Localizan en Acapulco supuesto artefacto explosivo tras dos falsas alarmas de bombas.
Notimex
Acapulco, Guerrero.- No estamos sentados en algodones, estamos sentados en un barril de pólvora, aseguró el alcalde Félix Salgado Macedonio, luego que ayer localizaran un artefacto explosivo y recibieran dos falsas alarmas de bomba.
Sin embargo, en conferencia de prensa, aseguró que la presencia de muchos policías en las calles hace de ese puerto la ciudad más segura del país, luego de los últimos hechos violentos.
Sin hacer referencia directa a la delincuencia organizada, dijo que las amenazas de bomba registradas diariamente son parte de la psicosis que se vive en la ciudad, pero no negociará con las mafias.
Cerca de las 15:00 horas, elementos del Ejército Méxicano, Bomberos y Policía Preventiva Municipal localizaron un supuesto artefacto explosivo en las escaleras que conducen al segundo nivel de un negocio de masajes.
El dispositivo fue envuelto con periódico y cubierto con tela adhesiva. Personal del cuerpo antibombas del Ejército Mexicano lo trasladaron hasta sus unidades, donde lo investigarían para averiguar si se trataba de una broma más.
Fueron comerciantes quienes alertaron a los efectivos de ese bulto. Lo anterior cuando los soldados de la IX Región Militar buscaban un explosivo en una escuela de computación, adjunta al negocio de masajes.
La primera amenaza de bomba fue después del mediodía en el Centro de Control, Comando y Comunicación (C4) y fue hecha por una persona del sexo masculino.
En la llamada alertaba de un posible estallido en las instalaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicado en la avenida Cuauhtémoc.
Al lugar llegaron cinco soldados de la IX Región Militar al cargo del mayor de Infantería Luis Alberto Martínez Paulín, así como diez bomberos a bordo de una unidad y cinco uniformados de la Policía Preventiva Municipal.
Cuando terminaban la revisión, el director de una escuela de computación adjunta a las instalaciones del IMSS, Jesús Martínez, les informó que había recibido una amenaza telefónica alertando de una bomba.
Soldados, bomberos y policías municipales se abocaron a la búsqueda del supuesto artefacto explosivo sin encontrarlo, fue cuando comerciantes cercanos informaron que en el negocio de masajes, a un lado de la escuela, estaba el bulto.
