EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Juan Romero Cansino, de 25 años de edad habla desde su encierro, ?la Procuraduría está cometiendo un error conmigo, es de humanos tener errores, pero que acepten?. El hombre acusado de un homicidio que probablemente no cometió pide justicia. ?Ellos me torturaron?, dice.
Después de casi dos semanas de insistir a las autoridades, se logró una entrevista con el acusado por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) del homicidio de Olga Hernández. ?Me amenazaron que si me quejaba ante la prensa o ante Derechos Humanos, me iban a seguir torturando?.
Juan asegura que puede identificar a los seis ministeriales y al agente del Ministerio Público. ?Fue Guillermo Escobedo y sus agentes?, dice el acusado y señala que fue el domingo 19 de febrero cuando lo detuvieron en su domicilio sin orden de aprehensión ni orden de cateo.
Sobre la tortura detalla: ?me amarraron unos cartones en las muñecas, los tobillos; después me vendaron los ojos y mi playera me la pusieron en la boca, me tiraron al piso, me pusieron una bolsa de plástico color negra en la cabeza y un ministerial se me subía al estómago y me tapaba la boca y otro ministerial me echaba agua y yo respiraba pura agua, así como 15 minutos?.
Durante la tortura a Juan Romero le dictaban lo que tenía que decir y en su declaración no había abogado de oficio ni particular. El señalado considera que estuvo privado de su libertad durante seis días, que traían con engaños a su familia para no mostrarles los golpes.
Tras las rejas, Juan Romero dice que se enteró de la existencia de Manuel de Jesús Anguiano Pérez, alias ?El Meño? y su confesión del homicidio de Olga Hernández por medio de la prensa, el día 20 de julio. ?Ahora la Procuraduría (General de Justicia del Estado) se quiere lavar las manos?.
Sobre el día del crimen comenta que sí estuvo tomando con Olga la noche del 19 de febrero y una señora que conoce como Estela le pidió de favor que acompañara a Olga a buscar a su hija, pero ella no se acordaba de la casa y luego de dar vueltas le dijo que mejor se fueran, porque había muchos pandilleros y él decidió irse a su casa.
Juan confía en su abogado Óscar Hernández, ?pero es que desafortunadamente la Procuraduría no quiere aceptar su error, a todos tiros quieren ganar?. Juan dice que no está interesado de momento en demandar al Estado: ?Sólo quiero mi libertad?.