SANTIAGO PAPASQUIARO, DGO.- La sequía registrada el año pasado vuelve al bosque más vulnerable a los incendios en esta época, por lo cual autoridades del ramo forestal, ejidatarios y comuneros implementan estrategias para proteger la materia maderable del fuego.
Se cuenta con personal voluntario, herramientas rudimentarias como talachos y azadones, además de torres de control para prevenir y combatir los incendios, según se comentó en la reunión celebrada en El Coyote, municipio de Guanaceví, donde se dieron cita los representantes de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Comisión Nacional Forestal, líderes ejidales y alcaldes.
Al respecto, Eduardo Guerrero Paniagua, presidente de la Unión de Ejidos y Comunidades Forestales Emiliano Zapata, comentó que hay interés tanto en las instituciones como en los productores de sumar esfuerzos para evitar el mejor daño posible al bosque durante esta temporada de incendios, ya que éstos afectan severamente la economía de la región boscosa.
Estima que entre el 15 y 20 por ciento se pierde a causa de los incendios forestales, donde el principal responsable resulta ser el hombre, dada la falta de conciencia en el cuidado del bosque. Por eso las campañas son permanentes.
No obstante, Guerrero Paniagua exigirá a las autoridades competentes el uso del equipo más sofisticado en la lucha contra los incendios como las avionetas y helicópteros cisternas, pues eso aquí no se observa y sobre todo cuando más se necesita en los lugares de difícil acceso de los brigadistas.
?Entre menos apoyo de las instituciones, las posibilidades de incendios aumentan; por eso seremos insistentes en pedir más equipo y recursos para los municipios con vocación forestal del estado de Durango, pues con azadones, palas y talachos no es suficiente?, añadió.
En la reunión de ?El Coyote? participaron ejidos y comunidades forestales de Santiago Papasquiaro, Guanaceví y Tepehuanes, aunque la organización que representa Guerrero Paniagua está integrada por 72 predios de ocho municipios.
Lo preocupante para los funcionarios de la Conafor es que en años anteriores no había tenido, a estas fechas, la presencia de incendios. Las condiciones climáticas indican que van a continuar los siniestros; por eso se están realizando acciones de prevención.
Malos augurios
Las perspectivas para el bosque duranguense no son alentadoras: a la fecha, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) registra diez incendios, cifra que rebasa por mucho lo que se presentó durante 2005.
Debido a la sequía, se vislumbra que la situación será peor, incluso, que 1998, ciclo en el que resultaron afectadas casi 40 mil hectáreas por el fuego.
David Hernández Gómez, gerente regional de la Conafor en la entidad, establece que en 2006 los incendios se han presentado en Pueblo Nuevo, Durango, Mezquital y Tamazula. Los diez incendios han afectado 69 hectáreas; la mayor parte son pastizales y zonas de agostadero.
Hasta el 28 de abril del 2005 se tenían registrados 73 incendios forestales en Durango con daños en una superficie arbolada de 853 hectáreas y 22 mil 543 de agostaderos en 12 municipios, de acuerdo con el reporte de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
En la zona arbolada el municipio más afectado en los primeros cuatro meses del año pasado fue Pueblo Nuevo, con 13 incendios y daños en 372 hectáreas, seguido por Mezquital, con 22 siniestros y 233 hectáreas perjudicadas.
En cambio, en pastizales el municipio con más daño fue Poanas, con dos mil 750 hectáreas, así como Nombre de Dios, Durango y Guadalupe Victoria, con 16 mil 697 hectáreas.
En 2004, el reporte de Conafor señala que el número de incendios en superficie arbolada hasta abril es 19 por ciento menos al 2005, pero en zona afectada alcanza el 124 por ciento más.