El Siglo de Durango
CUENCAMÉ, DGO.- El caso de agresión del alcalde, Pablo Carrillo Montalvo, en contra de un alumno del Centro de Bachillerato Tecnológico, Industrial y de Servicios No. 115 (CBTIS) no quedará en el olvido; por el contrario, los estudiantes presionarán para que llegue hasta las últimas consecuencias.
Rodrigo Victorino Esparza, dirigente de la Federación de Estudiantes Técnicos del Estado de Durango (FETED), señaló que el Alcalde de Cuencamé debe pagar por el daño moral y jurídico que realizó en contra del estudiante de educación media superior Alejandro Isaí Lozano Rodríguez.
Dijo que debido al proceso de elecciones por el cual acaba de pasar el Instituto Tecnológico de Durango, se había dejado un poco de lado el caso; sin embargo, no bajarán la guardia en su petición de que se aplique todo el peso de la ley en contra de Carrillo Montalvo.
Aseveró que el procurador de Justicia, Jesús Gutiérrez Vargas, se comprometió a tener al FETED informado de la integración de la averiguación, lo que hasta el momento no ha sido cumplido, externó Victorino Esparza.
Por este motivo, buscan tener en breve una reunión con el funcionario estatal, pues su objetivo como estudiantes técnicos es no permitir que quede impune la agresión de la que fue víctima uno de sus compañeros.
Asimismo, comentó que al parecer la autoridad está próxima a consignar la averiguación, pero esto lo sabrán con exactitud hasta sostener la reunión con Gutiérrez Vargas, mientras que Julio César Flores Soto, agente del Ministerio Público, se concretó a mencionar que la investigación aún se integra.
La molestia no ha cesado por parte del sector estudiantil técnico, pues para ellos no fue poca cosa el acto de agresión del que fue objeto un estudiante del CBTIS 115 de la cabecera de Cuencamé el pasado 16 de septiembre a las 04:30 horas.
El enfrentamiento no ha sido negado por Pablo Carrillo, pero por su parte también ha reunido una serie de argumentos a su favor, tales como el hecho de que su firma fue utilizada ilegalmente en unos panfletos que el supuesto agraviado repartía en compañía de otros jóvenes.
Aunque su principal argumento ha sido que toda la movilización en su contra obedece a una acción meramente partidista en la cual los estudiantes técnicos han sido manipulados por miembros del Partido Revolucionario Institucional.
Sin pista de los fugitivos
Como principales sospechosos de la fuga de cuatro reos del penal de Cuencamé se encuentran el alcaide Maclovio Rosales y el celador José Isabel González Hernández, mismos que se encuentran en libertad bajo palabra, según informó Julio César Flores Soto, agente del Ministerio Público.
El hecho de que Salomón, Rogelio López Hernández y Gabriel González Lares hayan obtenido su libertad de manera ilegal hace que recaigan las sospechas sobre estas personas, no necesariamente de una participación directa, pues probablemente hayan cometido negligencia.
La averiguación continúa; no obstante, aún no se sabe del paradero de los prófugos por lo que los avances que se tienen en el caso son mínimos, informó el funcionario.