Miles de personas marcharon en Phoenix hacia las oficinas del senador Jon Kyl para pedir por reformas más humanas a las leyes de inmigración.
Washington, (EFE).- Miles de hispanos de EU están convocados hoy y los próximos días a una serie de marchas en varios estados del país para dejar oír su voz en el debate político sobre la reforma migratoria.
La movilización, una de las mayores de los últimos años, se produce en vísperas del debate el próximo lunes en el Comité Judicial del Senado sobre la forma de abordar el problema que plantean los alrededor de doce millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos.
Es un debate que enfrenta a los congresistas, incluso a los de las filas republicanas, y a representantes de diversas organizaciones económicas y sociales.
Pero además amenaza con estar rodeado de polémica y tensiones, pese al reiterado llamamiento del presidente de EU, George W. Bush, para que el Congreso realice un debate "cortés".
Uno de los miembros del Comité Judicial, el senador republicano John Cornyn, adelantó hoy que no está dispuesto a apoyar ninguna propuesta migratoria que pueda ser considerada como una "amnistía" para los trabajadores ilegales en EU.
Eso provocaría, según Cornyn, una mayor falta de respeto a las leyes y debilitaría "los esfuerzos para apuntalar la seguridad nacional".
Cornyn patrocina junto al senador Jon Kyl un proyecto de ley que, entre otros elementos, pide una mayor vigilancia de la frontera sur con México.
Brent Wilkes, director ejecutivo de la Liga de Ciudadanos Latinos Unidos (LULAC), está convencido, sin embargo, de que "a los republicanos se les están acabando los temas ante la crisis en Irak y ahora intentan recuperar el apoyo de su base atacando a los inmigrantes".
Algo similar opina el presidente del Partido Demócrata, Howard Dean, quien declaró a EFE el jueves que los republicanos están utilizando a los latinos como "chivo expiatorio" para ganar elecciones.
Ante las propuestas que hay sobre la mesa y ante la posición del Gobierno de Washington en contra de la amnistía y a favor de un programa de trabajadores huéspedes, las organizaciones de inmigrantes han convocado unos 50 actos de protesta en una treintena de estados.
Los de hoy tendrán lugar en Georgia, donde los hispanos están llamados a una huelga de trabajo y a un boicot comercial para demostrar el impacto de la comunidad latina en la economía estatal.
También se reportaron protestas en Tucson y Phoenix (Arizona) donde, bajo el lema "No somos el enemigo, somos parte de la solución", miles de hispanos expresaron su rechazo a las medidas legislativas que penalizan a los trabajadores indocumentados.
Milwaukee (Wisconsin) fue escenario el jueves de actos similares, que mañana, sábado, se repetirán en la ciudad de Los Ángeles (California), donde más de dos mil 500 grupos de defensa de la comunidad latina están convocando a sus seguidores a una manifestación en la que se espera que participen alrededor de medio millón de personas.
Decenas de estudiantes de Los Ángeles ya se han adelantado hoy, con una marcha a favor de los inmigrantes y en contra de las propuestas legislativas que prepara el Gobierno para reforzar la seguridad de fronteras.
Los hispanos de Boston (Massachusetts) y los de la capital estadounidense, Washington, podrán el colofón a estas manifestaciones el próximo lunes, coincidiendo con el inicio del debate sobre inmigración en el Senado.