EL SIGLO DE TORREÓN
Torreón, Coah.- Un mes transcurrió desde que se encontraron los cuerpos de cinco laguneros que fueron ejecutados en Coyuquilla Norte, poblado del municipio de Petatlán. Las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Coahuila no han recibido ningún comunicado de su similar en Guerrero. Los crímenes siguen impunes.
David Cázares Juárez, delegado de la PGJE en La Laguna, informó que no se ha hecho petición formal alguna para intervenir en la investigación del caso donde perdieron la vida José Guadalupe Salazar, de 37 años; Miguel Ángel Huerta Castrellón, de 34 años; Salvador Medina Olivares, de 32 años; José Luis Valenzuela Barrón, de 34 años, Jorge Salas Rodríguez, de 41 años.
Tampoco en la ciudad de Saltillo, en las oficinas centrales de la PGJE se tienen reportes sobre la petición de algún tipo de información o apoyo para el desahogo de la posible comparecencia del único sobreviviente de la masacre de los comerciantes.
Sobre los familiares de los ejecutados, Cázares Juárez señala que no se ha vuelto ha establecer contacto y que la última vez que los vieron fue durante el accidentado traslado de los cuerpos de Guerrero a Torreón.
En su momento el procurador Jesús Torres Charles y el secretario de Seguridad Pública en el Estado, manifestaron su indignación y preocupación por los asesinatos, asegurando que se coadyuvaría en lo necesario.
Respecto al caso que se dio a conocer a nivel nacional, se informó que desde las 11 de la mañana del viernes 28 de abril, los comerciantes estuvieron a disposición de los agentes de la Policía Preventiva Municipal de Petatlán, que los detuvieron para revisar la procedencia de su mercancía y de paso investigar si contaban con antecedentes penales.
Después de permanecer en la cárcel durante casi 12 horas fueron turnados a las oficinas de la Procuraduría General de la República (PGR), con sede en Zihuatanejo, consignados por su probable comisión en el delito de contrabando.
La PGR mediante un comunicado oficial asegura que liberó a los seis laguneros a las 19:00 horas del sábado 29 de abril pero el único sobreviviente, Eduardo Rocha, sostiene que salieron cerca de las 23:30 horas (menos de siete horas del hallazgo de los cuerpos) y a casi cien metros un convoy de diez sujetos armados secuestró a sus compañeros.
Los cadáveres se descubrieron a las 6:00 horas del domingo 30 de abril. La Procuraduría de Justicia de Guerrero informó que los cuerpos de los cinco hombres presentaban varios impactos de bala de armas de grueso calibre, con las manos amarradas y con cinta canela en ojos y boca. A la fecha no se sabe de avances en el esclarecimiento de la masacre.
