.- El aumento de la temperatura del Mediterráneo es la causa principal de que unas 500 especies tropicales hayan adoptado este mar como su nueva casa, aunque la contaminación pone en peligro la biodiversidad por lo que Europa ha lanzado un programa para salvaguardarla.
De acuerdo con Naciones Unidas, son más de 500 las especies exóticas que, tras una exploración en la zona, decidieron quedarse en el viejo Mare Nostrum porque las condiciones climáticas ya no son tan diferentes a las del Trópico.
Durante el verano, la temperatura del Mediterráneo aumenta entre tres y cinco grados centígrados, según un informe publicado por el diario "La Repubblica".
Entre los nuevos "inquilinos" están cinco especies de tiburón, dos de barracuda, dos de caballos de mar, además del pez papagallo, el pez luciérnaga y el pez aguja.
Estas especies llegan a la zona sobre todo por el Canal de Suez (44 por ciento), vienen en el agua de lastre de los barcos (20 por ciento) o entran por el estrecho de Gibraltar (siete por ciento), detalló el periódico.
Algunos de los nuevos "habitantes" del Mediterráneo son peligrosos para el ser humano, como la concha "conus fumigatos", que es venenosa e incluso puede llegar a ser mortal.
Otros van ganando terreno frente a las especies autóctonas, como algunas algas en las que se reproducen los peces.
La llegada de las nuevas especies cambian el equilibrio natural en el Mediterráneo, al tiempo que se ven afectadas por la contaminación, causada en gran parte por un mayor tránsito de barcos con mercancías y turistas en sus aguas.
Para salvar el Mediterráneo, autoridades europeas han lanzado el programa "Horizon 2020", con el objetivo de salvar la biodiversidad y limpiar las aguas.
