Afirman que algunos comunicadores fueron contratados para informar sobre sus colegas.
EL PAÍS
BERLÍN, ALEMANIA.- El servicio secreto alemán (BND) espió durante los años noventa ?en gran escala? a periodistas alemanes. Agentes de aquella institución, que no hace más que producir noticias negativas al cumplir 50 años de vida (últimamente por su colaboración con la Agencia Central de Investigación en Irak), observaron la actividad laboral y la vida privada de redactores de las revistas semanales Der Spiegel, Stern, Focus y otros medios.
Un informe secreto de 170 páginas del ex presidente del Tribunal Federal Supremo, Gerhard Schäfer, fue presentado a la comisión inspectora del Bundestag (Cámara Baja del Parlamento) en Berlín. Esta se reunirá la semana entrante para aclarar el asunto. Schäfer descubrió que el BND, además de controlar a periodistas, contrató a otros para informar sobre sus colegas. Calificó estos manejos de ?desproporcionados? y ?claramente ilegales?. Dijo también que ?se trata de una intervención masiva en la libertad de prensa?.
Algunos periodistas ofrecieron directamente sus servicios, otros fueron contactados directamente por el BND con el fin de conocer el contenido de su trabajo. Schäfer nombra en total a cinco personas. Los periodistas activados por el BND recibieron dinero por su colaboración. Un ex redactor de Focus recibió de 1982 a 1998 unos 600 mil marcos alemanes, equivalentes a unos trescientos mil euros.
El informe de Schäfer señala que el BND obtuvo hasta en otoño de 2005 informaciones sobre un periodista conocido de la boca de otro. No se precisó a quién se podía atribuir la responsabilidad por estas medidas de seguridad nacional al límite o fuera de la legalidad. La comisión se encargará de revisar si el BND recibió instrucciones directas y si violó la libertad de prensa.
El año pasado el periódico Süddeutsche Zeitung había publicado la noticia que el BND había espiado a periodistas durante los años 90, pero no se sabía hasta qué punto. El motivo para las observaciones había sido un libro crítico sobre el BND de Erich Schmidt-Eenboom de 1993. El servicio secreto tenía como objetivo cerrar un ?agujero? en sus filas.
August Hanning, el ex presidente del servicio, admitió errores al conocerse el año pasado el espionaje de periodistas. En consecuencia, el BND recibió órdenes de no abusar de periodistas como informadores. La Asociación Alemana de Periodistas (DJV) y la Unión de periodistas (DJU) pidió la publicación del informe de Schäfer. ?Los hechos son escandalosos?, dijo un portavoz del DJV. El DJU, por su parte, exigió que la comisión que investiga la actividad del BND en la lucha antiterrorista se encargue también de revisar el espionaje de periodistas.
El redactor jefe de Focus, Helmut Markwort, anunció medidas jurídicas. ?Denunciaremos a la persona responsable?, dijo Markwort.