Bangkok.- Los resultados de la elección legislativa en EU empiezan a tener ya consecuencias importantes en ese país: el secretario de Defensa renunció, una mujer dirigirá la Cámara Baja, otra más, Hillary Clinton, prepara el anuncio de su posible campaña presidencial, mientras el presidente George W. Bush se despide nostálgicamente de los años de su Presidencia imperial y revisa su manual de ?leadership for dummies? para los dos difíciles años que le quedan a su Gobierno.
Leo la prensa mexicana por Internet y veo que el viaje del presidente electo a Washington ocupa los reflectores y que muchos análisis se ocupan en trazar escenarios sobre qué pasará con la reforma migratoria con el nuevo Congreso controlado por los demócratas.
En Asia la reacción ha sido la misma. En la edición asiática del Wall Street Journal encontré varios análisis que mostraban cierta preocupación por el regreso de los demócratas al Congreso estadounidense, particularmente por los temas comerciales. Me explico, Tailandia, Malasia y Corea del Sur, tres de las economías emergentes del sudeste asiático, se encuentran en la fase final de la negociación de un Tratado de Libre Comercio con EU y ahora les preocupa que los demócratas traten de abrir la negociación para revisar los aspectos laborales y ambientales, alentando la puesta en marcha de sus acuerdos comerciales.
En Japón, el primer ministro Junichiro Koizumi ha invertido mucho capital político en cortejar a los republicanos y en apoyar la política exterior estadounidense en Irak, que ahora tendrá que evaluar su apoyo incondicional a Bush, quien visitará Asia para la cumbre de APEC en unas semanas.
En fin, en las Cancillerías de todo el mundo, al igual que en nuestro país, se evalúan las implicaciones del control de los demócratas del Congreso. Sin embargo, al margen de los resultados electorales, la principal repercusión de la elección estadounidense, salvo en el caso de Irak, no será un viraje en su política exterior, sino en los mecanismos de rendición de cuentas al interior de EU.
En ese sentido, en los ya casi cinco años de la Presidencia de Bush, el actuar internacional de Washington no ha tenido ningún límite. El control republicano del Congreso y los atentados del 11-9, le dieron un cheque en blanco a Bush para dirigir la diplomacia de su país sin ningún contrapeso.
Sin embargo, hoy el mundo debe preocuparse más por que EU vuelva a cerrarse para concentrarse, de aquí a 2008, en una cacería de brujas que ha empezado con la cabeza de Rumsfeld.
Los demócratas hoy tienen todos los incentivos para lanzarse contra las principales figuras de la Administración Bush y dejar los temas internacionales de lado. Las repercusiones de la elección legislativa estadounidense apenas empiezan a gestarse, pero lo que sin duda ocasionarán será un reacomodo en la forma de hacer política en EU y en la forma en la que mexicanos, tailandeses, chinos o europeos tratan de sacar adelante los temas de sus agendas con Washington. Lo bueno es que, de ahora en adelante, los días de Bush están contados?
PD: La Asamblea Legislativa del DF (ALDF) finalmente aprobó la Ley de Sociedades de Convivencia. La aprobación representa un pequeño paso para poner fin a la marginación de miles de mexicanos. Ojalá que la visión de la ALDF sea repetida en los congresos locales de los estados y que ello repercuta en el Congreso de la Unión.
Profesor del ITAM
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