Ante el desinterés de las autoridades federales y estatales de resolver el problema agrario del ejido Luis Echeverría con los indígenas de Santa María de Ocotán, ayer un grupo de familias se plantó frente al Palacio de Zambrano para exigir solución al problema.
Según Jesús de la Paz Delfín, comisariado del ejido Luis Echeverría, tratan de defender la tierra que les pertenece por resolución presidencial desde hace 20 años. No quieren caer en las provocaciones de los indígenas, quienes desde el 1 de mayo pasado están posesionados de mil 700 hectáreas.
La semana pasada los ejidatarios -entrevistados en Súchil- anunciaron el plantón en la Plaza IV Centenario, ?porque las autoridades ponen oídos sordos a nuestros reclamos?. Justo ayer cumplieron su advertencia, señalando su permanencia de manera indefinida hasta conocer la postura del Gobernador.
Cabe señalar que los ejidatarios son respaldados por el Frente Popular Francisco Villa, que dirigen Jaime Sarmiento y Efraín Rincón Lira.
Desde el 1 de mayo pasado se han dedicado a tocar puertas para buscar una solución contra la invasión de sus tierras, pero no los atienden, por lo cual este año dejaron de sembrar. La situación económica les resulta crítica.
Ayer esperaban entrevistarse con el Ejecutivo del Estado, pero no los atendió, a lo que el comisariado De la Paz Delfín expresó: ?Qué ironía, pues cuando Ismael Hernández Deras buscaba el voto para llegar a gobernador nos pedía el apoyo, nos visitaba y se mostraba muy amable; hoy que está en el poder ni siquiera quiere dialogar con nosotros?.
Dice que 21 familias de Luis Echeverría están sufriendo el hostigamiento y amenazas de los indígenas, la situación se torna intolerante; por eso exigen la intervención del Gobierno del Estado y la Federación para llegar a un acuerdo y sean desalojados los indígenas de las tierras de los ejidatarios.
COMPLEMENTARIA
Plantón permanente
Los ejidatarios plantados en la Plaza IV Centenario difundieron un comunicado en las calles de la capital del estado, donde muestran ser víctimas de invasión por parte de 200 comuneros de Santa María de Ocotán.
Asimismo indican daños a su patrimonio, rotura de cercos, robo, introducción de ganado en los agotados pastizales de los ejidatarios.
Los indígenas argumentan ser dueños de esas tierras con la posesión de títulos virreinales que datan desde hace tres siglos, 1705.
A finales de noviembre se entrevistaron con Xóchitl Gálvez, entonces titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), comprometiéndose a dejar este conflicto en los temas prioritarios durante la agenda de transición, ante el fin del sexenio del ex presidente Vicente Fox.
Puntos básicos
Los ejidatarios acudieron ante los diputados para que intervengan y eviten enfrentamientos con los indígenas, lo cual no se ha dado por la prudencia y tolerancia.
Los ejidatarios entienden que los indígenas son sus hermanos, pero éstos tienen cientos de miles de hectáreas para satisfacer sus necesidades, además de las que les fueron restituidas con el predio de Bernalejo.
Hoy, los indígenas están reclamando las tierras del ejido Echeverría; mañana tal vez siga el ejido El Alemán y después San Juan de Michis, señalan Jesús de la Paz y Jaime Sarmiento.
Dentro del pliego de peticiones los ejidatarios destacan cinco puntos: primero, entrevista con el Gobernador del Estado, que a la fecha no ha querido atenderlos; segundo, retiro inmediato del contingente indígena hasta la definición del problema, así como permanencia de la fuerza pública en el área; tercero, establecimiento de una mesa de diálogo presidida por el Gobernador o algún comisionado con facultades de resolver; cuarto, en caso de darse la solución en contra de los ejidatarios, piden 15 millones de pesos para compra de tierras y gastos que impliquen el establecimiento de un nuevo centro poblacional; y quinto, apoyos con proyectos productivos.