México.- Los restos óseos de una mujer del grupo yumano, con más de 4 mil 500 años de antigüedad, serán exhibidos próximamente en la sala "Culturas del Norte de México", del Museo Nacional de Antropología (MNA), de esta ciudad.
Conocida como la Mujer de Jatay, la osamenta localizada en 1992 en la localidad de Ensenada, en el noroeste del país, se encuentra actualmente en proceso de estabilización para ser mostrada al público, "posiblemente en dos meses", informó la víspera el arqueólogo Juan Martín Rojas, curador de la sala.
El Centro-Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)-Baja California donó esos restos al MNA.
La Mujer de Jatay y las piezas ornamentales que la acompañaban en el entierro, forman parte de un conjunto de 50 vestigios arqueológicos que, con hasta diez mil años de antigedad, fue integrado a las salas de exposición permanente del MNA.
Los restos que revisten de importancia por su antigüedad y la forma en que fueron enterrados (en una región donde la costumbre era cremar a los muertos), serán expuestos en una vitrina con la finalidad de recrear la forma como los investigadores trabajan los contextos arqueológicos para determinar la historia del hombre.
La intención, dijo Rojas, es "mostrarlos tal como se encontraron y resaltar en un momento dado, todo el conjunto de actividades que esta mujer llevó a cabo en vida y presentarlo al público para que vea quienes son quienes producen los artefactos".
Por el momento, explicó el especialista, los restos que han sido donados por el Cento INAH-Baja California, se encuentran en etapa de estabilización como se acostumbra hacer con cada uno de los materiales arqueológicos que llegan al MNA, procedentes de otros estados.
Aproximadamente en dos meses, agregó, "veremos los índices de humedad, de temperatura y como se van adaptando las piezas para después poderlas poner en exhibición y después estabilizarlas en la vitrina".
"Hasta el momento, dijo Rojas, las primeras pruebas han evidenciado marcas correspondientes a las actividades que desarrollba la Mujer de Jatay y que eran propias de trabajos en campos recolectores, además de que sabemos que nadaba, pues presenta una patología que tiene que ver con un proceso infeccioso en el oído por sumergirse en el agua a ciertas presiones".
El especimen, indicó además, "gozaba de buena salud, pues sólo tiene un ligero desgaste dental que demuestra que tenía una dieta rica en proteinas de origen animal, específicamente marino" y que de acuerdo con los fechamientos tendría una antigüedad de 4 mil 500 años, hasta nuestros días.
Por su parte, el arqueólogo Jorge Serrano, quien participó en los trabajos de excavación de la Mujer de Jatay, dijo que el entierro fue encontrado durante la construcción de un complejo turístico localizado a 23 kilometros al norte de Ensenada, aproximadamente en 1992.
Encontrada a 70 u 80 centímetros de la superficie en medio de restos de puntas de proyectil, metates, ornamentos de concha corporales y para vasijas, la osamenta cobra importancia por su antigüedad y la forma en que fue enterrada.
En esta parte del país, señaló Serrano, "se usa mucho la cremación y son pocos los restos humanos que encontramos in situ o en un contexto arqueológico".
"Esta mujer, agregó, fue hallada en posición flexionada y se trata de una mujer de alrededor de 45 años que tuvo un parto y tenía deformaciones en el cráneo y las rodillas".
La Mujer de Jatay, finalizó, formo parte de un grupo de la zona kumiai que junto con los cucapas y kilihuas (grupos a punto de extinguirse en la actualidad), pertenecen al conjunto lingúistico yumano que se dedicaban principalmente a la recolección y a la pesca en especial de abulón y choro (especie de mejillón).
