Sofía, (EFE).- El esqueleto perfectamente conservado de una mujer joven y de impresionante sonrisa sepultada hace casi 8,000 años se puede ver en el Museo de Historia de la ciudad de Vratsa, al noroeste de Bulgaria.
La mujer, según han comprobado los arqueólogos, tenía entre 25 y 30 años, medía 153 centímetros y era de la raza indoeuropea con rasgos faciales de tipo mediterráneo.
Ya al encontrarla el año pasado, los expertos quedaron sorprendidos por la impresionante sonrisa de la mujer, que tiene todos los dientes en perfecto estado y muy bien alineados.
La joven fue enterrada 5,800 años a.C. al fondo del largo pasillo de un edificio parecido a mausoleo y rodeada de pedazos de cerámica y carbón que, según los arqueólogos, quedaron después de ejecutarse los antiguos ritos funerales.
El hallazgo, encontrado a un metro y medio de profundidad en excavaciones arqueológicas en el pueblo de Ohoden, es el más antiguo de los Balcanes en tan buen estado.
En Ohoden los arqueólogos encontraron también objetos de sílex, barro, terracota, así como granos de trigo carbonizado.
El esqueleto se exhibe en el museo en postura fetal, tal y como fue encontrado, y está colocado en un escaparate lleno de gas inerte para que los microorganismos del aire no lo dañen.
El arqueólogo Gueorgui Ganetsov calcula que el enterramiento es de la época del neolítico monocromo y testimonia que la civilización agraria surgió en los últimos siglos del séptimo milenio antes de nuestra era.