Son 11 los municipios que tienen mayor riesgo de perder la productividad de sus tierras
CUENCAMÉ, DGO.- El deterioro del suelo es un problema que preocupa a las autoridades ambientales y agropecuarias de Durango debido a que es un fenómeno que amenaza la biodiversidad y la viabilidad de la actividad agropecuaria, por lo que constituye un factor que lleva a la pobreza.
Víctor Joel Martínez Martínez, delegado de la Secretaría de Medio Amiente y Recursos Naturales (Semarnat), informó que en el estado hay 11 municipios con características de desierto y semidesierto, mismos que ocupan el 22.3 por ciento del territorio de Durango.
Tlahualilo, Mapimí, Simón Bolívar, Santa Clara, San Juan de Guadalupe, Cuencamé, Nazas, San Pedro del Gallo, San Luis del Cordero, Lerdo y Gómez Palacio son los municipios con mayor factor de riesgo en cuanto a erosión y sobreexplotación de la tierra, debido a las características de su situación geográfica y clima.
Cuencamé es uno de los municipios que mayor preocupación ha demostrado por mantener no solamente la calidad de sus suelos, sino de su entorno en general, debido al riesgo que representan el clima y la geografía que tiene.
En este sentido, de acuerdo con el Informe de la Situación del Medio Ambiente en México 2005, el 45.2 por ciento del territorio del país sufre algún tipo de degradación del suelo, esto debido principalmente a las actividades agrícolas y el sobrepastoreo.
Estas actividades representan el 80 por ciento de la degradación de suelos, siendo las descargas de productos agroquímicos las que representan un grave riesgo para que la tierra pierda su calidad productiva.
El Delegado comentó que los 27 mil 500 kilómetros del territorio de Durango con características áridas son más propensos a que el suelo se degrade, e incluso es en donde hay mayor afectación de la erosión, sin dejar de lado otras zonas sobreexplotadas en otro tipo de superficie.
Por otra parte, Víctor Joel Martínez manifestó que la pobreza del suelo coincide con la de sus habitantes, haciendo referencia a que las zonas más desérticas de la entidad también tienen grandes carencias económicas, situación que llega a causar incluso la emigración.
Desafortunadamente, la tierra de esos lugares, después de un determinado ciclo productivo, pierde sus propiedades y se vuelve inservible para la agricultura y la ganadería, situación que las autoridades relacionadas con las actividades del sector primario ya están tomando en cuenta, para emprender las medidas ncesarias.
Existen medidas que determinan qué cantidad de animales se pueden tener en un agostadero según las características del suelo, al mismo tiempo que se está pidiendo la eliminación de productos agroquímicos que causan a la tierra pérdida de fertilidad, salinización y acidificación, señaló.
Preocupación mundial
El problema de desertificación, que se refiere al crecimiento de zonas áridas y pérdida de calidad del suelo, es una dificultad de preocupación mundial, siendo éste el tema principal del pasado 5 de junio, Día Internacional del Medio Ambiente.
Al respecto, Víctor Joel Martinez Martinez, delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), comentó que para evitar que el problema siga avanzando es necesario reducir las actividades que provocan la pérdida de calidad del suelo.
En este aspecto, el titular de la Semarnat en Durango indicó que el aprovechamiento de forma organizada de recursos maderables y no maderables que se dan en las zonas áridas, tales como el maguey, orégano, mezquite, lechuguilla y el nopal, pueden ayudar a la conservación y rehabilitación de suelos.
Sin embargo, manifestó que la inversión que se requiere es mucha, aunque en el estado ya se trabaja en proyectos agropecuarios que no necesariamente debilitan la productividad de la tierra, agregó.