El mal se manifiesta con intenso dolor en pabellón y el conducto auditivo.
La otitis externa es una amenaza generalizada y causa estragos entre la gente que acostumbra nadar sin protección.
En los últimos días de las vacaciones de verano, mucha gente viaja a las playas o acude a balnearios para aprovechar al máximo el periodo de descanso y en ocasiones no toma todas las precauciones para mantenerse a salvo de la otitis externa, que suele provocar fuertes dolores y otras molestias.
Las estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indican que en vacaciones se elevan hasta en un treinta por ciento los casos de este padecimiento, principalmente entre niños, lo que afecta su regreso a clases, lo cual significa perder los primeros días del retorno a la escuela.
Prevención El doctor Juan Rosas Peña señala que el disparo de este mal en el periodo de asueto es más frecuente pues la gente va más a balnearios, lagos y playas, y el contacto con el agua ablanda la piel del oído externo, cambia su grado de acidez y eleva el riesgo de que se inflame e infecte.
En el momento en que la amenaza se materializa y se produce la otitis externa, se manifiesta con intenso dolor en pabellón y el conducto auditivo, afirma.
Los padres deben tratar de prevenir esta enfermedad en sus hijos, pero en el momento en que se produce dolor en el oído deben acudir con el médico y, sobre todo, evitar el uso de remedios caseros como la ruda, el humo del cigarrillo, la aplicación de agua oxigenada o vinagre, así como la automedicación con gotas, ya que todo esto sólo intensifica el dolor y no soluciona el problema.
Rosas Peña, coordinador del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital General Regional Gabriel Mancera, insiste en que no hay que hacer nada por propia cuenta, porque el dolor de oído es motivo de consulta de urgencia con el otorrinolaringólogo. Advierte que no se deben aplicar gotas, pues el paciente puede tener la membrana del tímpano perforada y complicar la lesión.
Efecto secundario
El problema comienza, dice, porque al contacto con el agua se remoja o macera la piel del oído y la del conducto externo, "lo que produce cambios en el pH o nivel de acidez de los vellos del área, y esto a su vez incrementa las infecciones por estafilococo".
Deja en claro que si evoluciona sin cuidado médico, "puede intensificarse el dolor, incluso provocar neuralgias, y hay dificultad para abrir y cerrar la boca, debido a la inflamación de los músculos de la masticación".
Todo mundo debe saber que no hay que tratar de extraer el agua del oído, ni el cerumen (cerilla) con el uso de hisopos, pasadores, llaves y corta-uñas ya que pueden lastimar aún más la piel del conducto auditivo, lo que la hace vulnerable y susceptible a infectarse.
Recomendaciones
El especialista del IMSS dice que "esas malas costumbres lo único que hacen es empujar el cerumen y con los vellos del área van formando bolitas que pueden crear verdaderos tapones". Y recomienda el uso de protectores para el oído a quienes practican deportes acuáticos y procurar secarse con una toalla el conducto auditivo.
El tratamiento en general de una otitis externa, después de una valoración y exploración auditiva, determinará el tipo de medicamentos recomendables, ya sea antiinflamatorio y antibióticos.