EFE
Londres.- Alrededor de 2 mil habitantes de las islas Orkney, al norte de Escocia, participarán en un estudio genético destinado a buscar un posible tratamiento para la osteoporosis.
Los científicos de la Universidad de Edimburgo y de la Royal Society de la capital escocesa se proponen identificar los genes que están en el origen de la propensión a esa enfermedad consistente en la pérdida de masa ósea.
Un equipo de enfermeros basado en Kirkwall, la mayor ciudad del archipiélago, medirá la densidad ósea de los voluntarios gracias a una máquina especial conocida por las siglas inglesas de Dexa (Dual Energy X-ray Bone Densitometer).
A las personas aquejadas por la disminución de la masa ósea se les extraerá sangre y se analizará su DNA en diversos laboratorios de Edimburgo.
"Si tenemos éxito, los resultados que se obtengan serán de gran utilidad para desarrollar pruebas genéticas que permitan calcular el riesgo de fracturas óseas así como nuevos fármacos para la prevención y el tratamiento de la osteoporosis", señala el jefe de los investigadores, Stuart Ralston, citado por la agencia PA.
Se han elegido las islas Orkney por el aislamiento y la estabilidad que caracterizan a su población, lo que facilita la búsqueda de los genes en cuestión.
Según Ralston, profesor de la Universidad de Edimburgo, aunque se han identificado algunos genes que predisponen a las personas a esa enfermedad, quedan por descubrir muchos otros.