EL SIGLO DE TORREÓN
SAN PEDRO, COAH.- Para Julio Martínez Ovalle, la forma de hacer política que actualmente aplican los diferentes partidos, está muy distante de lo que debería realizarse en un país donde se practica la democracia.
A sus 76 años de edad, considera que las organizaciones políticas privilegian la atención de los intereses personales de sus propios dirigentes y los de sus grupos, sobre los problemas comunes que atañen a sus militantes, quienes regularmente sólo son utilizados y se vuelven objeto de interés en los periodos de campaña, para luego olvidarse de ellos.
Martínez Ovalle inició su actividad política casi desde que cumplió la mayoría de edad, cuando se afilió al Partido Comunista Mexicano, en el cual militó por casi 55 años a pesar de que éste alcanzó su registro oficial varios años después de que se conformó.
Pertenecer a dicho partido representó para él un compromiso con las clases más necesitadas, con las que se identificaba plenamente y a las que según dice, trató de ayudar con representación jurídica en disputas de tierras ejidales y otra serie de problemas que surgían en aquella época, con base en la preparación profesional que recibió en la carrera de Derecho que estudió en la Ciudad de México.
Gracias a su ideología de izquierda, Julio Martínez se involucró en la lucha por derogar el Artículo 145 bis del Código Penal que según recuerda, sancionaba las movilizaciones y reprendía los actos de grupo, que eran calificados como una asociación delictuosa cuando más de cinco personas se reunían para tratar un problema en común.
Esto también lo llevó a participar directamente en la liberación de los presos políticos de Lecumberri.
En este sentido, considera que casi todos los periodos de Gobierno en México se han caracterizado por reprimir, de una u otra forma, la postura de la izquierda por ser aquélla que está directamente involucrada con las clases más desprotegidas, como los campesinos y los obreros.
A su consideración, el Gobierno de Adolfo Ruiz Cortines es el que mejores resultados dio a nuestro país desde la postura izquierdista, ya que disminuyó los impuestos en un 50 por ciento, mientras que la única esperanza de sacar adelante a México en la actualidad es representada por Andrés Manuel López Obrador, aunque éste debe enfrentarse a los propios perredistas que buscan traicionar al partido.
?Es porque todos ellos provienen de un mismo partido, el Revolucionario Institucional y no han perdido del todo esa esencia de política amañada?, expresa.
Julio Martínez, quien actualmente milita en el PRD, considera que la pérdida de valores es el común denominador de quienes hacen política, además de que hay un rechazo sistemático hacia quienes dedicaron gran parte de su vida a la labor política.
?No es únicamente la falta de experiencia, sino que de antemano ya hay una carencia de valores que no les permite abocarse a trabajar a favor de sus representados, pues la política materialista y de cúmulo de poder y riquezas es lo que prevalece, ya nadie se acuerda de la disciplina y la ética que debe seguir todo político?.
